La Rábida se hace nido para el vuelo del talento: «Es una oportunidad de oro»
La sede onubense de la UNIA impulsa un campus creativo con residencia para artistas escénicos, dramaturgos, literatos y guionistas
Disfrutan de alojamiento, manutención y sueldo para centrarse en desarrollar sus proyectos en un encuentro enriquecedor
La UNIA convierte el campus de La Rábida en una residencia para artistas
Los jóvenes escritores Carmen Fuentes, Jonathan Arribas y Benjamín Santiago participan en diversas actividades en Huelva
Huelva
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Iniciar sesiónLa Rábida ejerce desde hace siglos de testigo de la gesta que supuso el primer viaje de Cristóbal Colón con los marineros onubenses a América, un nuevo mundo. Este enclave del municipio de Palos, que también fue punto de partida del avión Plus Ultra en el primer vuelo transatlántico, ha venido siendo protagonista de proyectos innovadores y aventuras pioneras. Con este mismo espíritu, la sede rabideña de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) se relaciona con el conocimiento y ahora también ejerce de mecenas de un grupo de creadores al impulsar una residencia artística. Este espacio cubre todas sus necesidades para que únicamente se centren en desarrollar sus proyectos y se enriquezcan entre sí, en un clima en el que fluye el talento, la imaginación y el ingenio. Aquí la cultura se teje y se hace nido para ser un punto desde el que iniciar el vuelo y al que regresar.
La creación tiene un aura especial y es visto como un proceso misterioso, casi mágico. Lleva a los artistas a alcanzar un estado de inspiración con el que conseguir proyectar una idea que luego causa emociones y reflexiones en los demás. A menudo se olvida que la actividad artística no consiste esperar en un andén la llegada de las musas, sino que implica una enorme voluntad, compromiso y constancia. También está fuera del foco la parte humana del artista, hombres y mujeres que tiene otros trabajos, sus tareas del hogar y afrontan otras obligaciones que restan tiempo y espacio a desarrollar con total libertad su disciplina artística.
Como si de un laboratorio se tratara, en La Rábida se busca propiciar las condiciones ideales para que la chispa de la invención prenda. Se facilita a los participantes en su residencia artística alojamiento, manutención, remuneración y sobre todo, libertad total para que germinen su proyectos y despeguen. En definitiva, se les brinda tiempo de calidad para desarrollar todo el potencial de su arte.
'Cuando el mar no responde'
Una de las artistas participantes es Alba Selva, que declara a Huelva24 que esta iniciativa supone para ella «una oportunidad de oro» para trabajar mañana y tarde «sin tener que hacerte la comida, limpiar ni buscar lugar de ensayo». Además, aprecia la ocasión de conocer a otros artistas que están «ahora mismo creando en este mundo loco: bailarines, músicos, literarios.. y las ideas se enriquecen entre ellas. Hay mucha fuerza».
Selva está desarrollando con Garazi Aldasoro el proyecto de teatro físico 'Cuando el mar no responde'. Destaca que trata temas atemporales, como «la soledad y la resistencia que tiene el ser humano, que es brutal. Cómo luchamos la humanidad para que la vida siga». Agrega que el título de la obra habla sobre el mar, que es «un símbolo fuerte, de esperanza, de paz, pero también de la muerte», por lo que juegan «un papel importante» en la obra.
Aldasoro, por su parte, comenta que «la corriente del teatro físico nace de la investigación del cuerpo, tanto material como las diferentes, texturas energías y velocidades. Es decir, el cuerpo que encarna las emociones». Añade que muchas veces estamos acostumbrados en el cine a «trabajar desde las emociones recabar de tu mundo imaginario y tus traumas pasados», al más puro Método Stanislavski. «Nosotras no, partimos de una base de investigación física sin meter la emoción. La emoción llega a través de la propia corporeidad que le ponemos al movimiento, al sonido de la voz, la tímbrica, etc».
Este proyecto era el Trabajo de Fin de Grado en Málaga de Selva, que vio reorientado el proyecto bajo la dirección de Garazi Aldasoro. «En estas semanas de residencia hemos redirigido la obra», que se estrenará el 23 de enero en el Contenedor Cultural de Málaga.
De la impotencia y la rabia a la video danza
La bailarina Paloma Díaz desarrolla con Antonio Estrada 'Estoy enfadada, estoy rabiosa', un proyecto que nace de una experiencia personal. «La casa donde he estado viviendo los últimos 27 años hace año y medio fue comprada por un fondo buitre. Quieren que me vaya y estoy tratando de negociar con ellos pero no quieren nada. No quieren renovar el contrato. Sólo quieren que nos vayamos todos para hacer pisos turísticos y de lujo y ganar el cuatriple de lo que yo estoy pagando», explica Díaz, que comparte su desencanto con la falta de implicación de la clase política, que no adopta medidas para frenar las injusticias en algo tan básico y sensible como la vivienda.
«A partir de esa impotencia, de esa rabia y coraje, de que vengan los millonarios a disponer de la vida de la gente que vivimos de alquiler, a los que nos tienen ahogados, es de ahí desde donde surge el proyecto», resalta.
De esta manera, ha realizado varios videos bailando e interactuando con varios rincones de su casa. «He hecho video danza para expresarme dentro de la casa y ahora el reto era llevar estas imágenes y películas al escenario y convivir en directo con ellas y entablar ese diálogo».
Sobre la experiencia, la artista asegura que está «muy contenta. Es un lujazo tener tiempo y espacio en este lugar tan precioso para seguir Investigando y desarrollando nuestro proyecto», por lo que expresa su «total agradecimiento» a la UNIA y la Junta de Andalucía.
«Normalmente lo compaginas con la vida diaria y sacas tiempo de dónde no hay, así que es fantástico tener esta oportunidad», insiste Paloma Díaz, que también comparte la buena relación que hay con sus compañeros. «Es una maravilla. Algunos ya nos conocíamos y otros nos hemos encontrado por primera vez y ha sido fantástico. Es gente con mucha alegría y muchas ganas de compartir».
Estos son sólo dos de los proyectos en marcha en La Rábida, entre los que también están '30 minutos en la tierra', de Mei Li Dong Páez; 'La escalera', de Álvaro Silva Gómez; 'Ser Forastera', de Melisa Calero Morales; 'En los carrizales soñamos con la canción de los caballos, las flautas y las ondinas', de Pedro Ernesto Moreno García y 'Chango: el gran putas', de Daniel Felipe Arenas Sáenz; y Loverbena, es una propuesta del laboratorio creativo Lugadero, a través de David Montero, Rosa Romero, María Castañeda y Pedro Rojas-Ogayar.
Una residencia multidisciplinar
Este proyecto que se inició el año pasado y ha vuelto a desarrollarse en este 2025 de manera ampliada. Así lo recuerda Isabel Ojeda, directora del Área de Cultura de la UNIA, que destaca a Huelva24 que el objetivo es «generar un espacio de trabajo» para los profesionales de las artes escénicas, que se hizo extensivo a otras disciplinas. Ahora también hay dramaturgos y literatos y guionistas.
Ojeda considera que se trata de «una oportunidad única, una acción pionera», que rompe con la inercia de la mayoría de las universidades públicas. Mientras se ciñen a aulas de cultura o una programación cultural, la UNIA apuesta por «trabajar desde los procesos creativos, siendo motor y herramienta, facilitando los medios para aue los artistas puedan estar desarrollando su trabajo». Esto es «una seña de identidad de la UNIA, trasladar esos conceptos de investigación y creativo a la docencia en general y también a la cultura, una manera también de entender los problemas de la sociedad hoy día».
La directora del Área de Cultura incide en que a los artistas se les proporciona alojamiento y manutención, pero también unos honorarios para «no precarizar su trabajo», que, añade «no surge de la generación espontánea, sino que implica un esfuerzo, un trabajo y una dedicación».
La UNIA se ha asociado para esta iniciativa nuevamente con la Agencia de Instituciones Culturales de la Junta de Andalucía, que estaban trabajando otras líneas con los escritores emergentes y dramaturgos en otras ciudades andaluzas. «Firmamos un convenio para descentralizar de Sevilla y Málaga los focos del tejido cultural y que también lleguen a Huelva», explica. Además, aprovechando la celebración del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano han impulsado la residencia de guionistas.
Tras unos días en marcha ya se atisban los primeros resultados. «Hemos empezado a ver los trabajos, que están en proceso, algunos están bastante avanzados y hemos tenido la posibilidad de ver algunas piezas de danzas, de Melisa Calero, de Loverbena, más perfomática, y de leer texto de los dramaturgos, entre otras cosas», comenta Ojeda, que subraya que se sienten «muy contentos» porque la experiencia está resultando muy positiva. «Se junta artistas de distintas edades y disciplinas y eso enriquece mucho a los artistas. Entre ellos se animan, se generan ideas nuevas y se produce una sinergia», añade.
«Hablaba con un dramaturgo que me decía que es la primera vez que tengo la oportunidad de sentarme a escribir un texto sin pensar en qué tengo que hacer de cena», señala Ojeda, que insiste en que «creo que es una oportunidad muy importante, al igual que el hecho de que convivan. Los aíslas del día a día, de la oficina, de la producción y distribución y le das la oportunidad de generar un laboratorio, que en realidad no difiere mucho el pensamiento creativo del científico».
Cerrar el círculo creativo
La portavoz de la UNIA en esta iniciativa ejemplifica los resultados con el caso de Gero Domínguez, que estuvo en la residencia, desarrolló la pieza 'Peón Coronado', y luego ésta fue programada en las actividades de verano. «De algún modo sostenemos todo el proceso. Les ayudas a crear y luego los contratas. Es una forma de hacer un acompañamiento completo y no quedarse sólo en esta fase», señala y opina que la colaboración interinstitucional, ya sea entre instituciones públicas o entre lo público y lo privado es «fundamental en el sector cultural».
Recuerda que en la residencia hay periodos valle, con menos ocupación de estudiantes, teniendo en cuenta además que hay cada vez más formación online y que además ahora coincide con el Festival de Cine Iberoamericano, por lo que es un modo de aprovechar sus instalaciones. «Somos una universidad que ya tiene un papel reconocido en la ciudad y queremos poner a disposición todos los medios que tenemos, no solamente las aulas», resalta. Ya el año pasado, de la mano de la Diputación de Huelva, trajeron a los alumnos de la Escuela de Arte León Ortega, para que pudieran ver las muestras y éste año se llevaron actividades de los dramaturgos hasta allí.
De cara al futuro, la idea no es sólo mantener la puesta, sino elevarla. «Es voluntad del rector, José Ignacio García Pérez, seguir haciendo crecer esta residencia y ojalá otras administraciones copien este modelo», expresa Isabel Ojeda, que valora que La Rábida es «una rara avis», ya que «no hay tantas residencias en Andalucía ni tan completas».
Además se han puesto en marcha actividades paralelas en el marco de la residencia que sirven como «píldoras de inspiración». Un ejemplo es la presencia de Poliana Lima ha impartido el taller 'Hacia una dramaturgia del cuerpo: elementos de creación y composición', una sesión centrada en el cuerpo como punto de partida y herramienta esencial de la escena. En esta línea, se está creando un archivo audiovisual, la biblioteca pone a disposición de los artistas sus colecciones bibliográficas y se traen libros en los que estén interesados. «Hay muchos recursos y los espacios públicos están para eso. Es un regalo y vamos a romper con esa idea de que al artista viene una musa y le inspira», recalca.
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