CRÍTICA DE LA OBRA DEL FESTIVAL DE NIEBLA
Aquilana, una pequeña joya para el disfrute del espectador
Me parece interesante comenzar aportando unos datos importantes para centrar el tema y entender mejor lo que viene a continuación, y es que el autor que hoy nos ocupa es bastante anterior a los tres grandes genios teatrales del siglo XVII español.


Cuando muere Torres Naharro en 1.530 aún faltan 32 años para que nazca Lope, 59 años para el nacimiento de Tirso y 80 para que venga al mundo Calderón. O lo que es lo mismo: Bartolomé Torres Naharro es un siglo anterior, década arriba o abajo, a los tres grandes autores del Teatro del Siglo de Oro español, es de otra época. Junto con Juan del Enzina y Gil Vicente pertenece al llamado Teatro Renacentista, del que es su máximo exponente, y es un autor tan desconocido para el gran público como escasamente representado. En 1518 se publicó su “Propalladia”, un compendio con 42 obras teatrales que viene a marcar el inicio de la comedia renacentista. Y la conmemoración de ese quinientos aniversario es lo que de alguna manera ha servido para acercar la obra de este gran autor al público actual.
Torres Naharro trabajó fundamentalmente en la Italia del cinquecento y en su teatro ya aparecen una serie de elementos dramáticos que lo convierten en un precursor de la comedia barroca: los asuntos de honor, los enredos y lances amorosos, la presencia de los criados como contrapunto a la acción principal, los engaños y galanteos, el final feliz o la utilización del verso lo sitúan a medio camino dentro de la gran historia de nuestro Teatro Nacional. Dicho así pareciera que el interés primordial de la COMEDIA AQUILANA que el sábado se representó en Niebla fuera meramente arqueológico, de acercamiento cultural a una obra bastante olvidada. O lo que es lo mismo, pareciera que estuviéramos hablando de un espectáculo aburrido, tedioso, soporífero, plomizo y cargante para cualquiera que hubiera ido al teatro a pasar un rato agradable o no fuera un estudioso del teatro.
Pero -y aquí viene la sorpresa- detrás de esta puesta en escena de la COMEDIA AQUILANA está NAO D´AMORES, la compañía segoviana de Ana Zamora que se ha especializado en el teatro renacentista y que convierte cada representación en un espectáculo divertido, sensible, delicado, una fiesta teatral donde el espectador disfruta con la frescura juguetona de unos actores que dominan su arte y saben transmitirle al público el placer estético de la obra bien hecha. NAO D´AMORES se funda en el año 2001 y desde el primer momento Ana Zamora se marca dos ejes sobre los que va a construir su proyecto: el rigor y la pasión, con la ventaja, como ella misma afirma de que “trabajar sobre textos tan antiguos tiene la ventaja de que no hay que discutir con sus autores”. Pero, aparte del rigor y la pasión por el teatro, hay que lograr algo tan difícil como divertir y emocionar al público.

Poco a poco consigue aglutinar en su compañía a un colectivo de grandes profesionales procedentes del teatro clásico, los títeres y la música antigua iniciando así en su retiro segoviano una fructífera labor de formación y de investigación para la puesta en escena del Teatro Prebarroco. Aparte de otros montajes anteriores, en 2015 ponen en escena con gran éxito “Triunfo de Amor” de Juan del Enzinay en 2016 la “Tragicomedia llamada Nao d´Amores” de Gil Vicente. Y ya en 2018, en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ve la luz esta COMEDIA AQUILANA que anoche tuvimos ocasión de disfrutar en el Festival Castillo de Niebla.
La trama es sencilla: Aquilano, príncipe de Hungría, se encuentra disfrazado de escudero para ganar el amor de Felicina, hija del rey Bermudo. Ella le corresponde, pero la diferencia de estatus hace imposible su relación, lo que les ocasiona un sufrimiento que los pone a las puertas de la muerte. Aquilano cae en una profunda melancolía y Felicina trata de suicidarse al ver el estado de su amado. Pero con la ayuda del criado Faceto y de dos jardineros se descubre todo y el rey Bermudo acepta con gusto la unión de los amantes. Nada nuevo, un argumento que será repetido hasta la saciedad en el siglo siguiente. Pero a Torres Naharro le cabe el honor, con la COMEDIA AQUILANA, de haber creado la primera comedia romántica del teatro español, una comedia “a fantasía” con notables influencias novelescas y caballerescas que quedan muy patentes en este montaje de la compañía NAO D´AMORES.

Con estos mimbres NAO D´AMORES construye un espectáculo delicioso de poco más de una hora de duración en el que la música, los bailes, el texto, la escenografía y el vestuario se ensamblan admirablemente, con una frescura y una delicadeza que convierten la obra en una pequeña joya para el disfrute del espectador. Puestos a destacar me gustó mucho la escenografía, absolutamente sencilla y eficaz, a base de sugerentes cortinillas para los distintos decorados, que nos retrotrae a los tablados donde las compañías italianas desarrollaban sus obras en mitad de la calle y que viene a ser un antecedente de la Comedia del Arte que estaba naciendo en Italia justo por esos años. A destacar también la música, interpretada en directo, que no solo es fondo y acompañamiento sino que se convierte en protagonista y marca el ritmo de muchos momentos de la obra. Magníficos los ocho componentes de NAO D´AMORES en sus distintos papeles de músicos, bailarines y actores, sabiendo decir el verso y sabiendo transmitirlo al espectador, haciéndolo inteligible e incluso divertido.
Gran espectáculo en suma el que tuvimos ocasión de disfrutar anoche en el FESTIVAL DE TEATRO DE NIEBLA. Divertido, fresco, sensible y de una aparente y engañosa simplicidad fruto del intenso trabajo de adaptación del texto de Torres Naharro y de las muchas horas que, sin duda, esta Compañía ha sabido dedicar hasta lograr un espectáculo tan redondo y lleno de matices con el que suben un peldaño más en su exitosa trayectoria y en su empeño de poner en valor el teatro renacentista.
COMEDIA AQUILANA de Bartolomé Torres NaharroCOMPAÑÍA NAO D´AMORES y COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICOREPARTO: Silvia Acosta, María Besant, Javier Carramiñana, Juan Meseguer, Belén Nieto, Alejandro Saá, María Alejandra Saturno, Isabel Zamora.VERSIÓN Y DIRECCIÓN: Ana Zamora