La Selectividad coincide en Huelva con el Rocío 2025: «Nos la hemos tomado como una promesa»
La Universidad de Huelva elabora un protocolo especial para evitar contratiempos en los desplazamientos hacia el campus del Carmen, sede de la EBAU
Estudiantes y profesores rocieros asumen el sacrificio de una coincidencia que nunca antes se había producido
Estas son las notas más altas de Selectividad en Huelva 2024

Mayo está llegando a su fin y en los institutos onubenses el ambiente se puede cortar con un cuchillo. Los estudiantes de segundo de Bachillerato viven la cuenta atrás hacia la EBAU, la Selectividad, con la ansiedad de quien ve la meta a sólo unos metros, que siempre parecen los más difíciles. Para complicar aún más estas jornadas agónicas, muchos de ellos deberán renunciar a uno de los momentos más importantes de año: la salida hacia la aldea de El Rocío con sus hermandades.
Y es que este 2025, el calendario ha jugado una mala pasada: las pruebas de acceso a la universidad y la partida de las filiales hacia la aldea almonteña han coincidido por primera vez en la historia, una situación inédita que ha puesto a prueba la capacidad de organización tanto de la Universidad como de las propias familias rocieras. Por ello, debido a que los exámenes se celebrarán los días 3, 4 y 5 de junio, el Vicerrectorado de Estudiantes se ha visto obligado a elaborar un plan específico para evitar cualquier contratiempo.
El pasado viernes, envió a todos los institutos un documento con recomendaciones detalladas para los estudiantes que se examinen en el campus El Carmen. Las medidas se centran especialmente en esos dos días clave, el miércoles 4 y el jueves 5, cuando la Hermandad de Emigrantes y la de Huelva parten a primera hora desde sus respectivas sedes del Molino de la Vega y la Avenida de Andalucía.
«Es la primera vez que ocurre», reconoce a Huelva24 la vicerrectora Ángela Sierra, que asegura que en la Onubense han trabajado estrechamente con las autoridades del Plan Romero para facilitar la llegada de los alumnos al campus. Y aunque ha querido
La Universidad de Huelva ha establecido como recomendación básica llegar al campus con mayor antelación que otros años
advertir que basta con ser previsor y salir de casa con la suficiente antelación, recuerda que hay media hora de gracia para llegar a un examen; es decir, que durante la primera media hora no puede salir nadie del aula, para de esta manera permitir la entrada de estudiantes que por circunstancias extraordinarias no hayan podido llegar con la puntualidad requerida. La Universidad, por lo tanto, ha establecido como recomendación básica llegar con mayor antelación que otros años al campus, donde los estudiantes dispondrán de espacios como salas de estudio, biblioteca y cafeterías durante la espera.

Y en cuanto al disgusto que muchos alumnos tienen por esta inédita coincidencia, la vicerrectora ve en ella casi una ventaja: «Estos estudiantes van a hacer el examen y el jueves van a ser felices, porque entre la liberación que supone quitarte la losa del examen y saber que empieza el Rocío...».
La otra cara de la moneda: el profesorado rociero
Si los estudiantes viven esta coincidencia con nervios y cierto fastidio, los profesores que deben corregir los exámenes durante los días de romería también pagan su precio. Sierra lo tiene claro: «Tienen dos o tres días para corregir una cantidad enorme de exámenes, y algunos sí que me consta que son rocieros, que les gustaría hacer camino, que tienen hermandad y tienen casa«. Por eso, la vicerrectora agradece
«Los profesores tienen dos o tres días para corregir una cantidad enorme de exámenes, y algunos me consta que son rocieros, que les gustaría hacer camino, que tienen hermandad y tienen casa»
Ángela Sierra
Vicerrectora de Estudiantes
especialmente la responsabilidad de estos docentes. «Me consta que se va a producir y yo agradezco mucho su responsabilidad, ya que este año podrían decir... 'pues yo casi que este año preferiría no participar, porque prefiero irme a Rocío', y bueno, pues van a quedarse corrigiendo», explica.
De hecho, los profesores voluntarios que participan en la corrección de la EBAU tienen un plazo muy ajustado para realizar su trabajo. Entre tres y cinco días tienen para corregir hasta 200 ejercicios por profesor, con la presión añadida de que los estudiantes esperan sus resultados lo antes posible. Para muchos docentes rocieros, esta será la primera vez que no puedan participar en la romería por motivos laborales, un sacrificio que la propia Universidad reconoce y valora.
Responsabilidad ante todo
En las hermandades de la capital destacan la actitud madura de los jóvenes ante esta circunstancia. Manuel Évora, 'Lolo' para sus amigos, es vocal de Juventud de la Hermandad de Emigrantes y no puede estar más orgulloso. «Tengo un grupo de chavales que son muy responsables. Los estudios están primero. Cuando yo pongo una fecha para el grupo y me dicen, oye, mira, que yo no puedo ir porque tengo un examen. Sin problema ninguno». Asegura que a ninguno se le pasa por la cabeza aplazar los exámenes y esperar a otra convocatoria: «No, no, no, ninguno» –responde rotundo–, «ellos se quedan aquí para hacer el examen y cuando acaben tiran para el camino«.

Jose Manuel Leal, también vocal de Juventud de la Hermandad de Huelva, coincide plenamente. «La juventud de las hermandades sabe el significado y lo que representa el Rocío en su vida y la mayoría de ellos saben llevar los estudios, compaginarlos», explica, «porque la vida rociera se vive todo el año«. Sin embargo, Leal puntualiza que la coincidencia afecta a algo más profundo que los días de peregrinación. »Nos gusta mucho vivir las semanas antes, el mes antes, los preparativos, terminar los carros, preparar tus botos, estar con tu coro quien pertenezca a él, con tus amigos del grupo joven, con tu familia, o el ir a la Matilla a montar las cosas para noche del camino, y eso te lo pierdes«, lamenta.
En las hermandades lo tienen claro:«Los estudios, la familia y 'los males' están por delante de todo lo demás»
El mensaje que transmiten a los jóvenes es muy claro: «Los estudios, la familia y los 'males' están por delante de todo lo demás». De hecho, José Manuel, vivió una situación similar en su juventud. «Yo lo hice en su momento —recuerda—, tener en la universidad un examen en Sevilla, que no hay vacaciones por El Rocío, y terminar el examen y coger el autobús directo para el Rocío».
Una promesa de esfuerzo
Los protagonistas de la prueba, los alumnos, viven con resignación este capricho del calendario. Claudia Varela, estudiante de Los Maristas, ha encontrado la manera de sacar partido a esta coincidencia: «Nos la hemos tomado como una promesa de estudiar al máximo y prometer que nos vamos a esforzar y luego pasarlo bien». Aunque reconoce que «está muy mal hecho» que coincidan las fechas, encuentra el lado positivo: «Este año nos perdemos el camino pero podemos estar todo el Rocío ya tranquilos y disfrutarlo», reflexiona.

Alba García, del IES Pablo Neruda, no oculta que tiene sentimientos encontrados. «La verdad que no me hizo mucha gracia cuando me enteré que nos coincidía el Rocío con Selectividad», confiesa. Sin embargo, también sabe ver la otra cara de la moneda: «Lo positivo de esta fecha es que los exámenes son antes del Rocío, así que podremos disfrutar esos días tranquilos sin preocuparnos de estudiar». Mientras tanto, a Sara Ortega, del Safa Funcadia, le cuesta más verle el lado amable a una situación que «le desconcentra un poco», porque solo puede pensar «en las ganas que tengo de que acabe y poder llegar al Rocío«. Elena piensa lo mismo: «Te desconcentra el hecho de tener el Rocío cerca, pero no queda otra que tener que adaptarnos a lo que nos imponen».
En cualquier caso, la romería pasará y sólo quedará el recuerdo de una coincidencia única. Y si los resultados de la Selectividad acompañan a todos esos estudiantes que en unos días se jugarán parte de su futuro en tres jornadas cruciales, todo se podrá dar por bien empleado.