Carnaval Colombino > sexta sesión de preliminares

Una de pobres y malvados

12.55 h. La sexta noche de preliminares en el Gran Teatro se vivió como una película donde fueron protagonistas por igual los de mal corazón y los humildes que se conforman con poco. ‘Jhonny El Serpiente’ y ‘Los malos’ pusieron la nota oscura mientras ‘El tonto del bote’ enseñó modestia. Completaron la sesión el cuarteto ‘La herencia’ y las murgas ‘Los arrepentíos’ y ‘Festival Benéfico Los Flamencos de Doñana’.

Una de pobres y malvados

Huelva24

Huelva

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Aunque comienza el mes preferido de los carnavaleros, son pocos los que han acudido al Gran Teatro de Huelva para celebrarlo. Sin embargo, el público que ha venido a disfrutar en directo de la sesión está entregado a sus agrupaciones. 

Una de pobres y malvados

Cuando algunos aún siguen hablando de la comparsa anterior, se presenta el único cuarteto que este año compite en el carnaval colombino. ‘La herencia’ trae a un padre moribundo y a sus aprovechados hijos. Distintos personajes ayudan a que el pobre enfermo termine su vida lo antes posible, con la intención de recibir una suculenta herencia. Sin embargo, parece que su vida pende de un hilo de acero. Logran sacar alguna que otra risa entre el poco público.

Antes del descanso, otra comparsa. Esta vez viene desde Valverde del Camino, y continúan con el rol de los primeros bajo el nombre de ‘Los malos’. Son unos lobos con piel de cordero, muy explícito en el disfraz. Aunque, en este repertorio, no han explotado la maldad que llevan dentro. Así lo confiesan en su estribillo: por carnaval se vuelven más buenos que la meloja, a través de melodías agradables.

Una de pobres y malvados

Por tercera noche consecutiva, Punta Umbría visita el Gran Teatro. Ahora es ‘El tonto del bote’ el que le canta a la capital onubense. Traen un tipo distinguido, aunque vengan sucios. De la cabeza de este tonto -que de tonto no tiene un pelo- nacen motivos de la fiesta de la alegría. Por ella, el tiempo se para en la vida de este vagabundo, como muestra su reloj roto cuyas arterias son serpentinas de colores. De la pluma de Enrique Orta nace un grupo reinventado con la esencia de siempre, con letras valientes como el pasodoble a las ausentes comparsas de Isla Cristina.

Y para cerrar, los poquísimos asistentes disfrutan de una murga de Alcalá de Guadaira. Cantaores, guitarristas y palmeros consiguen montar el ‘Festival Benéfico Los Flamencos de Doñana’ en un periquete. Con patillas y pelo largo arrancan risas sinceras desde la presentación. Dicen ser altruistas, y nunca se niegan a colaborar por una obra benéfica… aunque quizás el festival pierda dinero al invitarlos a comer. 

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