El Decano afronta un duelo determinante marcado por las bajas y la necesidad de sumar su primera victoria en la nueva etapa, y en el que tendrá enfrente a un Xerez DFC que llega lanzado tras cinco jornadas sin conocer la derrota.
El Recreativo de Huelva afronta este domingo (12.30 horas) una de esas citas que trascienden a los tres puntos. El Municipal de Chapín, escenario cargado de recuerdos para el recreativismo, se convierte en el lugar donde el conjunto albiazul aspira a dar el primer paso real de la nueva etapa que se abrió el pasado fin de semana con Arzu al frente del banquillo. El empate ante el Águilas dejó sensaciones contradictorias: sirvió para tomar aire, pero no permitió comprobar todavía la dimensión del giro que pretende implantar el técnico sevillano. La afición, que volverá a desplazarse en un número notable, tiene claro el mensaje: Chapín debe ser el punto de arranque de un proyecto que necesita solidez, valentía y, sobre todo, victorias.

No será, sin embargo, un escenario sencillo. Enfrente estará el Xerez Deportivo FC, un club de reciente creación pero de creciente peso dentro del fútbol andaluz. La historia del partido va más allá del césped. Chapín fue testigo de múltiples duelos entre el Recre y el histórico Xerez CD, entidad con la que el Decano construyó parte de su memoria competitiva en las categorías nacionales. Esta vez, la visita es diferente: el rival es el Xerez nacido en 2013, un equipo que emergió en plena convulsión institucional en la ciudad y que hoy representa una sensibilidad muy específica dentro de la hinchada jerezana.
El rival de mañana para el Decano surgió en plena descomposición económica y administrativa del Xerez CD. Una parte significativa de la afición decidió entonces impulsar un proyecto alternativo, con un modelo participativo, asambleario y alejado de la estructura SAD que domina buena parte del fútbol español. La intención era reconstruir un espacio deportivo estable y cercano al socio. La coexistencia de ambas entidades -el club histórico, que nunca desapareció, y el nuevo proyecto azulino- define desde entonces un ecosistema futbolero fragmentado y, en ciertos momentos, emocionalmente irreconciliable.
A nivel deportivo, el Xerez DFC ha experimentado un crecimiento progresivo que lo llevó a instalarse en Segunda Federación. Sin embargo, el presente curso arrancó con una enorme preocupación. Una sola victoria en las primeras ocho jornadas dejó al equipo dirigido por Antonio Fernández en puestos de descenso, sin argumentos futbolísticos sólidos y con la necesidad urgente de revertir la tendencia. La reacción llegó con un movimiento clave: la entrada de Diego Caro en el banquillo. Su impacto fue inmediato. En cinco partidos, el conjunto jerezano ha sumado tres victorias y dos empates, logrando despegar del fondo de la tabla y recuperando la competitividad que se le presuponía en agosto.
Entre los nombres propios destaca el del exrecreativista Juanjo Mateo, lateral derecho que dejó huella en Huelva gracias a su implicación en los ascensos consecutivos que llevaron al Decano de Tercera RFEF a Primera Federación entre 2021 y 2023. Su salida, precipitada por la anterior dirección deportiva, aún es recordada por un sector importante de la afición. Su presencia en este duelo añade un componente emocional que en Chapín nunca pasa desapercibido.
La lista de incorporaciones azulinas es tan amplia como diversa: Bloch, Carlos Daniel, Morante, Udom, Gandoy, Iglesias, Dieste, Perales, Ekiza, Curro Rivelott, Viñuela, Arribas, Emaná, Greciano y Mauro configuran un conjunto heterogéneo, de perfiles complementarios, llamado a competir con más estabilidad que en temporadas anteriores.
Un Recre condicionado por las bajas y obligado a dar un paso al frente
Para el Recreativo, el duelo llega marcado por un contratiempo evidente: las bajas. Arzu afronta el encuentro con hasta siete ausencias confirmadas, un escenario que reduce de forma drástica su margen de maniobra. David Gil, Álex Carrasco, Leo Mascaró, Pineau, Viedma, José Carlos e Iván Romero se quedan fuera, dejando al técnico con solo 20 futbolistas disponibles. En la lista se incluyen los canteranos Manu Fernández, Pablo Évora y Juan Almeida, que a falta de oficialidad, entrarían en convocatoria ante la necesidad de reforzar la profundidad del equipo.
La nómina completa de disponibles se distribuye así:
Porteros: Jero Lario y Manu Fernández.
Defensas: Néstor Senra, Alberto Vela, Bonaque, Juancho Villegas, Malam Camará, Alberto López y Dani Romero.
Centrocampistas: Javi Castellano, Pepe Mena, Álex Bernal, Mario da Costa, Antonio Domínguez, Paolo Romero, Antonio Arcos y Pablo Évora.
Delanteros: Caye Quintana, Roni y Juan Almeida.
Con estas piezas, el once que Arzu perfila para Chapín apunta a la continuidad. Jero Lario volvería bajo palos, con una defensa integrada por Alberto Vela, Bonaque, Juancho Villegas y Alberto López. El doble pivote, punto de apoyo del equilibrio, lo formarían Pepe Mena y Álex Bernal, mientras que la línea de tres mediapuntas estaría compuesta por Mario da Costa, Antonio Domínguez y Paolo Romero. Arriba, la responsabilidad del gol recaerá de nuevo en Caye Quintana, cuya movilidad y radio de acción serán determinantes ante una defensa jerezana en buen momento.
Por otro lado, destacar que el encuentro estará dirigido por el cordobés Javier Sánchez Carreras, de 28 años, en su quinta temporada en Segunda RFEF. Sus números muestran una mezcla de equilibrio y rigor disciplinario: 56 partidos arbitrados, con 316 amarillas y 33 rojas. En el reparto de resultados destaca la paridad: 24 victorias locales, 16 empates y 16 triunfos visitantes. En esta campaña ha dirigido cuatro partidos, tres de ellos con victoria local y uno con empate.
Chapín, un escenario para medir carácter
Emoción, tensión y necesidad. De todo ello estará cargado un partido que enfrenta a dos equipos que buscan crecer, aunque por motivos diferentes. El Xerez DFC desea confirmar que su reacción no es un espejismo; el Recreativo necesita ganar para que la etapa Arzu no sea solo un cambio de banquillo, sino un punto de inflexión real.
Chapín, con su atmósfera característica y una hinchada azulina en buen momento, pondrá el listón alto. Pero el recreativismo, que volverá a responder, también quiere hacerse sentir. El duelo simboliza más que una jornada de liga: es un pulso emocional, un choque de necesidades y un examen para un Recre que debe empezar a mirar hacia arriba con hechos, no con discursos.
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