Entre Pinto y Valdemoro

Pero en un año tan atípico como este, con finales cada fin de semana porque la competición se ha comprimido, con futuro incierto, es posible que tengamos que coger datos de forma apresurada. Porque si los que están arriba siguen el paso y los que se regazan no reaccionan, entonces, en un par de semanas o tres veremos luces y sombras de forma más aseverada.

Pongamos que hablo de Tercera y División de Honor, donde Huelva, a nivel andaluz, tiene más representantes. Comenzando por el grupo décimo, ni San Roque ni La Palma cumplen expectativas. El primero porque se le presuponía más gracia y de momento no la hace y el segundo, aunque se le intuyen argumentos suficientes, todavía no conoce la victoria a pesar de su buen gusto por el fútbol. Así las cosas, ambos tendrán que acelerar para alcanzar objetivos.

Por lo que respecta a la División de Honor, tan solo el Cartaya se asoma al balcón de las flores en estos inicios. Debe acercarse el Atlético Onubense, que tiene buena pinta. Y cumple y de qué manera el Aroche, que vuelve a sorprenderse a sí mismo con un rendimiento brutal. El Isla Cristina está llevando una transición sosegada de la mano de Pepe Vázquez y el que sorprende para mal es el Bollullos, colista con el Ciudad Jardín cuando se le esperaba por el protagonismo.

Nada es para siempre y el fútbol ofrece cosas que son imprevisibles. Por eso, en las próximas semanas se espera que los que comandan lo sigan haciendo y los que se retrasan aceleren. Entusiasma el Cartaya de Amate, que por fin concluye fútbol y expectativas a tiempo de hoy. Y que entre en la meritocracia el Atlético Onubense. Al Aroche no hay que decirle nada, al igual que al Isla Cristina y el Bollullos debe cambiar el viento, porque las categorías están por algo.

San Roque y La Palma tienen la responsabilidad que da defender al fútbol de Huelva en Tercera. Con eso debería bastarles para que traten de cambiar paso y dinámica, cada cual dentro del objetivo marcado según presupuesto y potencial de plantilla.