‘El rastro de su voz’, un eco que ya puebla librerías

Acompañado por Alfonso Merelo, padrino en el acto y apoyo durante la elaboración de la obra para el autor, y de Francisco Javier Carmona, responsable de la editorial Abecedario, Sánchez se dirigió a un público ávido de escucharle y más aún de ‘hincarle el diente’,  a su libro, acto que supo inducir con sus palabras repletas de pasión hacia algo que comenzó siendo un eco en su mente y que ya es una realidad de la que disfrutar tras un largo trabajo. Una realidad que le hace eterno.

En un momento de la presentación expuso el argumento de la obra, un planteamiento aparentemente sencillo repleto de tramas que atrapan al lector. Martín, un niño de 11 años, tiene a su madre enferma tuberculosis y es internado en un orfanato. Antes de separarse de ella ésta le lega un disco de pizarra que grabó antes de él nacer. “Grabó una canción y con ella burló la maldición del tiempo, le sobrevivirá”, afirma Sánchez, a la vez que recuerda que la mujer le previene de la presencia de un coleccionista que ha intentado comprárselo pero se ha negado y le avisa que él tampoco lo venda. “Conforme pasan los años conoce personajes y quiere saber qué pasa con el disco, por qué es único y por qué lo quiere en su colección y página a página se descubrirá. Se relatan 10 años de su vida y el disco va a complicarle las cosas. Y se ve en tesituras complicadas”, explicó el autor, que reconoció que “se lo he hecho pasar mal al personaje aunque salve los obstáculos” y afirmó que “si quieres conquistar a un lector tienes que hacerle daño en el corazón”.

Francisco Javier Carmona, el editor que se ha arriesgado con esta novela, detalló que “hoy en día publicar un libro es costoso y vender lo más” y que en el mundo actual del “estrés en el que vivimos” parece que cuesta sacar tiempo para regalarnos las “sensaciones irrepetibles” que aportan las páginas de un libro. En el caso de Abecedario cada obra presentada pasa por tres estudios hasta que ve la luz y ‘El rastro de su voz’ es una de las 20 obras que lo ha logrado tras presentarse más de 400. Del autor onubense dijo que “ha sido un auténtico placer conocer a persona como Antonio. Valoro mucho en la vida la actitud de la gente y libros se escriben mucho pero una obra como ésta sólo la puede escribir una persona con su actitud, es digna de leer”.

Alfonso Merelo, con el que Antonio Sánchez entabló un ameno diálogo, recordó que leyó una “versión avanzada” de la obra por el mes de junio y resaltó la “habilidad o suerte” del autor de ser cinéfilo y saber plasmar una “influencia tremenda” en el libro de todo el cine negro y de terror que tanto le gusta. “Van a ver referentes frikis, de los que ha bebido”. Además expuso que “eso no es malo para el libro porque tiene lugares comunes”. Asimismo resaltó que la obra “habla de Huelva de una etapa muy concreta, de los años 50, otra de las características del libro”. Pero sobre todo subrayó que “para ser una primera obra está construida de una manera muy eficiente y no parece novato aunque lo sea”.

Por su parte Antonio Sánchez, habituado a dirigirse a la audiencia a través de las cámaras en un plató durante el informativo, en un magacín o en el marco de cualquier retransmisión de las muchas y buenas que hace Huelva TV, se confesó “nervioso” y “no acostumbrado a hablar para la gente” en directo. Pero esos nervios fueron superados por la ilusión que brillaba en sus ojos en su día grande, el esperado, la primera recompensa a tanta dedicación.

La obra vino con un regalo muy especial, un ‘book tráiler’, un video promocional de dos minutos en el que la novela se hace imágenes a través de estampas de la Huelva antigua que se tridimensionalizan añadiendo modernidad a su tez clásica, pedazos de la época que envuelve a la historia, y a la que se suma la interpretación de su compañero televisivo Kiko Ruiz. Es sólo una muestra más que todo es cuidado y nada está dejado al azar. “El libro tiene un proceso bastante importante, pero no se tiene quedar en las páginas, hay que ‘envolverlo en celofán’ y no tienes sólo un libro sino también un producto. Están las librería, internet, televisión, las redes sociales y queríamos hacer un video especial, algo distinto”.

Este espacio se destilan los aromas y penumbras del  “orfanato con trazas de mansión embrujada”, habitada por personas atormentados por sus recuerdos en la que se desarrolla una “intriga de luces y sombras ambientada en el espejismo de una Huelva olvidada, entre las tinieblas de la posguerra a la los albores de una ciudad devorada por la modernidad”.

Sobre la génesis de la obra, Sánchez relató que muchas veces tuvo que desandar el camino recorrido para buscar un nuevo punto de partida. “En el puente de la Inmaculada de hace tres años comencé a escribir, pero no era ‘El rastro de su voz’, era otra cosa muy distinta. Tenía claro que quería hablar de un disco. Y primero comencé con un grupo de música y todas aquellas leyendas del rock y discos puestos al revés, pero después cambié por algo que pareciera real y pasé de la década de los 70-80 a los 30-40”, relató el autor, que agregó que se sumergió “la intrahistoria de cada uno de esos discos” y que se sorprendió porque en algunos casos “pagaron fortunas” por ellos. El siguiente paso fue “llevar historia a la época clásica de Huelva y sus postales antiguas” que hacen que aquella ciudad no tenga “nada que envidiar a otras ciudades y películas”. Entonces echó atrás 400 paginas y para ir “otra vez desde el principio”.

Después de todo reconoció que “la historia era otra pero ha quedado mucho mejor”. Ahora muestra “un disco que tiene un secreto”, uno del que no tiene “constancia” que se hubiera hecho antes, ya que como dijo Alfonso Merelo “nunca un disco ha traído tanta cola”. A ese disco le buscó la singularidad añadida de que sólo había una copia y la pone en manos de un niño amenazado por un coleccionista extraño que se lo quiere comprar. “Ha sido un proceso duro y arduo”, apuntó Sánchez.

En cuanto a la ambientación de la época el autor expuso que “si no has conocido de cerca esa época y sólo tienes anécdotas de padres y abuelos no puedes vivirla y pensé en condenar al personaje en una de esas cárceles del auxilio social”. En esa época allí acababan los niños que no tenían familia que se hiciera cargo de ellos, como Martín, el protagonista, que no tiene padre y su madre está enferma de tuberculosis.

Ese orfanato se llama San Nicolás, no existía, pero Sánchez se inspiró en lo que se conocía como “el chalet del Sordo, donde está el Colegio Santo Ángel, lo que se conoció como Villa Conchita”, que fue propiedad de un alcalde de Huelva, el sordo, campeón de esgrima, y al que una vaquilla lo mató por la espalda y su viuda convirtió el edificio en un orfanato.

El autor quiso aclarar que “no es una novela histórica, ya hay muchas y no me gustan. Está ambientada en un momento muy concreto, 45 al 54, entre las dos últimas nevadas”. Añadió que “no es novela de postguerra, encajaba bien en la época, pero es una ficción que podría ocurrir en otro lugar o tiempo”. Puestos a poner etiquetas escogió las del “género negro, suspense, aventuras, misterio, también amor y punto humor costumbrista”. Ahí Alfonso apuntó que usar recursos de todos los géneros es una cosa buena y aceptable”.

Emotivos agradecimientosEste capítulo fue uno de los más emocionantes de la presentación. La primera persona es Manuel Jesús Soriano, escritor onubense que Sánchez considera “mi padrino” y que “tiene la culpa de todo”. Y es que “si él un día no me aprieta no me lanzo a escribir esto. Siempre me ha gustado crear y fantasear, escribir, era una asignatura pendiente, pero cuando lo he intentado he visto que no servía. Él me aprieta y le pongo actitud para probar suerte, sobre todo viendo lo mal que está la profesión”, confesó.

También se acordó de su mujer Vanesa, a quien dedica un te quiero y unas palabras para agradecer su apoyo y que “no me dejó que tirara la toalla cuando estaba muy dispuesto a hacerlo, porque no salía y me decía ahora no”. También afloró el sentimiento a mencionar a sus padres y al recordar a su suegro Mariano, fallecido el 15 de agosto, y a quien “echamos mucho en falta”. En la lista también estaban el músico de Och8 Vientos César López Perea, el historiador Domingo Martín Gómez, el escritor Diego Lopa, entre otras muchas personas que han puesto su granito de arena de un modo u otro en ‘El rastro de su voz', que pretende dejar huella.