Restaurante Azabache: «Todo un símbolo de Huelva que mantiene su esencia»
Uno de los grandes estandartes de la cocina onubense se mantiene con pie firme tras los muchos rumores. Calidad máxima y regularidad siguen siendo su bandera. Su barra, entre las mejores de España
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Luis Marquínez
Huelva
Es cierto que aún no habíamos hablado de este grandísimo restaurante y tras un verano convulso de rumores de venta y alguna que otra inclemencia que por suerte quedó en nada, podemos afirmar con certeza que Azabache se mantiene firme en lo que siempre ha sido. Sinónimo de calidad en sus productos, de atención exquisita, de buen ambiente, de muy buena relación calidad-precio y de una regularidad que asombra, sin duda un baluarte seguro donde disfrutar de una de las mejores mesas de la provincia y uno de los referentes gastronómicos onubenses más destacado fuera de nuestras fronteras.
Simplemente ha habido movimientos internos de índole empresarial que no afectan en nada al comensal y de que además han ido un poco más allá iniciando una colaboración con el restaurante Raíz situado en el complejo deportivo La Miya, que en breve podremos visitar y comentaremos.
Quien haya visitado esta santa casa sabe de lo difícil que resulta conseguir mesa, en barra o en el comedor, pero siempre te reciben y atienden con una cordialidad máxima e intentando que nos sintamos como en casa. Ver salir al propietario Juan en tu busca cuando atraviesas la puerta, ya te alegra la visita y seguro que te busca un rincón o te emplaza a volver en un rato para atenderte como a el le gusta. Tanto Isabel como el resto del equipo conforman claramente una orquesta bien afinada y dirigida con maestría, nada desafina para que la melodía gastronómica sea perfecta.
Una carta base de las que hacen salivar y dudar a cualquiera, y una cantidad de sugerencias y platos de temporada que cada vez van a mas y sorprenden por su perfecta ejecución. Chacinas, pescados, mariscos, carnes y guisos con un producto de máxima calidad son su bandera.
En esta última visita, hemos disfrutado en la zona de barra, en sus mesas altas, que para uno son el sitio perfecto donde han sabido conjugar el buen servicio en mesa con el ajetreo del bueno propio de una barra de postín, ya que sin duda para el que les habla estamos ante una de las mejores barras de España.
Comenzamos con lo que para mí son casi platos obligados, una tapa de asadura o hígado aliñado, que lo ponen glorioso y una ración de ensaladilla de gambas, original y sin duda de las mejores que he probado, donde el peso de gamba pelada iguala al de patata y zanahoria, sublime.
Los que me habéis leído con anterioridad sabéis que me gusta probar muchas cosas y suelo pedir al centro para compartir. De esta forma me monto mi mini menú degustación de ese día.
Seguimos con alguno de sus fritos que son una debilidad, bien ejecutados y nada grasientos. Gambas rebozadas de las de verdad y hechas al momento y también unos filetes des rape empanados de los que te transportan a la infancia, buenísimos.
Huevos de choco a la plancha, que pasa por ser uno de sus platos icónicos, por el que la gente hacia la visita para probarlos y que conviene reservarlos por que se suelen acabar, jugosos y exquisitos.
Tartar de atún rojo, un plato absolutamente maltratado en muchos lugares pero que aquí tratan con mimo tanto en la calidad del producto utilizado como en la sutileza de su aderezo.
Y para finalizar otros dos de sus platos estrella, un pescado entero de los grandes frito en taquitos sobre su propia espina a modo de canastilla, una forma original y deliciosa de disfrutar de estos reyes del mar, en este caso fue un rodaballo. Y culminamos con su glorioso atún con tomate. Aquí se nota el producto, ventresca de la buena, el tomate hecho a fuego lento y un saber hacer que lo deja en un punto soberbio, que se deshace en la boca.
No faltaron ganas de añadir uno de los guisos profundos que tan bien maneja Juan, como sus fabes o sus callos, pero ya el estómago no daba más de sí.
Todo regado con un buen vino de su amplia carta donde de verdad se puede disfrutar de verdaderas joyas a un precio muy contenido.
La verdad es que podría uno seguir hablando eternamente de este lugar, son tantos los momentos buenos disfrutados en esta casa, desde sus arranques en Hernán Cortes hasta este actual. Todo un símbolo en la ciudad al que todos queremos ir y que nunca falla.
Yo siempre digo que cuando la gastronomía esta siendo invadida por grupos empresariales que hacen que todo sea global y se coma igual en todas partes, poder tener refugios de autenticidad de este tipo es un verdadero lujo que tenemos que cuidar. En Huelva por suerte disfrutamos de varios, pero no nos durmamos que de verdad que se están convirtiendo en verdaderas especies en extinción, por la inflación, el em4rcado laboral, las regulaciones, los legislaciones impositivas y laborales, miles de circunstancias que hacen que la aventura del hostelero sea casi prestidigitación.
Gracias Azabache por hacernos tan felices y por suerte, tan a menudo.
- Barra para tapear
- terraza
- comida de negocios
- cruzcampo
- cuchareo
- niños
Comida
5/5Servicio
5/5Ambiente
4/5- Mariscos
- Tradicional
- Carnes
- Quesos
- Guisos
- Arroces
- Productos ibéricos
- Gambas
- Coquinas
- Dorada a la sal
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