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El Sergi más hundido y más autocrítico
12.30 h. El técnico está pasando sus momentos más críticos desde que llegó al Decano. La afición ya ha dictado sentencia y quiere que se marche. Admite no encontrar soluciones ante el bajón de juego y resultados del equipo y se señala como el principal culpable, aunque también deja caer que los impagos del club están haciendo mella en sus futbolistas y que hay distanciamiento con la zona noble.

La afición del Recreativo de Huelva dictó sentencia el pasado domingo en el encuentro ante el Alavés, saldado con una vergonzosa derrota ante el colista de la Segunda División, que le dio un auténtico baño al Decano. Para los vitorianos pareció un entrenamiento con público. Con muy poco público, ya que sólo cinco mil aficionados se dieron cita en el Nuevo Colombino pese a que el conjunto onubense se estaba jugando buena parte de sus opciones de ascender a la Primera División. Los seguidores albiazules están muy quemados tras el estrepitoso bajón de juego y resultados de los últimos meses de competición y por primera vez en el más de año y medio que lleva el catalán como técnico del Recre pidió a gritos la dimisión de Sergi Barjuan. Ya era 'vox populi' que no había buena sintonía entre la afición y el míster, algo que podía deducirse de la opinión de los socios en las redes sociales, pero todavía no se había escuchado el 'Sergi, vete ya'. Y eso sí que sucedió el domingo tras la esperpéntica imagen ofrecida por el Decano.
Pero esta vez Sergi no estuvo gallito, ni envalentonado, ni hipócrita en la sala de prensa del estadio albiazul a la hora de explicar las conclusiones de la derrota, sino pausado, sincero y algo derrotado y cabizbajo. Desde que el club instó a que hubiera paz social hace un par de semanas, el entrenador del Decano ha estado muy comedido en sus declaraciones e incluso en lo deportivo ha hecho dos alineaciones bastante lógicas en los partidos frente al Deportivo de la Coruña y el Alavés y no ha tirado de onces surrealistas y desordenados como por ejemplo ante la Ponferradina. El domingo Sergi conversó amable y honestamente con los periodistas y, a diferencia de lo que venía siendo habitual en él, esta vez sí que reconoció sin paños calientes que su equipo hizo un partido horroroso y entonó el 'mea culpa' siendo autocrítico y señalando que él era el principal culpable de la derrota.
Se le vio bastante tocado y hundido. Es consciente de que su ciclo en Huelva toca a su fin y de que no cumplirá el tercer año de contrato que le queda. Afirmó que le cuesta encontrar soluciones para frenar la espiral negativa en la que está inmerso el Recre, tanto a nivel individual por parte de la mayoría de sus futbolistas, como colectivo. No sabe si el problema es físico o psíquico, pero el caso es que el Decano se está mostrando muy blando, fallón y sin intensidad sobre el terreno de juego, y eso en gran parte es culpa suya, ya que no está sabiendo motivar a su grupo. Disputar los 'play-offs' de ascenso es ya un objetivo quimérico viendo las sensaciones del equipo albiazul, aunque es cierto que en el fútbol las cosas cambian de una semana a otra y que matemáticamente el Recre sigue bastante vivo. Es cuestión de ganar un partido y cortar la mala racha, pero es que ahora sea cual sea el rival nadie es optimista sobre que el Decano pueda ganar algún encuentro más de aquí al 6 de junio.
A nivel público Sergi ha recibido recientemente, y siempre, el respaldo de su presidente, Pablo Comas, pero ya empieza a haber distanciamiento entre ambos. Y se nota en las ruedas de prensa del míster catalán. Por ejemplo, el domingo insistió en que él nunca ha hablado de 'play-off' de ascenso y que ese objetivo se lo marcó el consejo de administración. Y habló de que está habiendo muchas adversidades que afectan al rendimiento de sus futbolistas en el terreno de juego. Sin nombrarlo, dejó clarísimamente entrever que se refería a los tres meses que le adeuda el club a sus profesionales. El míster catalán está viviendo sus peores días desde que llegó al Decano. Incluso lo está pasando peor que cuando la pasada temporada encadenó cuatro derrotas seguidas. Todo se le ha vuelto en contra y el final de Liga se puede convertir en un auténtico calvario para él y para su equipo.