Concierto de Cómplices en El Portil

Tiempo de lírica esencial y nuevos vientos

El dúo Cómplices triunfó en El Portil con un concierto evocador, donde no faltaron las grandes canciones que les definen como inconfundible y auténtico. El público cantó con ellos ‘Es por ti’, ‘Ojos gitanos’, ‘Nada es para siempre’ o ‘Los tejados’, pero sobre todo el himno de Golpes bajos ‘Malos tiempos para la lírica’, interpretado junto al grupo onubense Och8 Vientos.

Tiempo de lírica esencial y nuevos vientos

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Dos horas para refrescar el sello musical de una época que será eterna, que pasó y sigue viva, porque los 80 se han paseado con garbo por las décadas siguientes. Algunos de los grupos que integran este periodo dorado de la música nacional le corresponden con un vigoroso espíritu juvenil que brota de rostros con la huella de muchos conciertos. El último de los 25 años pasados y el primero de los que quedan ofreció en la noche del viernes el grupo de los 90 pero con raíces ochenteras Cómplices. En el Royal Beach Club de El Portil, Teo Cardalda y María Monsonís reinterpretaron los grandes temas que les han acompañado como pareja musical y sentimental, dos facetas unidas por una autenticidad patente en el escenario.

Así el numeroso público reunido disfrutó cantando canciones tan especiales como ‘Es por ti’, ‘Ojos gitanos’, ‘Hoy necesito’, ‘Nada es para siempre’, Los tejados’, ‘Dama del río’ o Sonrisa plateada’, entre otras, que estuvieron salpimentadas por pedacitos de versiones del ‘No woman no cry’, de Bob Marley ‘Piano man’ de Billy Joel  ‘o incluso el ‘Bailar pegados', de Sergio Dalma.

Cómplices demostró lo que son, una pareja artística con complicidad a la hora de unir voces y sensibilidades, que respeta la música, que la sienten y les acompaña como un modo de vida, por encima de la fama y los éxitos más o menos duraderos, encarnando un marchamo inconfundible, una esencia propia en diferentes acordes e historias totalmente reconocible.

Algunos temas tuvieron el enriquecimiento aportado por la guitarra de César López Perea, alma mater del grupo onubense Och8 Vientos, que previamente abrieron la noche con sus componentes presentando un avance de lo que será un nuevo disco de estudio y que dejó un buen sabor de boca.

Con todos los artistas de la velada en el escenario llegó el momento culmen de la madrugada al recurrir a todo un himno de Golpes bajos como ‘Malos tiempos para la lírica’, un recuerdo para Germán Coppini, fallecido el año pasado, pero dedicada con mucha intención por Teo al ministro de Cultura, José Ignacio Wert. Cantaron todos en un interesante encuentro intergeneracional al que se sumó el coro aportado por el público presente, en pie y más cerca que nunca del escenario.

Todos demostraron que aunque son malos tiempos para la lírica, ésta sigue serpenteando por ellos, escurridiza para las manos de los avatares que se presentan, habitando música con alma y ahora impulsada por nuevos vientos.

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