RECREATIVO
¿Qué tienen en común Abel Gómez y Quique Hernández?
11.50 h. El Recre se juega el ascenso en el tramo final del campeonato y por ahora no acaba de haber paz social y comunión entorno-equipo. Eso en parte pudo perjudicar al Decano en la temporada 2004/05, en la que no subió con Quique Hernández como entrenador, y es que ahora tampoco Abel Gómez es un ojito derecho de la afición albiazul.

Por fortuna para el Recreativo de Huelva, no hay demasiadas cosas en común realmente entre Abel Gómez y Quique Hernández. El granadino no es tan borde ni responde con monosílabos en las ruedas de prensa como hizo en algunas ocasiones el entrenador valenciano en su estancia en el Decano, ni tampoco se mete tanto con algunos jugadores públicamente. Al contrario de lo que por ejemplo hizo Hernández con Viqueira (por ejemplo comentó que los rivales le pasaban como aviones), Abel Gómez suele defenderlos incluso aunque fallen o estén en la rampa de salida, como hizo en verano con Diawara, Enric Martínez o Perotti o en el mercado invernal con Jordi Ortega y Juanito.
Al margen de los estilos futbolísticos, que tampoco es que se parezcan demasiado, lo que más acerca en este articulo comparativo a ambos entrenadores es la situación de inestabilidad social que envuelve al Decano. Demasiada presión y exigencia que puede influir en el rendimiento de los jugadores en los partidos en el Nuevo Colombino. Esta camiseta pesa y no todos están siendo capaces de ofrecer el nivel y rendimiento que habían dado en otros equipos. Muchos de ellos no están respondiendo a las expectativas en el plano individual y eso redunda en lo colectivo.
Por fortuna para el Recreativo de Huelva, no hay demasiadas cosas en común realmente entre Abel Gómez y Quique Hernández. El granadino no es tan borde ni responde con monosílabos en las ruedas de prensa como hizo en algunas ocasiones el entrenador valenciano en su estancia en el Decano, ni tampoco se mete tanto con algunos jugadores públicamente. Al contrario de lo que por ejemplo hizo Hernández con Viqueira (por ejemplo comentó que los rivales le pasaban como aviones), Abel Gómez suele defenderlos incluso aunque fallen o estén en la rampa de salida, como hizo en verano con Diawara, Enric Martínez o Perotti o en el mercado invernal con Jordi Ortega y Juanito. Al margen de los estilos futbolísticos, que tampoco es que se parezcan demasiado, lo que más acerca en este articulo comparativo a ambos entrenadores es la situación de inestabilidad social que envuelve al Decano. Demasiada presión y exigencia que puede influir en el rendimiento de los jugadores en los partidos en el Nuevo Colombino. Esta camiseta pesa y no todos están siendo capaces de ofrecer el nivel y rendimiento que habían dado en otros equipos. Muchos de ellos no están respondiendo a las expectativas en el plano individual y eso redunda en lo colectivo. Pese a que Abel Gómez no es santo de la devoción de buena parte de los seguidores albiazules, lleva 16 de las 25 jornadas ligueras colocando al Recre en la segunda plaza clasificatoria en el grupo IV de la Segunda Federación, además de que sólo ha perdido cinco partidos y encajado 19 goles. Eso sí, la gran temporada realizada por el Antequera, que ha privado ya virtualmente al Decano del ascenso directo, empaña la campaña del cuadro onubense, que se la jugará en un par de meses en los 'play-off'. El club confía en que el apoyo de la grada sea vital en los cinco partidos de la liga regular que restan por disputarse en casa y después en las eliminatorias. Y es que a día de hoy no existe demasiada comunión de la afición con el equipo y predominan las críticas, las dudas y la incertidumbre. Sin paz socialEn aquella temporada 2004/05 en la que Quique Hernández, que venía de subir al Numancia a la Primera División, dirigió al Decano, a los albiazules se les escapó por muy poco el ascenso a la élite. Tras un dubitativo primer cuarto liguero, el Recre reaccionó y finalizó el campeonato quinto en la tabla con 71 puntos y a cinco del ascenso. Incluso podría haber llegado con opciones de lograr su objetivo a la última jornada liguera si el Almería no le hubiese empatado (1-1) en el último suspiro en el derbi andaluz que se jugó en el coliseo onubense. Por ejemplo, el Decano sumó más puntos que tres años antes cuando ascendió a la máxima categoría nacional con Lucas Alcaraz contabilizando 69. Pero Quique Hernández nunca logró el calor de la grada. Dejó en varios partidos en la grada (ni siquiera en el banquillo) a Uche y Viqueira, los dos mejores futbolistas de la plantilla albiazul, alegando un bajo estado de forma física. Su fútbol era bastante defensivo y ramplón pese a contar con jugadores de bastante calidad. Por ejemplo, en la jornada 37, a cinco del final, el Decano comenzó perdiendo ante el Tarrasa, que después descendió, pero remontó en los últimos minutos para ganar por 2-1, y pese al épico triunfo y que la zona de ascenso estaba muy cerca, la pitada hacia el entrenador y el juego del equipo fue monumental. Hasta el entonces director deportivo onubense, Óscar Arias, dejó caer públicamente que si la afición del Recre valoraba a su equipo y apretara tanto como la del Cádiz posiblemente otro gallo le estaría cantando. En definitiva, que el aspecto en común entre Quique Hernández y Abel Gómez es precisamente ese, es decir, que pesar de que ambos tuvieron al Decano en los puestos nobles de la clasificación no acaban de enganchar al respetable.
Sin paz socialEn aquella temporada 2004/05 en la que Quique Hernández, que venía de subir al Numancia a la Primera División, dirigió al Decano, a los albiazules se les escapó por muy poco el ascenso a la élite. Tras un dubitativo primer cuarto liguero, el Recre reaccionó y finalizó el campeonato quinto en la tabla con 71 puntos y a cinco del ascenso. Incluso podría haber llegado con opciones de lograr su objetivo a la última jornada liguera si el Almería no le hubiese empatado (1-1) en el último suspiro en el derbi andaluz que se jugó en el coliseo onubense. Por ejemplo, el Decano sumó más puntos que tres años antes cuando ascendió a la máxima categoría nacional con Lucas Alcaraz contabilizando 69. Pero Quique Hernández nunca logró el calor de la grada. Dejó en varios partidos en la grada (ni siquiera en el banquillo) a Uche y Viqueira, los dos mejores futbolistas de la plantilla albiazul, alegando un bajo estado de forma física. Su fútbol era bastante defensivo y ramplón pese a contar con jugadores de bastante calidad. Por ejemplo, en la jornada 37, a cinco del final, el Decano comenzó perdiendo ante el Tarrasa, que después descendió, pero remontó en los últimos minutos para ganar por 2-1, y pese al épico triunfo y que la zona de ascenso estaba muy cerca, la pitada hacia el entrenador y el juego del equipo fue monumental. Hasta el entonces director deportivo onubense, Óscar Arias, dejó caer públicamente que si la afición del Recre valoraba a su equipo y apretara tanto como la del Cádiz posiblemente otro gallo le estaría cantando. En definitiva, que el aspecto en común entre Quique Hernández y Abel Gómez es precisamente ese, es decir, que pesar de que ambos tuvieron al Decano en los puestos nobles de la clasificación no acaban de enganchar al respetable.
Pero Quique Hernández nunca logró el calor de la grada. Dejó en varios partidos en la grada (ni siquiera en el banquillo) a Uche y Viqueira, los dos mejores futbolistas de la plantilla albiazul, alegando un bajo estado de forma física. Su fútbol era bastante defensivo y ramplón pese a contar con jugadores de bastante calidad. Por ejemplo, en la jornada 37, a cinco del final, el Decano comenzó perdiendo ante el Tarrasa, que después descendió, pero remontó en los últimos minutos para ganar por 2-1, y pese al épico triunfo y que la zona de ascenso estaba muy cerca, la pitada hacia el entrenador y el juego del equipo fue monumental.
Hasta el entonces director deportivo onubense, Óscar Arias, dejó caer públicamente que si la afición del Recre valoraba a su equipo y apretara tanto como la del Cádiz posiblemente otro gallo le estaría cantando. En definitiva, que el aspecto en común entre Quique Hernández y Abel Gómez es precisamente ese, es decir, que pesar de que ambos tuvieron al Decano en los puestos nobles de la clasificación no acaban de enganchar al respetable.