El entrenador del Atlético Onubense señaló que el ascenso es «vital» y condiciona con ello todas las decisiones del club.
El cese de Pedro Morilla y la llegada de Arzu al primer equipo del Recreativo de Huelva han generado numerosas reflexiones dentro del propio club, también en su estructura formativa. Uno de los que mejor conoce la realidad interna es Raúl Galbarro, técnico del Atlético Onubense, que valoró en declaraciones en Radio Marca Huelva el movimiento realizado por la dirección deportiva desde una perspectiva tan sincera como realista.
Galbarro no ocultó que es una situación delicada. Consideró que «es un momento complicado porque hay que entender que el Recreativo de Huelva, el no estar arriba, tiene una urgencia». Explicó que el proyecto del Decano pasa inexorablemente por el ascenso y eso condiciona todo lo que ocurre a su alrededor. En su opinión, «en el club es vital ascender y entiendo que el no estar en los primeros puestos es estar en crisis, porque el Decano tiene que subir sí o sí». Una presión que, según subraya, no recae solo en el primer entrenador, sino en cada estamento del club: «Esa exigencia la tenemos que asumir todos, tanto los jugadores como el cuerpo técnico, el club y la propia afición».
En ese contexto, entendió que la entidad recreativista haya tomado una decisión drástica buscando un estímulo inmediato. «El club ha decidido hacer este cambio de entrenador, con la intención de encontrar ese revulsivo que haga que el Recreativo esté al final de temporada en Primera Federación», señaló el técnico del filial, consciente de que el margen de error es mínimo.
Una profesión de riesgo
Galbarro también reflexionó sobre un mal endémico del fútbol moderno: la volatilidad del puesto de entrenador. «Hay muy poca paciencia, no hay memoria, el fútbol no espera y lo importante son los resultados», afirmó, recordando que el primer eslabón en caer siempre es el banquillo. Para él, «cuando en el fútbol no se dan esos resultados, lo normal es que el entrenador sea el primer damnificado. Y en este caso así ha sido en el Recreativo de Huelva».
Aun así, mira hacia adelante y espera que el cambio funcione. «Vamos a ver si tomamos ya una buena dirección y conseguimos que la afición se sienta enganchada y anime como viene haciendo», concluyó.
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