Tramatizado
'Un hombre de Florida': el principio de Peter también afecta a los delincuentes
No toda producción tiene que ser ‘Juego de tronos’, no toda historia tiene que ser épica e inolvidable
El principio de Peter (Sánchez)

Dice el principio de Peter que toda persona asciende en su entorno laboral hasta que alcanza su punto de mayor incompetencia y ahí deja de ascender. Es decir, cuando lo hacemos bien nos ascienden, y otra vez, y otra, hasta que dejamos de hacerlo bien y ya no nos ascienden más. Por ello, alcanzado ese momento, estaremos realizando el trabajo que peor se nos da el resto de nuestra vida. Lo formuló Laurence J. Peter en sus estudios sobre la jerarquía de las organizaciones. Coincido de pleno con su observación, pero me gusta más la de Ortega y Gasset que dijo que «todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes». Creo que solucionó España en un aforismo, pero nos faltan genitales para llevarlo a cabo.
Se ve que en el mundo del crimen y la delincuencia este principio también opera. Desde luego opera claramente en ‘Un hombre de Florida’ , la comedia negra de Netflix. Le han dado poco bombo y parece que ha pasado desapercibida, pero he de decir que es una miniserie entretenida y fácil de ver. En ella vemos la espiral de errores, desastres y desafortunadas coincidencias que llevan a Mike Valentine, un expolicía cuya placa se la llevó la ludopatía, desde Filadelfia hasta su Orlando natal. Lo hace obligado a trabajar para un mafioso en compensación por sus deudas de juego. Un poco cliché, lo sé, pero a veces los clichés se agradecen y le quitan complejidad a la cosa. Allá que va el malo de Valentine en búsqueda de la novia del mafioso que se acaba de fugar. Un macguffin de manual, pero un tanto atípico ya que, en lugar de perseguirlo hasta el último capítulo, lo encuentra en el primero .
Y desde ahí conoceremos a secuaces, familiares, matones y policías corruptos a cada cuál más incompetente. Vamos que yo a esta gente no le encargaría ni robarle un caramelo a un niño. Y ahí está la comedia. Cada plan es un desastre seguido de otro mayor que intenta arreglar el primero. Y todo por encontrar un cofre de oro español hundido en la costa de Florida. Este es el macguffin real de la serie.
La serie no tiene grandes pretensiones, no se toma demasiado en serio y por eso funciona. Los giros de guión son sorprendentes, las actuaciones aceptables y la resolución de la historia es correcta y melancólica en la cantidad justa.
Igual ha llegado el momento de que las plataformas hagan más series de este tipo. No toda producción tiene que ser ‘Juego de tronos’, no toda historia tiene que ser épica e inolvidable. A veces los espectadores sólo queremos entretenernos y ver a gente meter la pata en situaciones cómicas y mundanas sin que el destino del planeta o el universo esté en peligro. Sí, os miro a vosotros, Marvel-Disney y DC .