METEONUBA > LA PREVISIÓN DEL TIEMPO EN HUELVA Y ALREDEDORES
Calima y nublados sobre Huelva
Igual ya ni os acordáis, pero el año pasado la primavera nos saludaba con un episodio de calima, polvo sahariano en suspensión, que tiñó los cielos de un leve tono blanquecino.

El cielo tenía un aspecto parecido al de hoy, cuando miren ustedes por dónde se ha repetido un elemento meteorológico como el del pasado año, una depresión en niveles altos de la atmósfera en el suroeste peninsular, aquí mismo, vaya. Una dana, aunque este año menos potente. De hecho, no va a llover más que mañana por la mañana. Eso sí, los patios y los coches se nos ensuciarán de ese polvo sahariano que recuerdo haberos comentado que en realidad es abono para el campo. Ya os digo que no como el año pasado, pero parecido. Los coches al lavadero y los patios a baldearlos.
La depresión en niveles altos de la atmósfera propiciará vientos del este, de levante, con lo cual a los onubenses nos toca soportar además de ese polvo en suspensión lo que nos regalen las fábricas que tanto aman y premian nuestros amados líderes (1). Los de Protección Civil, la delegación del Gobierno central, la delegación territorial de medio ambiente e incluso el sursum corda estarán distraídos recibiendo llamadas este fin de semana. Algunas, es de suponer, indignadas, y las más preocupadas, por el mero hecho de que el aire no será muy respirable que digamos (2), sobre todo según los datos de los medidores ubicados en el campus del Carmen, en el Pozo Dulce y en las marismas del Titán, es decir, en toda la fachada oriental de esta sufrida ciudad.
En fin, nada nuevo bajo el sol aparte de esta calima. Todo seguirá nublado en esta ciudad. Qué tengáis un estupendo fin de semana. Abur.(1) Con fines electorales andan retratándose a cada momento, luego no es menester criticarlos siquiera. Ganarán, pero no convencerán.(2) Podréis conocer el ICA, Ïndice de Calidad del Aire, según metodología de la Agencia Americana de Protección del Medio Ambiente, en la excelente página (2) www.eltiempo.es(3) En realidad, la tortura de la contaminación en Huelva no acabará nunca. Los políticos deben sus puestos de trabajo al silencio, con lo cual los fosfoyesos seguirán ahí hasta que un temblor de tierra hunda semejante inestabilidad y, en el peor de los casos, pero no imposible, un tsunami asociado a un temblor en la zona de fricción de las placas euroasiática y africana, en cualquier lugar de esta mar atlántica a la que nos asomamos, podría llevar los fosfoyesos hasta el mismísimo palacio de San Telmo, en cuyo caso ya no habría problema en moverlos de un sitio a otro y seguro que nos los devuelven en cajitas con un lacito blanco y azul, por aquello de blanca y azul, es la bandera de Huelva, blanca y azul, como el color del vestío que llevas tú. Habrá cohetes y fuegos artificiales, bandas de música y puestos de turrón para celebrar la devolución de los fosfoyesos. Alguna lagrimita rodará por los rostros dichosos de nuestros representantes legales, huérfanos circunstanciales, pero solo temporalmente, de esa montaña blanca que no contamina, que se mantiene milagrosamente aislada del mar y de la tierra. Una montaña mágica, distinta, eso sí, a la de Thomas Mann. Aquí no hay balneario que valga.