La pieza del mes: Guevara
Las puertas de la percepción
MUSEO PROVINCIAL
Los encargados de vindicar en Huelva la figura de un paisano ilustre corrió a cargo del pintor pobleño Víctor Pulido y el doctor en Historia del Arte Jesús Velasco
Los asistentes pudieron conocer un poco más a un artista plástico de proyección internacional mas poco conocido en su propia tierra

«Si las puertas de la percepción se purificaran, todo se le aparecería al hombre como es, infinito». William Blake, poeta y pintor inglés del XVIII cuya obra está dotada de idealizaciones fantásticas dotadas de un fuerte simbolismo
En la tarde del pasado jueves y ante un reducido número de aficionados al arte y artistas tan reconocidos como Enrique Romero Santana, Pilar Barroso, Pedro Rodríguez, Sämir Assaleh, Domínguez Rivas o Víctor Pulido, se presentaba en el Museo Provincial (1) la pieza del mes, en esta ocasión uno de los trabajos más conocidos de José Guevara Sández (Puebla de Guzmán, 1926. Huelva, 2010), o sería más conveniente una de sus técnicas más conocidas, como es la combustión del óleo. Los encargados de vindicar en Huelva la figura de un paisano ilustre corrió a cargo de dos personas con sobrados conocimientos de la vida y obra del pintor pobleño, Víctor Pulido, excelente y reconocido artista que acompañó a Guevara durante largas estadas en París o en Millán, además de acompañar fielmente a su amigo en los últimos años de su existencia, cuando regresa a Huelva ya muy mayor y tras medio siglo recorriendo, y triunfando, con su arte por medio mundo. Junto a Víctor Pulido se encontraba el doctor en Historia del Arte Jesús Velasco, toda una autoridad en las tendencias artísticas contemporáneas y auténtico vademécum de las artes plásticas en Huelva.

Los asistentes pudieron conocer un poco más (2) a un artista plástico de proyección internacional mas poco conocido en su propia tierra. Iniciado en la desaparecida Academia de Bellas Artes de Huelva, de la mano de Pedro Gómez y Enrique García, su vocación y otras vicisitudes o hechos referidos a una auténtica vida aventurera, le llevaron primero a Brasil y luego a la República Oriental del Uruguay (3), donde establece residencia en la década de los cincuenta, encontrándose con pintores abstractos de cuya obra y pensamiento queda prendado. Sobre la técnica pictórica que inicia en aquellos sus años americanos, se extendió ese pozo de saber que tenemos y disfrutamos en Huelva que es Jesús Velasco (4).
La obra, la producción plástica (5) de Guevara, se interna en una suerte de abstracción poética, gracias a una capacidad innata para descubrir composiciones plenas de una belleza, aunque violenta a veces, siempre meditada. En los libros de historia del arte figura su innovación más reconocida, el óleo por combustión, un
La obra de Guevara se interna en una suerte de abstracción poética gracias a una capacidad innata para descubrir composiciones plenas de una belleza, aunque violenta a veces, siempre meditada
descubrimiento casual según narraban Velasco y Pulido, pues en cierta ocasión dejó un cuadro olvidado en una azotea sobre el que cayó un rayo, quemándolo y ofreciendo unas texturas y unas posibilidades que luego iría perfeccionando. Fue con el apoyo de un viejo documental sobre Guevara, como Pulido y Velasco reconstruyen el proceso creativo de Guevara, siendo la obra cuya ejecución muestra el No-Do, la que tiene el Museo de Huelva y que ahora expone en su planta baja.
Es amplia y exquisita la lista de pintores con los que Guevara, de la mano del comisario y marchante González Robles, coincide en numerosas exposiciones colectivas, siempre alrededor de la abstracción. Citaremos a Saura, Guinovart, Torner, Lucio Muñoz, Feito o Tapies. Velasco reconoció a una figura esencial en la historia cultural onubense, la de José Luis Ruiz, que aparte de la creación del Festival de Cine Iberoamericano, que llegó a ser toda una referencia mundial, trajo a Huelva en los años sesenta la producción artística de estos maestros de la abstracción, como muchos recordamos y agradecemos a José Luís Ruíz.
Sería a finales de los setenta cuando José Guevara traslada residencia y estudio a Italia, donde será una de las figuras más importantes del panorama pictórico. Estados Unidos, Irak, Líbano, Australia y por fin Paris, serán lugares en los que el pintor de la Puebla de Guzmán recalará de forma intermitente. Participa en las prestigiosas bienales de São Paulo, París, Venecia y Alejandría. Ya a finales de los noventa decide regresar a la ciudad de la que partió para su aventura artística y existencial, residiendo aquí hasta su fallecimiento en 2010. Guevara deja una producción de una enorme fuerza expresiva, un inusual impacto cromático y una ausencia de todo tipo
A finales de los noventa decide regresar a la ciudad de la que partió para su aventura artística y existencial, residiendo aquí hasta su fallecimiento en 2010
de ataduras a lo temporal o al espacio (6), abriendo su mente a las puertas de la percepción, como llamó a una de sus más celebradas exposiciones en París en los años noventa, poco antes de regresar a Huelva, y en la que dejó sus planteamientos filosóficos sobre el lienzo. El título de la muestra parisina no es casual. Es la que Aldous Huxley propone en su obra más conocida y que tanto influyó en las generaciones de los setenta (7). La obra de Huxley como la exposición de Guevara están intituladas con el conocido y breve aforismo de William Blake. Al fin y al cabo si prescindimos del espacio y del tiempo, todo es pura abstracción. Este es el camino que inicia Guevara desde su primer contacto en el Uruguay con el arte más conceptual, la belleza despojada de toda atadura, tal como hizo Guevara a lo largo de su vida, despojarse de todo lo material hasta alcanzar conceptos tan puros como los que pudimos conocer en una muestra que el Colegio de Arquitectos organizó en 2007, pura potencia cromática. La obra de Guevara se conserva además de la pieza que se conserva en el Museo onubense, en el Reina Sofía, en el de Arte Moderno de Buenos Aires, Museos Vaticanos, fundación Taylor de Paris, Museo Gadsden de Arte en Alabama, Museo de Arte Moderno de Melbourne, o la Galería de Arte Nacional de Roma.
(1) De Arqueología y Bellas Artes, todo junto. Hace más de cuarenta años algunos ilusos pedíamos la construcción de un nuevo espacio museístico o el aprovechamiento de alguno de los muchos espacios en estado de semiabandono que hay esparcidos por esta ciudad. Ya no es necesario petición alguna, y exigencia mucho menos, pues la clase política lleva algo así como veinte años convencida de que es necesario otro museo y andan a la greña con el asunto. Cuando los unos gobiernan lo exigen los otros, y cuando los otros gobiernan lo exigen los unos. Unos por otros, la casa sin barrer. Igual no hay unos y otros, sino sólo hunos.
(2) La asistencia fue escasa, pero de altura. Tómese como referencia a los artistas presentes en el acto y citados supra.
(3) De la mano de Víctor Pulido y de mi señor padre, que como todo el mundo en Huelva le conocía por su segundo apellido, más corto y sonoro, Sández, tuve la suerte de escucharle relatar el viaje que hizo Desde Sao Paulo hasta Montevideo en un tren que utilizaba el excedente de café, a falta de carbón, como combustible. Las peripecias de ese solo viaje, realizado a una velocidad más propia de una mula de carga, es para escribir una novela, la vida de Sández es realmente para escribir una enciclopedia.
(4) La entrada que la Real Academia de la Historia dedica a José Guevara Sández, es obra de Jesús Velasco. De ella y de otros escritos del historiador del Arte he entresacado datos contrastados para redactar esta breve crónica sobre el pintor de La Puebla.
(5) Además de pintor, Guevara fue dramaturgo y poeta. Digamos solo como curiosidad que Sández, su nombre de guerra en esta su ciudad, sonaba todos los domingos en los altavoces del antiguo velódromo, pues formó parte de la plantilla del Real Club Recreativo de Huelva antes de marchar, armado tan solo de caballete y pinceles, a recorrer esos mundos infinitos que tan sabiamente supo retratar, abstrayéndolos, en sus lienzos.
(6) Esto es algo esencial en la faceta más abstracta de Guevara, la huida de lo concreto para alcanzar a entender en un viaje muy cercano a lo psicodélico la infinitud del universo.
(7) Recuérdese el tema Break on through de Los Doors, banda que toma su nombre precisamente de la obra de Huxley, filósofo y escritor que desarrolla en su más conocida obra sus experiencias alucinógenas.