Vecinos de la calle Tharsis alertan que han sido amenazados por los okupas: “Este polvorín va a estallar”

La Iniciativa ciudadana contra la okupación de viviendas en la calle Tharsis de Huelva ha alertado de la situación en la zona y de la bajada de la presencia policial a pesar de que la Junta Local de Seguridad anunciara hace solo cinco días que se mantendría la vigilancia de forma constante.

“No se ha extremado la vigilancia a pesar de que las condiciones lo requieren y, desde hace ya varios días, los vecinos vamos notando una fuerte reducción de las visitas rutinarias de la Policía Local, donde las mismas se condensan por la mañana y primera hora de la tarde, cuando más tranquila está la calle, porque los okupas duermen”, ha afirmado el colectivo vecinal en redes sociales, al tiempo que sostiene que la vigilancia es “prácticamente inexistente por la noche”.

Según el movimiento ciudadano, en la noche del lunes ”tuvimos que tolerar gritos y palmadas durante todo el día, que se extendieron hasta más de las cuatro de la madrugada”, mientras que la Policía Local “se ha quejado en ocasiones de que no hacen nada ahí o de que todo está tranquilo” por las visitas durante el día. “Si no tenemos patrulla durante toda la noche, pronto este polvorín va a estallar”, han avisado.

Los vecinos mantienen que “no se está llevando a cabo una eficiente coordinación” de las administraciones local y central. “Sin ir más lejos, el día antes de la Junta Local los vecinos fuimos amenazados con palizas y quemar nuestras viviendas. La Policía Local decía que le correspondía a la Policía Nacional y  la Policía Nacional decía que le correspondía a la Policía Local”, han manifestado. “Lo cierto es que la Policía Nacional no acudió en ningún momento y la Policía Local vino a las tres horas, donde no se hizo actuación ninguna contra las amenazas”.

Los vecinos afirman que mantienen el contacto con el concejal de Seguridad Ciudadana, Luis Albillo, al que las quejas “se trasladan constantemente” y felicitan a los agentes “cuando sus actuaciones han servido para restaurar, al menos temporalmente, el orden público. Pero lo cierto es que ni hay coordinación ni se extrema la vigilancia”.