el tratado de lo antiguo

Salthish, la ciudad olvidada

La Isla de Saltés es una parte primordial de la identidad de Huelva, todos los onubenses la conocemos, la ubicamos dentro del incomparable marco del Parque Marismas del Odiel y la apreciamos como nuestra. En este artículo daremos un repaso a la evolución de los estudios arqueológicos desarrollados en la misma y las evidencias arqueológicas documentadas.

Salthish, la ciudad olvidada

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Salthish, la ciudad olvidada

Sólo se llevó a cabo una excavación en 1948 por parte de Carlos Cerdán Márquez, Comisario General de Excavaciones, que realizó  80 sondeos en el yacimiento islámico, cuyos resultados no vieron la luz. La práctica inexistencia de legislación arqueológica que impusiera pautas sobre el depósito y publicación de resultados, contribuyó a la pérdida de los datos recogidos.

Los proyectos que se llevaron a cabo en la década de los 80 estuvieron dirigidos a obtener una cartografía del yacimiento por medio generalmente de prospecciones con geo-radar.

Pero las intervenciones más importantes en el yacimiento de Saltés se producen a finales de los 80 de la mano de un equipo multidisciplinar compuesto por miembros de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, la Casa de Velázquez, el Museo Provincial de Huelva y el Paraje Natural de Marismas del Odiel. 

Los trabajos se desarrollaron entre 1988 y 1993 y abarcaron estudios de superficie y sondeos exploratorios (1988), estudios de cerámica (1989), excavaciones (1990 y 1992), análisis estratigráficos y estudios arquitectónicos (1991) y la conclusión de los estudios con la preparación y el montaje de una exposición por el Museo de Huelva. Este proyecto tenía como objetivo buscar y analizar los vestigios conservados en la Isla de Saltés, dar a conocer la organización urbana de la ciudad islámica y estudiar los espacios domésticos. 

El proyecto se vio condicionado al tratarse de una propiedad privada dedicada a la explotación agropecuaria y el pastoreo, los propietarios, la familia Thiebaut, favorecieron los trabajos arqueológicos permitiendo el vallado de los lugares de trabajo para impedir la entrada de animales y personas ajenas al proyecto; por otra parte, el encontrarse en una zona perteneciente  al Paraje Marismas del Odiel también supuso ventajas e inconvenientes, ya que por una parte ofrecieron instalaciones y servicios a los investigadores, también prohibieron el uso de herbicidas que impidieran el deterioro de los restos exhumados.

Con este proyecto se recogieron la mayor parte de los datos que tenemos sobre la ocupación antrópica de la isla. Demos un repaso por las distintas épocas.

Salthish, la ciudad olvidada

Sobre la presencia romana en la isla no se sabe mucho, aunque el topónimo Saltus (que significa monte, bosque o tierra sin cultivo) sugiera su utilización no frecuente, y que por otra parte, Estrabón recojiera en sus textos la existencia  en la isla un templo dedicado a Hércules, sólo quedan de esta posible construcción algunos sillares reaprovechados en las construcciones islámicas. Por lo que la mayor huella que se conserva en la isla de restos  romanos son dos piletas de salazones que inducen a pensar en una posible factoría pesquera quizás dedicada a la fabricación de garum (salsa de pescado hecha de vísceras fermentadas de pescado que era considerada por los romanos como un alimento afrodisíaco).

La ocupación permanente de la isla no llega hasta época musulmana cuando se construye una alcazaba y una medina. El yacimiento islámico ocupa el extremo noroeste del Almendral y se compone de dos partes; por una parte tenemos los restos de una fortaleza con paredes rectilíneas construidas con tapial, es decir, mezcla de tierra con argamasa, piedras y conchas y seis bastiones (reducto fortificado que se proyecta hacia el exterior del cuerpo principal de una fortaleza) de planta cuadrada y 7m de lado, separados por lienzos de muralla rectilíneas, que fueron construidos en un solo momento histórico, pero que sufrieron numerosas reformas a lo largo de la historia.

La ciudad se extendía al norte, este y sureste de la alcazaba ocupando un terreno de unas seis hectáreas. Sobre el urbanismo de la ciudad musulmana los trabajos realizados han aportado muchos datos sobre el mismo. 

Salthish, la ciudad olvidada

Cada manzana parece estar formada por varias casas con patios interiores de grandes dimensiones con enlosado de cemento, barro cocido o tierra alrededor de los cuales se reunían las habitaciones periféricas.

La vivienda se estructura como una unidad cerrada donde se presta una gran importancia a la intimidad, de ahí que las casas sólo presentan pequeñas ventanas al exterior y que la luz de las habitaciones interiores sólo viniera de la puerta. Su disposición interna estaba condicionada al acceso a la calle, situándose cerca de ellas las letrinas, los establos y trasteros, situando al final las habitaciones donde se desarrollaba la vida familiar. Cada casa disponía de pozo interior del que parte el desagüe que va a parar al exterior de la vivienda.

La actividad económica de la ciudad era diversa, se han documentado restos de numerosos huertos que implican la importancia de la agricultura, y que aún así, no llegaban a la producción necesaria para alcanzar el nivel de subsistencia, también el sector pesquero tiene un papel relevante en la economía de Saltés, debido a su privilegiada situación el comercio debió ser activo, aunque no se han documentado restos de mercados. Todo esto hace pensar en la complementariedad que la medina tenía con Welba para adquirir lo necesario y colocar sus excedentes. 

Salthish, la ciudad olvidada

Parece que el abandono de la ciudad fue bastante rápido, los cristianos ocuparon durante unos pocos años la alcazaba, pero después se retiraron a Huelva y Niebla, a principios del s XIV se nombra en algunos textos al Alcalde de Saltés, pero parece un título de carácter honorífico, poco más avanzado el siglo se documenta la toma de posesión de Saltés por la Condesa de Medinaceli donde ya no se habla de ciudad sino de un terreno agrícola como ha llegado hasta nuestros días.

Durante los trabajos de campo que se llevaron a cabo, los investigadores tuvieron que adecuarse al régimen de visitas establecido por el Parque Marismas del Odiel al yacimiento cuyas autoridades vieron como aumentaba el interés de visitar el parque por contar con el valor añadido de ver una excavación arqueológica en pleno apogeo e ir descubriendo poco a poco el yacimiento. Todo esto, junto con la participación del Museo Provincial que formaba parte del equipo de investigación, favoreció el nacimiento de un Proyecto de musealización y difusión del yacimiento que como los propios restos de la cuidad islámica languidecen en la crisis y el olvido.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación