polis policroma
Inauguro esta columna que pretendo sustente con proporciones canónicas las ideas que bullen en mi cabeza sobre temas muy diversos, todos ellos relacionados con la sociedad y el medio en el que ella se desenvuelve.

Para el título de la columna he elegido un juego de palabras, polis policroma, cargado de significado y en homenaje a un país ahora muy denostado, Grecia, con el que Europa y el mundo que denominamos 'civilización occidental' tienen una gran deuda por su enorme legado cultural, por habernos dejado el mejor sistema que conocemos para relacionarnos, la democracia.
La primera palabra, polis, viene del griego πόλις. En la Grecia clásica la polis era un estado autónomo constituido por una ciudad y su territorio circundante. La polis representaba la forma de sociedad que conocían los griegos, en la que surgía su rica producción científica, artística, cultural. Polis hacía referencia a ciudad y por extensión a estado y sociedad. Con la polis aparecieron los ciudadanos, y digo bien ciudadanos, porque de este estatus estaban excluidas las mujeres, además de los niños y los esclavos. El ciudadano de la Grecia antigua dio paso al concepto de persona como sujeto de derechos. Hoy no se concibe la ciudadanía estableciendo discriminaciones por razones de sexo, edad, raza, religión, orientación sexual o diversidad funcional. En este aspecto sin duda hemos avanzado, si bien no lo suficiente porque el drama de los inmigrantes en Europa del que estamos siendo testigos demuestra que todavía el estatus de ciudadanía está vinculado al país de procedencia. Pero ya hablaremos en otro momento de este tema que bien merece no sólo una columna sino un peristilo completo.

Por otro lado quiero recordar que de la palabra polis derivan otras interesantísimas, entre las que destaco política. Aristóteles se refería al hombre como animal político en cuanto que animal social. La política, que reivindico como buena práctica, es imprescindible para la vida en sociedad.
La segunda palabra, policroma, proviene igualmente del griego πολύχρωμος. Con su significado, de varios colores, deseo reivindicar la diversidad que caracteriza y enriquece a la sociedad y al medio donde ésta se relaciona, donde realiza sus actividaes vitales, ciudad y territorio, ámbito urbano, rural o natural. Recordando una magnífica frase de Juan José Millás, “la cultura se inaugura al mismo tiempo que las diferencias”.

Con estas dos palabras anuncio los temas que me interesan, que serán objeto de mis reflexiones y que intentaré exponer de la forma más armónica utilizando, entre otros, los órdenes de Vitruvio, quien ha inspirado mi formación académica como arquitecta.
Por tanto en este espacio hablaremos de sociedad, sobre todo de personas, de ciudad, territorio, paisaje, arte, cultura, patrimonio, política, ciudadanía, diversidad, igualdad….Digo a conciencia “hablaremos” porque me gustaría establecer un diálogo con las personas que estén interesadas en compartir opiniones, en establecer un debate del que nos podamos enriquecer todas.
Para despedirme, y aunque mis disquisiciones no se ceñirán a un ámbito geográfico concreto, dejo una muestra polícroma de nuestra hermosa y diversa provincia de Huelva. Que la disfruten.