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Restaurante El marinero Punta Umbría: «El templo del Pez Espada y las chirlas»

Comer en El Marinero siempre es un placer para los amantes de la buena mesa. Ya sea para picar algo en barra, para ir de raciones de forma mas distendida o para disfrutar de un verdadero homenaje culinario

Los mejores bares y restaurantes para comer en Punta Umbría

Pez espada, uno de los platos obligatorios del restaurante El Marinero en Punta Umbría L.M.

Luis Marquínez

Ya está aquí el verano y las localidades costeras empiezan a llenarse. Muchos locales, como El Marinero, despiertan de un cierto letargo invernal, pero otros no han tenido ese merecido descanso ya que todo el año están consolidados como apuesta segura a pesar de ser temporada baja en la zona.

Este es el caso que nos ocupa, una autentica referencia del buen comer diría que en toda la provincia, pero sobre todo en su pueblo. Da gusto ver siempre sus mesas llenas y el traqueteo constante y vibrante en este singular local situado en la calle principal de la playera y marinera Punta Umbría. Podemos reseñar sin temor a equivocarnos que es un verdadero templo de los productos del mar. Pero además de eso, también podemos afirmar que es un hervidero social, un punto de encuentro donde se respira y comenta la vida social del pueblo y donde se disfruta de ratos inolvidables.

Metiéndonos en faena, el local se compone de una amplia terraza que lo rodea por completo y que, en temporada de verano, se llena a diario sobre todo en las cenas. Entrando nos encontramos un local climatizado con una estupenda barra central en forma de U, regentada con maestría por el gran Diego, probablemente el mejor camarero de barra que queda en la provincia, y en torno a esta se disponen las mesas del comedor, bullicioso y concurrido, pero donde se disfruta de lo lindo. Toda esta orquesta dirigida con maestría por el grandísimo, en tamaño, como persona y como profesional, Paco «el Caena», que será quien te oriente en la comanda y maneje la partitura del disfrute culinario.

Parada obligatoria es tomar una helada cerveza en la barra y saludar a los trabajadores y algún cliente antes incluso de preguntar por nuestra mesa, que es muy recomendables haber reservado anticipadamente. Una vez sentados a la mesa, en el comedor por ser a medio día, empezamos a dejarnos llevar por el rugir de nuestro estomago y las sugerencias del oficiante.

Dentro de la gran variedad que contiene su carta, para mí hay dos platos que resultan obligatorios por su absoluta esplendidez, las chirlas, producto emblema de la localidad y en plena temporada, que aquí lucen llenas y esplendorosas, y el pez espada a la plancha, que se ha convertido en un referente absoluto de este local. Así que en torno a estos dos platos casi fijos en la comanda, empezamos a confeccionar un menú acorde a la ocasión.

Arrancamos con las mencionadas y gloriosas chirlas de Punta Umbría, soberbias y lustrosas, seguidas por unos boquerones también locales que por su buen tamaño tomamos a la plancha, que resulta una elaboración menos habitual pero francamente sabrosa y riquísima.

Nos ofrecieron unos langostinos de allí recién cogidos y eso es algo a lo que uno no puede negarse ya que, aunque haya langostinos con más fama de procedencia, les aseguro que estos son probablemente los mejores que uno puede tomar, en mi caso cocidos es como mejor se disfrutan. Tras estos entrantes, pasamos a pedir dos principales para compartir y así contentar los antojos de todos los comensales.

Un espectacular filete de pez espada a la plancha, de corte grueso, y un lomo de merluza a la bilbaína extraordinario, más propio de otras latitudes, pero que aquí bordan de verdad. Ambos acompañados de patatas fritas, ya que aquí las ponen como en pocos sitios y resultan una guarnición perfecta, por su sabor y por no contaminar el del producto al que acompaña. Ambos pescados nos parecieron sublimes, en sabor, textura y punto.

La comida estuvo bien regada por un buen blanco de bodegas Torres que elegimos de su amplia carta de vinos, de las mejores de la zona. Para terminar, otro clásico de la casa es el helado del famoso brandy onubense Luis Felipe y que, con el toque del chorrito del propio brandy y unos piñones por encima, resulta fantástico.

Como habrán podido percibir por mis descripciones, comer en El Marinero siempre es un placer para los amantes de la buena mesa. Ya sea para picar algo en barra, para ir de raciones de forma más distendida o para disfrutar de un verdadero homenaje culinario, este lugar reúne todas esas opciones y es capaz de atenderlas de manera sobresaliente.

Estamos ya inmersos en la temporada veraniega y ante el bullicio que suele rodear los sitios playeros, hay que saber buscar refugios donde la calidad del producto y el buen manejo del mismo, nos permitan seguir disfrutando a los amantes de la buena comida. El Marinero en Punta Umbría es un acierto seguro en las quinielas de las buenas mesas veraniegas y del resto del año.

El Marinero en Punta Umbría

Valoración:

  • Comida: 5

  • Atención: 4

  • Ambiente: 3

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