nuestro pasado en clave de humor
La loca Historia de Huelva: La segunda mitad del siglo XX
En esta segunda parte del Equis Equis (parece una quiniela de fútbol en vez de un siglo... o incluso la talla de mis anchos calzones), se produce definitivamente la explosión de las minas, pero esta vez la explosión mala, la explosión a lo bestia, por los aires, la desintegración definitiva de la minería tanto para la Cuenca Minera riotinteña como para el Andévalo.

Hoy en día de esas minas quedan prácticamente los inmensos boquetes para hacerles las fotos los excursionistas: “Mira, mira...parece Marte, ¿a que sí?, o Júpiter” No lo sé, a Marte voy de vez en cuando, pero Júpiter hace tiempo que no lo piso. Así que toca recolocar y prejubilar a sus trabajadores. En 1964, para mitigar ese disgusto, el gobierno franquista crea a las afueras de Huelva capital el Polo de Desarrollo, también llamado por muchos Polo de Subdesarrollo (al menos en lo que se refiere a la polución y contaminación).
El día de su inauguración estuvieron aquí cantando en el templete de la Plaza de las Monjas Ana Manuel y Víctor Belén... Ana Belén y Víctor Manuel (ahora sí): “Contamíname, pero no con el humo que asfixia el aire...”. Se referían lógicamente a las industrias químicas de gas natural, petróleo, ácido sulfúrico y fosfórico, abonos, dióxido de titanio... y así hasta el infinito y más allá. Eso mismo digo yo... “más allá” del casco urbano podían haber puesto esas fábricas, mucho más allá. En Huelva la idea cayó muy bien por aquel entonces, por el único motivo por el que aguantan ahora, los puestos de trabajo (los únicos puestos que se valoran en Huelva junto a los puestos de churros y los puestos de pescaíto frito), pero se le vendió la idea a la gente de que un Polo era otra cosa: “Que si un polo es un chalequito muy chulo de distintos colores... que si un polo es un helado fresquito de naranja o de limón con un palo del grosor de un pelo para agarrarlo...” (uy, qué gracioso, un polo con un palo como un pelo). Incluso nos hicieron creer que el Polo era un licor para tener la boca fresquita y nada hedionda... la boca fresquita pero calladita ante los gases diarios, unos gases que te aseguro que no se quitaban con bicarbonato ni con cualquier otra medicina antiflatulencias.
Y del vertedero de Nerva mejor ni hablar, apunto estuvimos de vivir el segundo 'Año de los tiros', como en 1888 su vecina Riotinto. Un último apunte al respecto: dije que no os aburriría con mi vida personal, pero mis padres fueron de los muchos que aprovecharon el Polo de Desarrollo para volverse del país al que emigraron, que en mi caso, a diferencia de la Abeja Maya, no fue precisamente un país multicolor que estaba siempre bajo el sol. Al regresar a Huelva desde Alemania (como mis padres y yo), o de Holanda o de Suiza y oler el entrañable pestazo a Celulosa a la altura de San Juan del Puerto, te recibía en un andamio Juanito Valderrama cantándote... ”Yo soy un pobre emigrante y traigo a esta tierra extraña, en mi pecho un estandarte con los colores de España” (sí, una especie de Manolo el del Bombo de aquella época). Efectivamente, nos cantaba la misma canción cuando nos íbamos de España que cuando volvíamos, era un single de vinilo reversible que sonaba igual por la cara A que por la cara B. ¡Y la fama de ligón que tenía este cantante! Siempre se decía que “Juanito Valderrama... va de rama en rama” (o de flor en flor si lo preferís, que el que iba de rama en rama era Tarzán de los Monos). En contrapartida se inunda la provincia de eucaliptales. Por lo visto los propios caramelos de eucalipto que se tiraban en las cabalgatas de Reyes hacían de semillas. Se plantaban esos caramelitos y a esperar... a esperar a que vinieran cuatro pirómanos tontos a quemarlos en cuanto crecieran.
A finales de los años 60 se empieza a experimentar con la fresa y el fresón en la provincia, sobre todo en Moguer, donde se probaron técnicas intensivas en la finca de 'Las Madres' (sí, efectivamente, las madres en plural, y eso que siempre dicen que madre no hay más que una). Intentaron sacar batidos de fresa ya embotellados y todo, y aunque no se consiguió, los resultados sí fueron bastante buenos, y del entorno de Mazagón, Palos y Moguer se extendió a toda la provincia, llegando a producir en la actualidad el 97% del total nacional (por lo visto hay una mujer en Palencia que tiene en su terraza 6 o 7 macetas piratas donde produce el 3% restante). Y ahora pasamos de la emigración nuestra al resto de Europa a la inmigración en la que somos los receptores de mano de obra (bueno, recibimos no solo sus manos, sino también su pies y el cuerpo entero, claro), sobre todo de magrebíes, africanos subsaharianos, rumanos, polacos o lituanos. Lógicamente también trabaja la gente de la provincia que lo necesita, siempre y cuando presenten el certificado B-2 en cualquiera de los idiomas antes citados... y no os penséis que el rumano o el polaco están chupaos, que incluso los propios habitantes de esos países no aprenden a hablarlo hasta los 40 o 45 años.

Y para terminar este rápido resumen al Siglo XX (es de tontos seguir contándoos una historia que la mayoría habéis vivido en vivo y en directo), empiezo por donde debería haber comenzado: lo más importante fue la Constitución Española de 1978, con nuestros paisanos de Jarcha... siempre de marcha: “Libertad, libertad, sin ira libertad, guárdate tu miedo y tu ira porque hay libertad”. O Nino Bravo con su “Libre, como el sol cuando amanece yo soy libre, como el mar....”. En España en general, y en nuestra provincia en particular, se inicia un despegue en todos los ámbitos paralelamente al crecimiento de la democracia ( “demo cracia” al Señor nuestro Dios), donde se alternan las ya populares épocas de crisis (también llamadas desaceleraciones para que no nos cabreemos mucho) con los inicios de recuperación... insisto: crisis, inicio de recuperación...crisis, inicio de recuperación..., una fascinante bucle de la que no salimos nunca, y cuya sentencia más positiva y conformista es esa de “a mí que no me den pero que tampoco me quiten, que me dejen como estoy” (se ve que alguno no se ha mirado bien al espejo antes de pedir que lo dejen como está).
