Edwin Congo y Pablo Coira, dos precedentes nada halagüeños

Por cuestiones principalmente económicas, y también porque los jugadores no quisieron descender a Segunda B, el caso es que la secretaría técnica del Recreativo de Huelva no hizo los deberes de fichar en el mercado de verano a un delantero que compita con Rubén Mesa y ahora tendrá que esperar al de invierno, que se abrirá el día 2 de enero. Aunque antes también podría reforzarse con algún ariete, nacional o extranjero, que actualmente esté sin equipo, según la legislación vigente. El Decano está recibiendo bastantes ofrecimientos, pero no quiere caer en el error de otros años de traer a futbolistas que luego no aporten nada, tipo Braulio, así que trabajará sin prisa pero sin pausa peinando dicho mercado, donde aseguran que puede haber algún mirlo blanco. Eso sí, es difícil que lleguen con ritmo de competición y para ser titulares desde el inicio, así que habría que tener paciencia.

Aunque viendo los dos antecedentes de los últimos años en el Recre al respecto no hay que ser demasiado optimistas. Así, por ejemplo Edwin Congo llegó al Decano a mediados de septiembre de 2007 para reforzar al equipo, que militaba en Primera División, por la lesión de larga duración de Ersen Martin. El delantero internacional colombiano tenía 31 años y un buen currículum a sus espaldas, tras haber jugado por ejemplo en el Real Madrid. Pero a Huelva llegó pasado de kilos y apenas aportó, si bien es cierto que tampoco tuvo continuidad ni con Víctor Muñoz ni con Manolo Zambrano. Disputó 120 minutos de seis partidos de Liga, todos ellos saliendo desde el banquillo, ante el Deportivo de la Coruña, Valencia, Zaragoza, Levante y dos contra el Almería, y dos de Copa del Rey, siendo titular en ambos frente al Xerez. No marcó ningún gol, aunque curiosamente era uno de los ídolos de la afición albiazul cuando saltaba a calentar en la banda del Nuevo Colombino.

Y después estaría el caso del lateral derecho gallego Pablo Coira, que estaba sin equipo y tenía 25 años cuando llegó al Recre en noviembre de 2004, con el equipo militando en la categoría de plata. Había ganado el Mundial Sub 20 en 1999, pero se encontraba en el paro y ejercitándose con el modesto Arosa. Nada más llegar al Decano fue titular en dos partidos, pero después acusó el hecho de no haber realizado pretemporada y tuvo un par de roturas fibrilares que le impidieron gozar de continuidad. En total disputó 135 minutos en Liga, con dos titularidades frente al Ciudad de Murcia  el Pontevedra y una suplencia ante el Almería, además de que también fue titular en un duelo copero contra el Sevilla. Desde enero ya no contó nada para Quique Hernández.