ENTREVISTA
Quique González: “Las canciones que más disfruto son las que necesitas hacer para sacártelas de encima”
El artista madrileño presenta este sábado en el Gran Teatro las canciones de ‘Las Palabras Vividas’, con las que afrontó el reto de musicar los textos del poeta Luis García Montero elaborados expresamente para él. “Escribir una canción tiene que ver con resolver un crucigrama”, asegura como compositor quien también afirma que “las melodías tienen mucho de búsqueda y un poco de inspiración”, con las que se visten las canciones que como “dogma” surgen “de la emoción y la experiencia”, con “esa magia” que precisa que “lo que estás escribiendo tuvieras que atraparlo en el aire”. Peor lleva “tratar con gente a la que le importa más el dinero que la música”. También se pregunta sobre el coronavirus “quién se está beneficiando del pánico”.

Una guitarra viaja hacia las manos de Nora mientras su padre me cuenta su ‘Bienvenida’, el emocionante regalo poético que llegó al día siguiente de la noticia de su nacimiento, unos versos cargados de la verdad de Luis García Montero. Con ellos Quique González (Madrid, 1973) tuvo el reto de musicar algo ajeno que es tan propio, de vestir con melodías lo que negro sobre blanco ya sonaba a canciones que le señalan aunque salieran de otra pluma. Es el relato de cada uno de los temas de ‘Las Palabras Vividas’, en los que se ha elevado con la inspiración y ha bajado pico en mano a la mina para encontrar en sus laberintos el camino con el que las canciones necesitadas, las que estando dentro precisan una acción de búsqueda para surgir, desembocan en composiciones redondas. Y a su modo emulándolo la pequeña Nora, ahora de año y medio, alza los brazos y atraída poderosamente persigue con la mirada las guitarras del artista, como queriendo acariciar lo que ha logrado atrapar esa magia que encierran las canciones que suenan en casa. “A ver si la engaño y quiere tocar ésta”, afirma quien tiene como trazos definitorios de su perfil tanto lo poético y lo intimista de un cantautor, como la electricidad y la rabia de un rockero. Su gira recala en en el Gran Teatro de Huelva este sábado 29 de febrero, un día que sólo existe cada cuatro años, prácticamente el tiempo que ha pasado desde su primer concierto en la capital onubense, en el que rompió el ansia de sus seguidores con un soberbio recital. PREGUNTA.- Este sábado regresa al Gran Teatro casi cuatro años después de su primer concierto para tocar nuevas canciones en el mismo escenario. ¿Qué recuerda de aquella primera vez en Huelva?RESPUESTA.- Estoy deseando ir a tocar de nuevo a Huelva. Guardo un buen recuerdo de aquel concierto. Era la primera vez que veníamos a Huelva y no esperaba un recibimiento tan bueno y un ambiente tan fantástico en el teatro. Me queda la sensación de que hicimos un buen concierto con Los Dectectives y lo pasamos muy bien. P.- En los directos siempre lleva las canciones de los discos a otro punto, ¿Qué tipo de concierto vamos a ver el sábado? R.- Es un concierto de presentación de ‘Las Palabras Vividas’, que es un disco muy especial para mí porque lo he hecho en colaboración con Luis García Montero y ha sido un disco muy acústico, aunque hay banda. Somos seis músicos en el escenario y es sensiblemente distinto a lo que hicimos con Los Dectectives, que fue un concierto más cercano al rock americano. Vamos a tratar de llevar el espíritu del disco y esa crudeza y esos paisajes sonoros con violín, trompeta, mandolina, guitarra española y contrabajo. También vamos tratar de acercar las otras canciones del repertorio a estas canciones que he escrito con Luis. P.- Estamos ante un disco aparentemente con una construcción más sencilla, con matices más suaves y no excesivos de ornamentos. Parece todo más desnudo aunque está vestido por una variada instrumentación que queda como en un segundo plano. ¿Todo eso está buscado para darle más protagonismo a la palabra?R.- Sí, exacto. Yo lo que intentaba es que la música que encontraba para las letras que me dio Luis que no distrajera ni sonara como estridente, sino que acompañara más que distraer. P.- Seleccione tres canciones del disco que quiera y cuente cosas que le gustaría resaltar sobre lo que dicen o de cómo suenan?R.- ‘Bienvenida’ por ejemplo es una canción muy especial para mí porque es una canción que Luis escribió para mi hija Nora. Le anuncié que iba a ser padre y al día siguiente me envió esa canción que para mí es una de más emocionantes que me ha regalado la vida. Me parece también especial ‘Canción con orquesta’, que tiene un aire más mediterráneo de lo que suelo hacer y como suelo sonar y tiene un desarrollo bastante complejo, aunque parezca una canción sencilla. Igual que hay canciones que tardas poco en encontrar el camino, la verdad es que en ésta estuve meses detrás de ella junto a César Pop, que es mi socio de canciones y con el que he estado trabajando en este proyecto también. Me gusta mucho también ‘Todo se acaba’, que es una canción muy larga que habla de los amores a final de verano. Es una canción yo diría que dura, pero cada vez que la tocamos se disfruta mucho. P.- El disco se llama ‘Las Palabras Vividas’. Sin haberlas escrito ¿siente como si fuera así porque hay una conexión de sensibilidad con Luis García Montero?R.- Pues la verdad es que sí. Llevo leyendo a Luis desde que era muy joven y siempre he pensado que Luis me ha dado muchas herramientas para mis propias canciones y, a parte de la afinidad personal que tenemos, de que es un amigo increíble y un ciudadano ejemplar para mí, sí que me ha ayudado a hacer mías esas canciones de una forma natural. Porque me creo a Luis y su verdad. P.- ¿Cuántas canciones de toda su carrera tienen palabras vividas?R.- Una inmensa mayoría. Mis favoritas desde luego que sí. He intentado ser siempre honesto conmigo y contar las cosas que me interesaba contar y aunque no he sido muy disciplinado a la hora de escribir canciones sí he tenido disciplina y para mí ha sido como un dogma el escribir canciones que necesitara escribir, que surgieran de la emoción y de la experiencia también. P.- ¿Cómo ha sido el proceso de musicar las letras de Luis García Montero?¿Ha implicado llevar a acabo procedimientos distintos a los que usa habitualmente cuando compone música y letra? R.- Para mí ha sido un reto. Nunca me había enfrentado a textos ajenos. Siempre con mis letras me guío más por mi intuición, por mi instinto, y todo es más maleable y puedes añadir o quitar cosas que no te gusten. Pero yo no quería cambiar nada de lo que me estaba enviando Luis, que me lo ha puesto muy fácil porque él ha escrito canciones, no poemas. Esos textos están pensados para ser canciones. Él no rima nunca en su poesía y ha demostrado su maestría escribiendo canciones como un género poético y eso me lo ha puesto muchísimo más fácil. Lo difícil ha sido encontrar el camino. De hecho, algunas canciones que me envió no fui capaz de encontrar algo que me sonara natural y las canciones que grabamos eran las que yo consideraba que estaban más redondas y que acompañaban de una forma natural la música a lo que estaba diciendo Luis. P.- Se quedaron entonces más letras en el tintero que no acabaron siendo grabadas en el disco.R.- Sí. Hay varias incluso terminadas pero que no encajaba con el ambiente del todo. Recuerdo una copla, a la que le hizo la música César, que era preciosa, una copla tipo Carlos Cano, que duraba ocho minutos pero no me vi cantando en ese género. Aunque es un tipo de música que yo admiro mucho, no estoy cerca estilísticamente y creía que no me iba a sonar natural. Lo mismo reaparece en otra voz. P.- Es maravilloso el vínculo que ha nacido entre el poeta y el cantante a partir del poema que inspiró su mítica canción ‘Aunque tú no lo sepas’, que también cantó Enrique Urquijo y que ha desembocado en ‘Las Palabras Vividas’ con el paso de los años. ¿Conoce algún caso en la música o en el arte parecido a eso que tienen entre ambos y que haya fructificado en algo artístico?R.- No lo he pensado. Sí que se han hecho discos con poetas, pero no tengo la seguridad de que se hayan hecho con este método de trabajo. Me viene a la cabeza lo que hizo Serrat con Miguel Hernández y con Machado, pero eran obras ya escritas, poemas que musicó, no era obra inédita. Un amigo, Alejandro Martínez, hizo un disco muy bonito con poemas de Gil de Biedma y aunque no tenga un ejemplo concreto, es cierto que la literatura se ha nutrido del cine y a la inversa y la música se ha nutrido de películas también y ha tenido una influencia grandísima en grandes canciones también. Todas las disciplinas artísticas están conectadas. P.- Se puede decir que ‘Las Palabras Vividas’ es un disco fruto de la admiración mutua entre Luis García Montero y Quique González y ese sentimiento es lo que también motivó la gira con José Ignacio Lapido ‘Soltad a los perros’. ¿Le alegra la vuelta de 091?R.- Pues sí, estoy contento. Yo estoy feliz si Jose está feliz. Le respeto muchísimo. Ha sido un privilegio para mí colaborar con él y hacer una gira. Me parece un auténtico maestro de las canciones, un tipo con una elegancia suprema en las cosas que dice y con un discurso muy bien armado. Es de estas personas que te están enseñando todo el tiempo sin hacerte ver que te está enseñando. Esa gira fue especial para nosotros y lo pasamos de maravilla. Estaba pensando ahora que dos de las colaboraciones que he tenido en mi vida han sido precisamente con dos artistas de Granada, con Jose y con Luis. P.- ¿Qué tiene la música que provoca resurrecciones de este tipo?R.- Tiene mucho de eso y mucho de redención también y como intérprete también te hace soltar demonios, es terapéutico. Siempre se ha dicho que tiene mucho de terapia y es una forma muy sana de exorcizar demonios. Por eso se dice que quien canta su mal espanta. Cuando cantas se te pasan los dolores y te concentras en eso y es muy primitivo también. P.- Con Luis García Montero ha explorado un perfil más poético y con la gira de Lapido otro más eléctrico. ¿Cuánto hay de rockero y cuánto de cantautor en el alma musical Quique González?R.- La canción de autor para mí no es un género en sí mismo, porque no son sólo lcantautores los que llevan una guitarra de palo y tienen una intención política. Cantautor es cualquiera que cuenta una historia, su historia, a través de una canción, de la música. A mí me gusta tocar los dos mundos, la verdad, y estar a veces más cerca de lo poético y lo intimista pero me llama mucho la atención también la electricidad y la rabia y la rebeldía del rock and roll. Y creo que a ellos dos también. Luis tiene mucho rock and roll dentro y Jose por supuesto tiene un halo poético indiscutible en todas las canciones que escribe. P.- Siguiendo con su faceta de hacedor de canciones. ¿Las melodías se sueñan, se buscan, se moldean paso a paso o llegan de una vez? ¿Qué es lo más habitual?R.- Se sueñan, tienen mucho de búsqueda y tienen un poco de inspiración también. Es algo con lo que jugar también. Es un juguete y una canción es un juego. Escribir una canción tiene que ver con resolver un crucigrama. Steve Earle, el magnífico cantautor estadounidense, dice que ‘el primer verso es inspiración y todo lo demás es trabajo’. Hay mucho de bajar a la mina y de encontrar caminos y desecharlos porque has encontrado otros que te gustan más. Es muy laberíntico. Muchas veces empiezas a escribir una canción en la que quieres contar una cosa y acabas contando otra distinta. P.- ¿Recuerda alguna de sus canciones que se le viniera a la cabeza un buen trozo de la melodía de golpe?R.- Pues sí. ‘La casa de mis padres’ y ‘Su día libre’, por ejemplo. Creo que las canciones que más me gustan y más disfruto son las que necesitas hacer para sacártelas de encima. Valoro mucho eso en las canciones esa especie de magia, como si lo que estuvieras escribiendo tuvieras que atraparlo en el aire. Lo sientes presente pero no pasa a existir hasta que lo agarras. Muchas veces también parece que no estás dando con lo que querías y pasa el tiempo y vuelves a retomar esa canción y no has escrito nada pero lo tienes todo en la cabeza y eso sucede muchas veces a todos los que nos dedicamos a hacer canciones. P.- ¿Qué es lo mejor y lo peor que se vive durante una gira?R.- Lo mejor es la convivencia, el formar parte de algo me interesa mucho. La comunicación con tu banda y la posibilidad de dialogar en el escenario a través de la música con tus compañeros y con la gente que viene a verte. Que suceda eso y comprobarlo en las caras de la gente cuando les ves desde el escenario entre el público, eso para mí es algo maravilloso. Lo peor es la responsabilidad de tener un grupo y un equipo de gente a la que estás obligado a hacer que se sientan cómodos y partícipes de lo que haces y todo lo que tiene ver con el negocio, los comerciantes del arte. Tener que tratar con gente a la que le importa más el dinero que la música es lo que peor llevo. P.- ¿Cómo cambia la vida del músico siendo padre?R.- Tienes que reencontrar tu espacio creativo de nuevo, porque tu tiempo ahora no lo marcas tú, sino tus obligaciones como padre. Pero es algo a lo que todos nos tenemos que enfrentar y tengo un montón de compañeros en esa situación que lo llevan muy bien y yo estoy como en el periodo de adaptación de mi nueva vida. P.- Vive en un lugar precioso en Cantabria. ¿Qué es lo que más valora de vivir allí? ¿Echa de menos algo de las grandes urbes?R.- Lo que más me gusta es la cercanía de la gente, el vivir con más contacto humano. Lo hay más en el pueblo en el que vivo que en una ciudad tan atronadora como Madrid. Es fácil marcar tu propio ritmo rodeado de la naturaleza, sin tantas distracciones como las que tiene una ciudad. También hay más recogimiento, más silencio. A veces echas de menos un poquito de menos cosas, pero tras un tiempo viviendo aquí me he hecho bastante a ello. El contacto humano es lo más diferencial. P.- Una de actualidad ¿Tiene miedo al coronavirus? ¿Entiende que se haya extendido este alarmismo?R.- Si haces caso a las informaciones menos alarmistas y sensacionalistas y a la estadística y al índice de mortalidad, deberíamos estar más tranquilos de lo que estamos, pero también en este mundo de la hiperinformación e hiperactividad entiendo que el miedo vende también periódicos y se transmite con mucha facilidad el pánico. Si te informas a través de la gente que sabe de esto de verdad te dicen que se está muriendo más gente por una gripe normal que por esta gripe. Si no nos alarmamos por la gripe habitual no tendríamos que estar tan alarmados con ésta. P.- Sin embargo, sorprende que siendo poco menos que una gripe común se estén suspendiendo tantos eventos importantes y otros estén en jaque. ¿No le parece extraño?R.- Pues no sé por qué pasa esto. Yo sospecho de la industria farmacéutica siempre. Habrá que pensar en quién se está beneficiando del pánico. Me sorprendía ayer el dato de que las mascarillas antes de todo esto se vendían a dos euros y ahora se están vendiendo a veinticuatro. Ahí ves lo podrido que estamos como sociedad y como seres humanos. Hay alguien que se está beneficiando siempre del mal y ahí es donde habría que apuntar.

PREGUNTA.- Este sábado regresa al Gran Teatro casi cuatro años después de su primer concierto para tocar nuevas canciones en el mismo escenario. ¿Qué recuerda de aquella primera vez en Huelva?
RESPUESTA.- Estoy deseando ir a tocar de nuevo a Huelva. Guardo un buen recuerdo de aquel concierto. Era la primera vez que veníamos a Huelva y no esperaba un recibimiento tan bueno y un ambiente tan fantástico en el teatro. Me queda la sensación de que hicimos un buen concierto con Los Dectectives y lo pasamos muy bien.
P.- En los directos siempre lleva las canciones de los discos a otro punto, ¿Qué tipo de concierto vamos a ver el sábado?
R.- Es un concierto de presentación de ‘Las Palabras Vividas’, que es un disco muy especial para mí porque lo he hecho en colaboración con Luis García Montero y ha sido un disco muy acústico, aunque hay banda. Somos seis músicos en el escenario y es sensiblemente distinto a lo que hicimos con Los Dectectives, que fue un concierto más cercano al rock americano. Vamos a tratar de llevar el espíritu del disco y esa crudeza y esos paisajes sonoros con violín, trompeta, mandolina, guitarra española y contrabajo. También vamos tratar de acercar las otras canciones del repertorio a estas canciones que he escrito con Luis.
P.- Estamos ante un disco aparentemente con una construcción más sencilla, con matices más suaves y no excesivos de ornamentos. Parece todo más desnudo aunque está vestido por una variada instrumentación que queda como en un segundo plano. ¿Todo eso está buscado para darle más protagonismo a la palabra?
R.- Sí, exacto. Yo lo que intentaba es que la música que encontraba para las letras que me dio Luis que no distrajera ni sonara como estridente, sino que acompañara más que distraer.
P.- Seleccione tres canciones del disco que quiera y cuente cosas que le gustaría resaltar sobre lo que dicen o de cómo suenan?
R.- ‘Bienvenida’ por ejemplo es una canción muy especial para mí porque es una canción que Luis escribió para mi hija Nora. Le anuncié que iba a ser padre y al día siguiente me envió esa canción que para mí es una de más emocionantes que me ha regalado la vida. Me parece también especial ‘Canción con orquesta’, que tiene un aire más mediterráneo de lo que suelo hacer y como suelo sonar y tiene un desarrollo bastante complejo, aunque parezca una canción sencilla. Igual que hay canciones que tardas poco en encontrar el camino, la verdad es que en ésta estuve meses detrás de ella junto a César Pop, que es mi socio de canciones y con el que he estado trabajando en este proyecto también. Me gusta mucho también ‘Todo se acaba’, que es una canción muy larga que habla de los amores a final de verano. Es una canción yo diría que dura, pero cada vez que la tocamos se disfruta mucho.

P.- El disco se llama ‘Las Palabras Vividas’. Sin haberlas escrito ¿siente como si fuera así porque hay una conexión de sensibilidad con Luis García Montero?
R.- Pues la verdad es que sí. Llevo leyendo a Luis desde que era muy joven y siempre he pensado que Luis me ha dado muchas herramientas para mis propias canciones y, a parte de la afinidad personal que tenemos, de que es un amigo increíble y un ciudadano ejemplar para mí, sí que me ha ayudado a hacer mías esas canciones de una forma natural. Porque me creo a Luis y su verdad.
P.- ¿Cuántas canciones de toda su carrera tienen palabras vividas?
R.- Una inmensa mayoría. Mis favoritas desde luego que sí. He intentado ser siempre honesto conmigo y contar las cosas que me interesaba contar y aunque no he sido muy disciplinado a la hora de escribir canciones sí he tenido disciplina y para mí ha sido como un dogma el escribir canciones que necesitara escribir, que surgieran de la emoción y de la experiencia también.
P.- ¿Cómo ha sido el proceso de musicar las letras de Luis García Montero?¿Ha implicado llevar a acabo procedimientos distintos a los que usa habitualmente cuando compone música y letra?
R.- Para mí ha sido un reto. Nunca me había enfrentado a textos ajenos. Siempre con mis letras me guío más por mi intuición, por mi instinto, y todo es más maleable y puedes añadir o quitar cosas que no te gusten. Pero yo no quería cambiar nada de lo que me estaba enviando Luis, que me lo ha puesto muy fácil porque él ha escrito canciones, no poemas. Esos textos están pensados para ser canciones. Él no rima nunca en su poesía y ha demostrado su maestría escribiendo canciones como un género poético y eso me lo ha puesto muchísimo más fácil. Lo difícil ha sido encontrar el camino. De hecho, algunas canciones que me envió no fui capaz de encontrar algo que me sonara natural y las canciones que grabamos eran las que yo consideraba que estaban más redondas y que acompañaban de una forma natural la música a lo que estaba diciendo Luis.
P.- Se quedaron entonces más letras en el tintero que no acabaron siendo grabadas en el disco.
R.- Sí. Hay varias incluso terminadas pero que no encajaba con el ambiente del todo. Recuerdo una copla, a la que le hizo la música César, que era preciosa, una copla tipo Carlos Cano, que duraba ocho minutos pero no me vi cantando en ese género. Aunque es un tipo de música que yo admiro mucho, no estoy cerca estilísticamente y creía que no me iba a sonar natural. Lo mismo reaparece en otra voz.

P.- Es maravilloso el vínculo que ha nacido entre el poeta y el cantante a partir del poema que inspiró su mítica canción ‘Aunque tú no lo sepas’, que también cantó Enrique Urquijo y que ha desembocado en ‘Las Palabras Vividas’ con el paso de los años. ¿Conoce algún caso en la música o en el arte parecido a eso que tienen entre ambos y que haya fructificado en algo artístico?
R.- No lo he pensado. Sí que se han hecho discos con poetas, pero no tengo la seguridad de que se hayan hecho con este método de trabajo. Me viene a la cabeza lo que hizo Serrat con Miguel Hernández y con Machado, pero eran obras ya escritas, poemas que musicó, no era obra inédita. Un amigo, Alejandro Martínez, hizo un disco muy bonito con poemas de Gil de Biedma y aunque no tenga un ejemplo concreto, es cierto que la literatura se ha nutrido del cine y a la inversa y la música se ha nutrido de películas también y ha tenido una influencia grandísima en grandes canciones también. Todas las disciplinas artísticas están conectadas.
P.- Se puede decir que ‘Las Palabras Vividas’ es un disco fruto de la admiración mutua entre Luis García Montero y Quique González y ese sentimiento es lo que también motivó la gira con José Ignacio Lapido ‘Soltad a los perros’. ¿Le alegra la vuelta de 091?
R.- Pues sí, estoy contento. Yo estoy feliz si Jose está feliz. Le respeto muchísimo. Ha sido un privilegio para mí colaborar con él y hacer una gira. Me parece un auténtico maestro de las canciones, un tipo con una elegancia suprema en las cosas que dice y con un discurso muy bien armado. Es de estas personas que te están enseñando todo el tiempo sin hacerte ver que te está enseñando. Esa gira fue especial para nosotros y lo pasamos de maravilla. Estaba pensando ahora que dos de las colaboraciones que he tenido en mi vida han sido precisamente con dos artistas de Granada, con Jose y con Luis.
P.- ¿Qué tiene la música que provoca resurrecciones de este tipo?

P.- Con Luis García Montero ha explorado un perfil más poético y con la gira de Lapido otro más eléctrico. ¿Cuánto hay de rockero y cuánto de cantautor en el alma musical Quique González?
R.- La canción de autor para mí no es un género en sí mismo, porque no son sólo lcantautores los que llevan una guitarra de palo y tienen una intención política. Cantautor es cualquiera que cuenta una historia, su historia, a través de una canción, de la música. A mí me gusta tocar los dos mundos, la verdad, y estar a veces más cerca de lo poético y lo intimista pero me llama mucho la atención también la electricidad y la rabia y la rebeldía del rock and roll. Y creo que a ellos dos también. Luis tiene mucho rock and roll dentro y Jose por supuesto tiene un halo poético indiscutible en todas las canciones que escribe.
P.- Siguiendo con su faceta de hacedor de canciones. ¿Las melodías se sueñan, se buscan, se moldean paso a paso o llegan de una vez? ¿Qué es lo más habitual?
R.- Se sueñan, tienen mucho de búsqueda y tienen un poco de inspiración también. Es algo con lo que jugar también. Es un juguete y una canción es un juego. Escribir una canción tiene que ver con resolver un crucigrama. Steve Earle, el magnífico cantautor estadounidense, dice que ‘el primer verso es inspiración y todo lo demás es trabajo’. Hay mucho de bajar a la mina y de encontrar caminos y desecharlos porque has encontrado otros que te gustan más. Es muy laberíntico. Muchas veces empiezas a escribir una canción en la que quieres contar una cosa y acabas contando otra distinta.
P.- ¿Recuerda alguna de sus canciones que se le viniera a la cabeza un buen trozo de la melodía de golpe?
R.- Pues sí. ‘La casa de mis padres’ y ‘Su día libre’, por ejemplo. Creo que las canciones que más me gustan y más disfruto son las que necesitas hacer para sacártelas de encima. Valoro mucho eso en las canciones esa especie de magia, como si lo que estuvieras escribiendo tuvieras que atraparlo en el aire. Lo sientes presente pero no pasa a existir hasta que lo agarras. Muchas veces también parece que no estás dando con lo que querías y pasa el tiempo y vuelves a retomar esa canción y no has escrito nada pero lo tienes todo en la cabeza y eso sucede muchas veces a todos los que nos dedicamos a hacer canciones.
P.- ¿Qué es lo mejor y lo peor que se vive durante una gira?
R.- Lo mejor es la convivencia, el formar parte de algo me interesa mucho. La comunicación con tu banda y la posibilidad de dialogar en el escenario a través de la música con tus compañeros y con la gente que viene a verte. Que suceda eso y comprobarlo en las caras de la gente cuando les ves desde el escenario entre el público, eso para mí es algo maravilloso. Lo peor es la responsabilidad de tener un grupo y un equipo de gente a la que estás obligado a hacer que se sientan cómodos y partícipes de lo que haces y todo lo que tiene ver con el negocio, los comerciantes del arte. Tener que tratar con gente a la que le importa más el dinero que la música es lo que peor llevo.

P.- ¿Cómo cambia la vida del músico siendo padre?
R.- Tienes que reencontrar tu espacio creativo de nuevo, porque tu tiempo ahora no lo marcas tú, sino tus obligaciones como padre. Pero es algo a lo que todos nos tenemos que enfrentar y tengo un montón de compañeros en esa situación que lo llevan muy bien y yo estoy como en el periodo de adaptación de mi nueva vida.
P.- Vive en un lugar precioso en Cantabria. ¿Qué es lo que más valora de vivir allí? ¿Echa de menos algo de las grandes urbes?
R.- Lo que más me gusta es la cercanía de la gente, el vivir con más contacto humano. Lo hay más en el pueblo en el que vivo que en una ciudad tan atronadora como Madrid. Es fácil marcar tu propio ritmo rodeado de la naturaleza, sin tantas distracciones como las que tiene una ciudad. También hay más recogimiento, más silencio. A veces echas de menos un poquito de menos cosas, pero tras un tiempo viviendo aquí me he hecho bastante a ello. El contacto humano es lo más diferencial.
P.- Una de actualidad ¿Tiene miedo al coronavirus? ¿Entiende que se haya extendido este alarmismo?
R.- Si haces caso a las informaciones menos alarmistas y sensacionalistas y a la estadística y al índice de mortalidad, deberíamos estar más tranquilos de lo que estamos, pero también en este mundo de la hiperinformación e hiperactividad entiendo que el miedo vende también periódicos y se transmite con mucha facilidad el pánico. Si te informas a través de la gente que sabe de esto de verdad te dicen que se está muriendo más gente por una gripe normal que por esta gripe. Si no nos alarmamos por la gripe habitual no tendríamos que estar tan alarmados con ésta.
P.- Sin embargo, sorprende que siendo poco menos que una gripe común se estén suspendiendo tantos eventos importantes y otros estén en jaque. ¿No le parece extraño?
R.- Pues no sé por qué pasa esto. Yo sospecho de la industria farmacéutica siempre. Habrá que pensar en quién se está beneficiando del pánico. Me sorprendía ayer el dato de que las mascarillas antes de todo esto se vendían a dos euros y ahora se están vendiendo a veinticuatro. Ahí ves lo podrido que estamos como sociedad y como seres humanos. Hay alguien que se está beneficiando siempre del mal y ahí es donde habría que apuntar.