El lunes Antena 3 emite 'Cuéntame un cuento'
Una onubense junto a la Caperucita Roja 3.0
La actriz Sara Mata participa en el próximo capítulo de la serie de Antena 3 ‘Cuéntame un cuento’, que reinterpreta historias clásicas con elementos del siglo XXI. Su personaje es Irene, “una chica despierta y experimentada” que le enseña a Claudia (Caperucita), su prima del alma, “lo que es la vida: los chicos, el instituto, etc…”, asegura. Su moraleja para la interpretación: “hay que remontarse a todos los obstáculos y además de todo eso desnudarse el alma, emocionarse y emocionar al público”. El capítulo se emite el lunes 24 a las 22.30 horas.

No es un cuento, sino la vida misma. Fue una niña enamorada del teatro y ahora es ella la que fascina sobre las tablas. Sara Mata es una joven onubense que se desmarcó de un camino gris, quizás seguido por inercia y sin motivación, para tomar, llevada por el despertar de su instinto, una senda alternativa y menos común, probablemente aún más escarpada, pero que la realmente le apasiona: la interpretación.

En este mundo complejo ha ido dando pasos con mucho entusiasmo y el próximo lunes (22.30 horas) toda España puede ver cómo esta activa actriz de Huelva se desenvuelve siendo la compañera de aventuras de la Caperucita Roja del siglo XXI gracias a ‘Cuéntame un cuento’. Es una serie en la que Antena 3 da un giro de tuerca a las historias infantiles que todos conocemos. Todo cambia, la esencia es la misma, ¿también su moraleja?
Como en los cuentos, las profesiones tienen sus códigos y Sara tiene clara y confía en una receta parar tener recorrido en un ámbito en el que es un valor emergente. “Lo que hay que tener es muchísima constancia, mantener la serenidad en los momentos más difíciles, porque para qué engañarnos, es difícil. Si no hay trabajo hay que inventárselo y hay que emprender y hay que ser fuerte para aceptar las críticas y hay que remontarse a todos los obstáculos y además de todo eso desnudarse el alma, emocionarse y emocionar al público”, detalla a huelva24.com.
La ejecución de esta fórmula compleja es la vida de esta intérprete, que aplicó para ser, dentro del cuento de Caperucita Roja, Irene, “una chica despierta y experimentada que le enseña a Claudia, su prima del alma, lo que es la vida: los chicos, el instituto, etc… y ¡hasta aquí puedo desvelar!”, expone.
Según la sinopsis de la cadena que emitirá este remozado cuento, aunque mantiene la esencia de la historia tradicional, esta versión de Caperucita Roja” es más un thriller guerrero que un cuento para antes de dormir”. En este caso Caperucita es Claudia (Laia Costa) una chica de 16 años que llega a la ciudad “con unas ganas locas de crecer y de experimentar todo lo que en el pueblo no pudo”. Para ello cuenta con la ayuda de su querida prima Irene (Sara Mata), pero la ciudad enmascara más peligros de los que Claudia pensó. La muerte de varias chicas de su entorno empieza a quitarle el sueño. Recién llegada, “a Claudia se le abre un mundo de posibilidades en su nuevo instituto pero ¡ojo! el lobo puede estar en cualquier esquina”.

“Fue por cosas de la vida. Nunca me apasionó pero era una carrera socialmente más ‘digna’, Ningún amigo te dice ‘estudia Arte Dramático, nena, que eso tiene futuro’”, recuerda la onubense, que después de un año yendo a clases, aprobando exámenes y haciendo “todo lo que había que hacer” se dio cuenta de que “estaba perdiendo el tiempo, de que eso no me llenaba ni me llenaría nunca”.
Es por ello que tuvo la valentía para cambiar el rumbo y se matriculó en Arte Dramático en la ESAD de Sevilla para iniciar una transición que fue definitiva. “Estuve compaginando las dos carreras durante un par de años, hasta que decidí echar toda la carne en el asador y dedicarme por completo a la interpretación, porque al fin y al cabo, por mucho que lo retrasara, era y es lo que me hace feliz”, relata.

Sus cuatro años de estudios le valieron además para conocer “a compañeros que hoy son amigos imprescindibles”, formarse y aprovechar cada oportunidad que tuvo de pasar de la teoría a la práctica, como su ‘prima’ del cuento. “Hice de todo, desde videoclips para cantantes puertorriqueños católicos (sin ser yo nada de eso), pasacalles, performances, cortometrajes, series para TV autonómicas...”.
Pero no se contentó con eso y hasta fundó una compañía, denominada Embudo Club Teatro, otra escuela de este mundillo en la que seguir aprendiendo. “He tenido la suerte de trabajar y aprender de grandísimos profesionales del teatro en Andalucía como Alfonso Zurro, Julio Fraga o Juan Antonio Estrada, de los que sobre todo he aprendido que lo importante en esta profesión no es llegar, que lo que de verdad importa es resistir”, como en el cuento clásico logra Caperucita a pesar de caer en las fauces de lobo.
Entre tanto teatro un casting le abrió las puertas del cine y consiguió un papel en ‘Lo que ha llovido’, película de Antonio Cuadri que recuerda como “una experiencia corta pero irrepetible”. En ella conoció a Eduardo Velasco, “enorme actor y mejor persona”, que le condujo hasta su actual representante, Ruth Franco, que le ayudó no abrir sola cada puerta a la que se dirigía.

“Gracias a ella pude acceder a las pruebas para Cuéntame un Cuento”, proyecto que le llevó a Madrid, donde lleva dos años tras “muchas y venidas desde Sevilla” de casting en casting. El año pasado estuvo de gira nacional con el espectáculo ‘Panique en Cuisine’ con el que “por fin pude pisar las tablas del Gran Teatro de Huelva”, una cuenta pendiente, un sueño realizado que compartir con familia y amigos desde el escenario. Actualmente pertenece con “orgullo” a Blablabla Teatro, una compañía que vio la luz por primera vez en Sevilla y que ha vuelto a ponerse en marcha en Madrid hace poco más de año y medio, con Antonio Rincón-Cano a la cabeza, que es un dramaturgo y director “espectacular”. Para Sara este proyecto es “un regalo caído del cielo”, donde ha encontrado a un equipo de gente “con una sensibilidad exquisita, que entiende el teatro y la vida de la misma manera que yo y eso es muchísimo en este mundillo tan complejo”.
“Ahora acabamos de empezar con los ensayos de nuestro segundo montaje, por el que hemos apostado fuerte y estoy segura de que dará que hablar”, destaca la onubense, que sigue caminando feliz por un bosque inescrutable, cubierta por la pátina de las horas de vuelo encarnando otras vidas y con muchas experiencias en la cesta, donde hay sitio para muchas más.