El Recreativo de Huelva volverá a visitar uno de los campos más clásicos del fútbol modesto, una reliquia del pasado con encanto británico y aroma de historia. El vetusto recinto del Yeclano Deportivo, inaugurado en 1944, mantiene intacto su espíritu original y es considerado uno de los fortines más difíciles del grupo.

El Recreativo de Huelva volverá este fin de semana a un escenario con alma y sabor añejo: el estadio de La Constitución, en Yecla. Un campo que se resiste al paso del tiempo y que representa a la perfección la esencia del fútbol de siempre, ese que huele a linimento, a grada pegada al césped y a ambiente de barrio.
Inaugurado en 1944, este recinto alberga los partidos del Yeclano Deportivo y cuenta con capacidad para unos 4.000 espectadores. Sus dimensiones -101 por 61 metros- y su césped natural lo convierten en un terreno de juego particular, donde el contacto, la intensidad y la cercanía del público se sienten desde el primer minuto.
Un campo que impone respeto
La Constitución no es solo un estadio, es una experiencia. Sus gradas de chapa y cemento, tan próximas a las líneas laterales, generan un ambiente eléctrico que intimida a cualquiera. Los muros, las columnas que sostienen la cubierta y el eco de los cánticos recuerdan a los viejos campos ingleses, donde el fútbol era pasión y sentimiento de pertenencia.
En Yecla, el fútbol se vive con la piel. Sus aficionados animan a escasos metros de los jugadores, y eso se nota en cada balón dividido. Para muchos rivales, jugar allí es sinónimo de desgaste físico y mental. El Recreativo lo sabe bien: en cuatro visitas al recinto murciano, tres terminaron con derrota.
La remodelación, a la espera
Aunque desde 2023 existe un proyecto para modernizar el estadio, las obras siguen sin iniciarse. El plan contempla nuevas gradas, iluminación y accesos, pero por ahora el tiempo parece haberse detenido entre las columnas de hierro y los pasillos de cemento que lo caracterizan.
Esa falta de reformas, sin embargo, también es parte de su encanto. La Constitución conserva la autenticidad que muchos estadios modernos han perdido. No hay lujos ni artificios: solo fútbol, cercanía y una atmósfera que transporta a otra época.
Un rival sólido en casa
Con 14 puntos en la tabla, el Yeclano Deportivo ha hecho de su estadio un auténtico bastión. Los equipos que lo visitan se topan con un conjunto intenso, disciplinado y empujado por una afición fiel que llena las gradas en cada jornada. Bajo la dirección del maño Iván Martínez, los azulgranas han sabido mantener viva la identidad de un club humilde que, más que un equipo, representa el orgullo de toda una ciudad. En cuatro partidos que llevan disputados en la Constitución, tres acabaron en victoria y solo el Lorca Deportiva arrancó un empate a cero.
Cuenta con una plantilla humilde. Del grupo de la pasada campaña en Primera Federación, solo cuenta con Martí. El resto son fichajes, con mayoría de jugadores procedentes de otros equipos murcianos o de la zona de Aragón, de donde es su técnico, en especial el Ejea. Todos destacan por su humildad, aunque hay que resaltar a Josema, líder de la zaga. El defensa central madrileño de 33 años sabe lo que es jugar en equipos importantes de la antigua Segunda B, además de la Segunda RFEF y Primera Federación. No destaca por ser un equipo goleador, solo nueves tantos, de los cuales dos fueron anotados por Jorge Domínguez, ex del Teruel y Linares.
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