CARTA AL DIRECTOR
Carta de la Alcazaba de Saltés al alcalde de Huelva
Señor alcalde de Huelva, en mis más de mil años de historia he visto pasar muchas gentes por mi lado. Recuerdo especialmente como, hace quinientos años, pasaron unos marineros intrépidos en un viaje a lo desconocido. Desde entonces han pasado muchas cosas y gentes por aquí.

Mientras, yo, somnolienta y abandonada, iba cayendo en el olvido, si bien desde hace unas pocas décadas gentes un tanto peculiares, a las que llamáis arqueólogos y arqueólogas, me están despertando y están haciendo todo lo que pueden para que, lo más pronto posible, podáis contemplarme todos.
También he visto pasar mucha gente como usted señor alcalde, como ‘Abd al-‘Azīz al-Bakrī, que habito en mi interior y que ya fue soberano independiente de las ciudades de Huelva y Saltés hace unos mil años. Ahora no son reyes los que gobiernan estas ciudades, sino que es uno que se elige por todos de entre sus ciudadanos, en este caso es usted, señor alcalde de Huelva, y sepa que la palabra con la que le nombran proviene de árabe : قائد Qa'id, que también se pude escribir como caíd o caïd, y es una palabra que significa jefe o líder de la comunidad. Con el paso del tiempo esta palabra se usó para nombrar al gobernador de una fortaleza, de donde con el uso y el tiempo deviene en la palabra alcayde o alcaide.Mire por donde, señor alcalde de Huelva, en mi interior habitaron algunos antecesores de su cargo y por eso creo que me encuentro cargada de razones para pedirle que atienda lo que una gran parte de la ciudadanía le pide una y otra vez sin que usted les haga caso, y es que además dé ayudarme a despertar al mundo, dé un respiro a mis hermanos los cabezos, porque si yo soy producto del hombre y del tiempo, ellos lo son de la naturaleza y el tiempo, y han llegado hasta nuestros días respetados por todos los pobladores que han formado este entorno en el que vivimos todos, y sobre el que usted gobierna. Usted elige como pasar a la Historia de esta ciudad. Por eso le pido que escuche atentamente a sus ciudadanos, porque no todo son planes urbanísticos con propiedades e intereses particulares, inmobiliarias, dineros, administraciones y bancos; que las ciudades se hacen y se construyen día a día, con el esfuerzo de todos, y que no podemos arrancarles trozos de su historia porque sólo se tengan en cuenta los intereses de una pequeña parte. Porque estos cabezos son trozos de la memoria común de todos sus conciudadanos, porque usted señor alcalde, quizás no lo sabe, pero yo que llevo viendo a mis hermanos los cabezos toda mi larga vida y no me gustaría, que el día ya próximo en que despierte para que todos puedan contemplarme, cuando sus conciudadanos suban a mis torres y miren a Huelva, en vez de ese maravilloso perfil de mi Huelva con la ría y mis hermanos los cabezos, vean anodinos bloques de hormigón.Piense usted muy bien, señor alcalde, lo que tenga que hacer por el bien de todos, y que tenga un muy buen día.
Conjunto Arqueológico de Saltés.