EXITOSA GIRA DEL BUS DE LA REPOBLACIÓN

Orgullo rural contra la Huelva vacía

Contra el derrotismo de una parte de la España despoblada, coraje y orgullo rural. Ese es el lema que ha animado la última gira provincial del Autobús de la Repoblación de la mano de la Diputación, una iniciativa que está recorriendo el país con el objetivo de presentar ese interior pujante y activo, y que este año ponía su foco en la juventud.

Orgullo rural contra la Huelva vacía

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Hablamos de una mirada en positivo, dando la espalda a los mensajes desalentadores que intentan convencernos de que en los pueblos no hay futuro. Y quién podría estar más legitimado para lanzar este mensaje que quienes pertenecen a la considerada 'zona cero' de la despoblación, Soria, lugar de procedencia de la asociación El Hueco, promotores del Autobús de la Repoblación. Ellos nos cuentan que hace cuatro años se plantearon presentar otra imagen diferente a la que reinaba hasta ese momento, “un estado de depresión y melancolía total”. Por eso, había que que mostrar otra imagen de nuestros pueblos y aunque todos somos conscientes de los problemas que sufre el entorno rural, creyeron que lo que tenían que poner en evidencia es que eso que llaman la España vacía, no esta vacía... está llena de gente que hace un montón de cosas, gente muy activa que trabaja por su pueblo”. Es a esa gente a la que se ha dado voz en este programa, desde el que se ha querido fomentar el orgullo rural, el de vivir en pueblos como Santa Bárbara, La Zarza-Perrunal, Cortegana, Corteconcepción, Valdelarco y Zufre, que han sido en esta ocasión los anfitriones del Autobús de la Repoblación, invitado por la Diputación a través del Comisionado Provincial para el Reto Demográfico. En cada una de estas localidades se emitió en directo por Internet un programa de televisión donde se entrevistaba a quienes podían dar ejemplo y testimonio de que hay alternativa a la vida urbana, una alternativa mejor incluso a la de la ciudad.

Orgullo rural contra la Huelva vacía

Así nos lo cuenta Jordán Fernández, coordinador la iniciativa: “La novedad es que, a pesar de que hay muchas razones para quejarse y lamentar los obstáculos que existen para vivir en un entorno rural, buscamos un mensaje optimista y positivo. Desde el que te cuenta que se ha montado su tiendecita en el pueblo y está tan feliz; o el que está teletrabajando con tal o cual empresa viviendo al lado del campo, sin gastar dinero en transporte y que te cuenta lo satisfecho que está”. Y hay de todo, según explica, desde la que monta una pequeña peluquería que le da lo justo para vivir feliz en su pueblo hasta quienes trabajan a distancia en proyectos inmensos para una gran empresa. Y se han llevado alguna que otra sorpresa en este sentido, como ver en un pueblecito con 300 habitantes que una persona ha creado una empresa que factura millones de euros; o el panadero que hace pan artesanal y lo vende en el extranjero. “Son estos casos los que queremos que se vean, que seamos conscientes de que en estos pueblos no sólo se crían ovejas y vacas, que hay oportunidades más allá de ser ganadero o agricultor”. Se pueden hacer mil cosas, como bien han comprobado desde esta asociación, y la idea del Autobús de la Repoblación es transmitir esas posibilidades para que alguien, por ejemplo en Madrid, pueda decir: “Estoy aquí cobrando mil euros y pagando 400 euros por alquilar una habitación, más el transporte, la comida,...  pues no puedo vivir, pero aquí con esos mismos mil euros vives como dios”. La Sierra de Huelva, precisamente, es un lugar propicio para este tipo de giros vitales, ya que desde hace muchos años numerosos extranjeros procedentes del diferentes países de Europa se han establecido aquí, bien para empezar de cero dejando atrás trabajos de abogado o de banquero; hasta el que decide venir a disfrutar de su tiempo trabajando de otra manera.

Orgullo rural contra la Huelva vacía

En su periplo por los municipios onubenses que han servido de parada a este Autobús de la Repoblación, hay mil anécdotas, como nos explica Jordán. En sí ya es una aventura traer de Soria el viejo autobús que sirve de soporte al programa, un autobús que en ocasiones no puede entrar en los pueblos a través de las callejuelas hasta la plaza y hay que trasladar el encuentro a las afueras. O simplemente que, por los muchos kilómetros que tiene ya encima, ha necesitado ayuda de la grúa y no ha podido llegar a tiempo a algún pueblo, como ocurrió en el caso de Zufre. O aquella otra anécdota recurrente, en la que los más mayores preguntaban, unos medio en broma y otros más en serio, que “dónde estaban las mujeres”, ya que lo de el ‘bus de la repoblación’ aún conserva connotaciones de tiempos pasados, en los que se organizaban caravanas de mujeres para facilitar las relaciones sociales y emparejar a los más afortunados.  

Orgullo rural contra la Huelva vacía
Orgullo rural contra la Huelva vacía

En la misma línea incide Aurelia López, presidenta de la Asociación de Mujeres local. Y aunque es prudente a la hora de animar a los ‘urbanitas’ a vivir en un pueblo, porque lo del trabajo “está pésimo”, para ella pesan más los pros que los contras: “Aquí te puedes arreglar con bastante menos que en la capital” y en cuanto a servicios “no nos falta absolutamente de nada, ya que tenemos Aracena muy cerca”. Pero sobre todo, volver al pueblo desde la gran ciudad significa para ella algo fundamental: es “la paz y la tranquilidad, el poder recuperar el afecto y el contacto con la gente de toda tu vida”.

Por su parte, Juan Antonio Delgado, socio de una empresa radicada en Niebla dedicada a hacer envases para productos hortofrutícolas, reconvertido con el tiempo en ceramista aficionado, aconseja a todo aquel que tenga una vocación artística el apostar por el pueblo, ya que el entorno ayuda muchísimo a la inspiración de las personas creativas. Más aún si lo compara con la vida en una gran capital, donde es habitual “más que vivir, sobrevivir”.

En Cortegana conocimos dos casos protagonizados por mujeres. Por un lado, Isabel Menguiano, quien a pesar de haber residido buena parte de su vida fuera de su pueblo, también decidió regresar. Tras estudiar Magisterio y Pedagogía en Huelva y Granada, su experiencia laboral le llevó a las Islas Canarias e incluso hasta Colombia, donde le concedieron una beca. Reconoce que viajar fue una gran lección, también para valorar lo que tienes aquí. A su regreso a la península permaneció dos años en Sevilla trabajando en el ámbito de la educación. Pero lo que la convenció de volver al pueblo fue la maternidad: quería que sus dos hijas se criaran en el entorno que ella conoció y tuvo la suerte de que su pareja, un granadino entrenador de vela, aceptó acompañarla. Ahora viven entre dos mundos, la sierra y la costa; ella programando las actividades extraescolares de colegios de distintos municipios de la zona, y él con su empleo vinculado a los deportes acuáticos.

También conocimos a Sete Buenavista, joven bióloga que tiene entre manos el sueño de poner en marcha en Cortegana una cooperativa para el aprovechamiento de las plantas autóctonas aromáticas con las que elaborar infinidad de productos. Mediante una destilería conseguiría esos aceites esenciales que tienen un gran potencial a nivel comercial, porque de ahí se extraen moléculas aromáticas que se usan en la industria farmacéutica o cosmética.

En la visita a Corteconcepción supimos de la historia de Asela Márquez, que se dedica a enseñar música a alumnos de Infantil y Primaria. Así lo recuerda ella: “Yo estudié en Sevilla y cuando acabé me vine con una mano delante y otra detrás, no sabía muy bien qué hacer. Al final encontré trabajo mucho antes que mis compañeras que se quedaron en Sevilla que habían estudiado lo mismo que yo y encontré trabajo en un pueblo”. Hoy hace 14 años de aquello y se siente orgullosa cuando recibe a antiguas compañeras de estudio que viven en Sevilla o amigos de otras ciudades “han alucinado con el clima, con cómo se vive y también lo que se ha evolucionado”. Las cosas han cambiado “muchísimo” en el pueblo. De hecho conoce casos cercanos de gente que vino a vivir “para probar” y se ha quedado “por la facilidades que ofrece, por el entorno privilegiado y por el lugar estratégico”, cerca de Sevilla y Aracena.

En definitiva, onubenses orgullosos de vivir en su pueblo, demostrando que otra vida, mejor aún que la de la ciudad, es posible.

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