entrevista

Francisco Rodríguez-Pantoja: «A Huelva le beneficiaría mejorar las comunicaciones con Extremadura muchísimo más que con Sevilla»

decano del colegio oficial de arquitectos de huelva

Ha firmado más de mil proyectos en casi 50 años como arquitecto pero no quiere jubilarse porque se divierte «muchísimo» con su trabajo

Valora el «enorme» cambio que ha dado la ciudad y subraya el gran valor de que mire por fin a la ría, que le «encanta», y conecte más con el Puerto

Ve a Huelva «bastante habitable y amable» pero con el «problema gordo» de las infraestructuras porque al visitante «le cuesta mucho trabajo venir»

Una obra de Galaroza recibe el Premio de Arquitectura del COAH en 2023

El COAH inaugura su 'Semana de la Arquitectura' homenajeando a edificios premiados en sus veinte años de historia

Francisco Rodríguez-Pantoja, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva H24

Mario Asensio

Huelva

No es sólo onubense quien simplemente nace en esta tierra, sino quien también trabaja por Huelva, quien le presta más atención, quien piensa día día en ella, la contempla, la recorre y sueña con cómo podría construirse una mejor. Aquel niño apasionado que se adueñaba de pedazos de Sevilla a través de las páginas de su bloc, pisó Huelva por primera vez con la misión de atrapar el balón como portero del equipo infantil del Colegio Claret en la final del Campeonato de Andalucía, disputada en el estadio Colombino. Décadas después se asentó en una Huelva con tres calles y alma de pueblo. Fue parte del tránsito hacia la capital que es hoy desde su área, la arquitectura. Desde hace dos años es el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva (COAH), incombustible tras 49 años de ejercicio profesional y más de mil proyectos firmados. Y la cuenta no para. Francisco Rodríguez-Pantoja Márquez desarrolla en Huelva24.com algunas de las líneas maestras de su equipo, los recuerdos de la Huelva que se encontró, el trabajo de la actual y las ideas de la ciudad que está por venir.

- Lleva dos años como decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva ¿Qué balance hace de este tiempo de mandato? ¿Qué objetivos ha cumplido y qué otros tiene por delante?

- En primer lugar quiero aclarar que en la junta de gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos somos cinco y soy un 20 por ciento. Es un equipo que cuando me propusieron ser decano monté yo, de gente joven muy competente y con ganas de hacer cosas y hemos hecho bastantes. El

«El principal reto que teníamos era poner a los arquitectos más en contacto con la sociedad, porque estábamos totalmente distanciados»

principal reto que teníamos era poner a los arquitectos más en contacto con la sociedad, porque estábamos totalmente distanciados. Es algo absurdo porque la sociedad nos necesita y nosotros trabajamos para ella. Esa disociación que había era un poco extraña. Hemos hecho muchas cosas. Tenemos un convenio con la Universidad de Huelva y su Aula de la Experiencia, donde damos una serie de charlas sobre urbanismo y arquitectura a personas mayores y tienen un éxito impresionante. También vamos a algunos pueblos y se demuestra a la gente le interesa el urbanismo y la arquitectura. Es lógico porque es donde viven, donde duermen, comen y se divierten. Otra cosa que hicimos fue una exposición itinerante de los últimos 20 Premios de Arquitectura del Colegio de Arquitectos. La tuvimos enfrente de la sede del colegio, en la Universidad y en el Paseo de la Ría. También hemos ido firmando un serie de convenios con instituciones como la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Huelva, el Colegio de Aparejadores, el de Administradores de Fincas… convenios encaminados a irnos permeabilizando más con la sociedad. Parece que lo estamos consiguiendo porque cada vez hay más vecinos y entidades que nos reclaman para charlas y exponernos cosas. Sólo así se logra que la gente deje de ignorar para qué sirve un arquitecto.

- ¿Qué conclusión saca de la idea que tiene la gente de lo que es un arquitecto y lo que consideran desde el COAH que debe ser?

«Tenemos una responsabilidad muy grande, porque lo que hacemos, si nos equivocamos o acertamos, se queda ahí 100 años»

- La gente un poco tenía un poco de despiste. Pensaba que el arquitecto es un señor con el que había que hacer un proyecto para poder hacerse una casa y ya está, que era una especie de obligación. Después ha ido entendiendo mucho más. Siempre digo que un buen proyecto sale gratis. Muchos cuando se van a hacer una casa busca a ver quién le cobra menos y ahí se equivocan porque el que cobra menos no te lo va a hacer igual. Lo barato sale caro. Tiran el dardo en la diana equivocada. No intentes ahorrar en quien de verdad te puede hacer ahorrar dinero. Es una cosa que digo a los compañeros. Tenemos una responsabilidad muy grande, porque lo que hacemos, si nos equivocamos o acertamos, se queda ahí 100 años, que es la vida útil de un edificio. Tenemos que tener mucho respeto. Quien hace la inversión tiene que tener en cuenta que lo que se gasta es para toda la vida y el intentar ahorrarse dinero en el profesional a lo mejor luego en la obra le cuesta bastante más o no tiene lo que quería de aislamiento de confort y comodidades que tendría con un buen proyecto. Eso la gente lo está entendiendo. Lo mismo recomiendo que quien vaya a comprarse un piso que vaya acompañado por un arquitecto, porque detecta al momento una serie de carencias que pueda tener la vivienda. Imagínate que la primera noche ya descubres que el vecino ronca, las paredes son finas y no te deja dormir. Eso ya es para toda la vida. O no te hubieras comprado esa vivienda o hubieras puesto las medidas oportunas para que no te pase eso.

-¿Por qué se hizo arquitecto? ¿De dónde viene su vocación y qué le apasiona de su profesión?

«He llegado a un pacto con San Pedro, que me avise él cuando quiera que me jubile»

- Yo no me quiero jubilar porque me divierto muchísimo haciendo proyectos y arquitectura. He llegado a un pacto con San Pedro, que me avise él cuando quiera que me jubile. Fue una vocación extraña. En mi familia son todos de letras. No hay nadie de Ciencias. Yo era muy aficionado de chico al dibujo. Me iba por Sevilla cuando estaba aburrido con un bloc y un lápiz. Un día el profesor de dibujo del colegio me dijo «tú serías un buen arquitecto». Le pregunté qué era eso. Me lo explicó y le dije que me gustaba. Le dije a mi padre que iba a estudiar ciencias para ser arquitecto y me dijo que dotes tenía porque mi afición de irme por ahí a dibujar en vez de salir a jugar era una cosa que no se daba. Él era una persona bastante comprensiva y yo me empeñé en ser arquitecto. No me arrepiento en absoluto de haberlo hecho y sigo al pie del cañón.

-¿Lleva la cifra del número de proyectos que ha firmado? ¿Hay alguno del que se sienta especialmente orgulloso?

-Mi secretaria, que ya se jubiló, llevaba la cuenta. El último que numeró antes de jubilarse era el novecientos ochenta y tantos, así que ya he superado los mil ampliamente. Cada proyecto tiene su cosa. Los hay grandes y pequeños. El más grande en tamaño que he hecho es un hotel de Mazagón que ahora es de la cadena ohtels. Antes era de Solvasa, para la que he hecho también dos hoteles en Tenerife, en Valencia, y este de Mazagón tiene 45.000 metros cuadrados aproximadamente. Un proyecto que fue todo un reto para mí, con lo fácil que podría ser, fue un parking en altura en Huelva, con el terreno que tenemos, al lado de la estación de autobuses de Damas. Fue un poco reto. Después intenté que pareciera más un edificio de oficinas que un párking y por eso lo puse con ventanitas. Creo que lo conseguí solo a medias, pero lo intenté. Chalés he hecho muchos. Hice toda la primera fase de la Dehesa, en Mazagón la primera fase de la urbanización El Faro. En Aljaraque he hecho cerca de 500 viviendas, entre Corrales, Bellavista… Fuera de España hice un anteproyecto que me pagaron pero no se llegó a realizar porque el promotor se arruinó. Era un hotel en Punta Cana. Lo disfruté mucho porque era un proyecto con casino, con lagos artificiales para un campo de golf, etc.

- Comenta cómo es el terreno de Huelva. El próximo proyecto del nuevo Muelle de Levante, con la carretera soterrada, será todo un desafío, ¿no?

- Es un desafío, pero está superado. En Sevilla hay un aparcamiento justo al lado del río, en el Paseo Colón. Tiene su complejidad, pero en Huelva somos especialistas en suelos malos. Yo he hecho de todo, como pilotajes. En muchas viviendas he mejorado el terreno plantando eucaliptos, que hace que se cohesione el terreno y coja más consistencia. Es más complicado y caro, pero todo se puede hacer. Del cabezo de la joya para abajo era marisma y ahí tenemos lo que se ha descubierto en frente del Ayuntamiento, un puerto tartésico, y en la calle Berdigón estaba el agua.

- Ahora que lo menciona, ¿cómo es la relación entre arquitectura y arqueología?

- Ahora estamos un poco más en contacto. Antes estábamos más enfrentados. Estamos más unidos y de hecho el Colegio de Doctores y Licenciados de Sevilla y Huelva, ahora mismo, toda la junta de gobierno son arqueólogos. Me invitaron expresamente a la toma de posesión y estuvimos hablando bastante. Yo siempre he dicho lo mismo. Todas las personas que

Imagen - «Hay que tener una muy buena entente cordiale entre arquitectura y arqueología, como se ve en Córdoba, en Roma o en Mérida»

«Hay que tener una muy buena entente cordiale entre arquitectura y arqueología, como se ve en Córdoba, en Roma o en Mérida»

estamos implicadas en que salga un producto adelante tenemos que estar en el mismo barco y es absurdo que cada uno vaya por su lado, porque quien después sale perdiendo es el ciudadano que tiene que disfrutarlo o perderlo. Antes se hacían cosas un poco absurdas con el arqueólogo por encima de todo. Tenemos el ejemplo de lo de poner un cristalito que ahora no se ve, el resto arqueológico se perdió y no se ha sacado ningún fruto de eso. Y hay cosas que tampoco hay que proteger a ultranza por encima de todo, porque como yo digo, a lo mejor dentro de cien años la arquitectura que estamos haciendo ahora la quieren proteger y cuidar. Hay que tener una muy buena entente cordiale entre arquitectura y arqueología, como se ve en Córdoba, en Roma o en Mérida, ciudades en las que las dos conviven. Huelva tiene una riqueza arqueológica muy grande y estamos en el camino de una colaboración estrecha entre los arqueólogos y arquitectos. A título personal mis relaciones con los arqueólogos han sido muy cordiales y bastante positivas.

- Huelva no tiene arquitectónicamente el patrimonio que otras capitales andaluzas pero también es porque no se ha conservado parte de lo que tenía, ¿no cree?

- Veo que en Huelva algunos planes generales han protegido cosas que no tenían ningún interés, porque muchas veces afrontamos un proyecto en el

«El problema del urbanismo es que tiene mucho de política y cuando entra los errores son más fáciles de cometerse»

que hay que conservar una fachada que por mucho que la mires no entiendo el motivo y sin embargo otras cosas que se deberían de haber conservado se han tirado. El problema que tiene el urbanismo y lo digo por mucho que se enfaden, es que tiene mucho de política y cuando entra los errores son más fáciles de cometerse.

- Los Planes de Generales de Ordenación Urbana (PGOU) tiene mucho de política, ¿no?

- Efectivamente. El que manda y que dice lo que hay que hacer es la Concejalía de Urbanismo de turno. Entonces se lo digo a todos, al anterior y al de ahora. Lo mismo que le digo al arquitecto. Tened cuidado con las decisiones que tomáis que se quedan ahí cientos de años, para toda la vida. Hay que tener mucho respeto con estas cuestiones porque en el fondo el ciudadano es el beneficiario o el perjudicado de todo lo que hagamos.

-En ese sentido, ¿cómo valora los PGOU que se han ido gestando en Huelva? ¿Se ha desarrollado la ciudad urbanísticamente como debería?

- Los planes generales normalmente suelen tener fallos. Muchas veces se prevén unas cosas y cuando se empiezan a desarrollar ves que es muy difícil o no es posible económicamente o que las circunstancias geopolíticas cambian y lo que en un momento era ideal luego pasa a ser un desastre. Por ejemplo, el mismo Covid nos ha hecho diseñar los pisos de otra manera distinta que antes. Nos hemos dado cuenta que la gente quiere más espacios abiertos. No quieren cinco ni seis dormitorios, porque no tienen ese número de hijos, sino menos pero mejor organizados. Quieren poder disfrutar del aire libre. La gente vive más en la calle, porque cuando uno ha estado confinado un tiempo parece que es como cuando sueltas al perro y sale corriendo. Ahora se quiere vivir mucho en la calle y por tanto con el urbanismo hay que tener mucho cuidado con lo que se hace, porque la calle es la segunda casa del ciudadano y hay que hacer que sea lo más vivible posible. Creo que en Huelva se está consiguiendo. Por ejemplo para mí creo que ha sido un gran éxito el paseo de la ría y prueba de ello es que está lleno de gente. Yo los éxitos y los fracasos los veo muy claros. Tú haces una plaza y no va nadie, te has equivocado. Haces una plaza y un paseo y ves que se llena, has acertado.

- ¿Cuál cree que es el principal reto urbanístico de Huelva?

- Espacios verdes Huelva tiene bastantes. Tiene que cuidar más los que tiene. Hay muchas zonas de Huelva que son campos inhóspitos. O lo construyes bien y lo dotas de una vegetación adecuada, con un senderismo adecuado o mejor haz otra cosa. Pero lo más fundamental ahora mismo para Huelva son las infraestructuras. No podemos atraer a la gente porque no puede venir. Es el problema gordo de Huelva. La ciudad ha pegado un cambio enorme en 40 años y no parece la misma ciudad que cuando vine. Es totalmente distinta. Ha dado un cambio bastante bueno y es una ciudad bastante habitable y amable con el visitante, ya no por las personas, sino que es agradable ahora mismo sentarse en una calle. Al visitante le cuesta mucho trabajo venir. Antes de hacer todo lo que se está haciendo, que me parece súper positivo, lo primero que hay que hacer para descubrir un sitio es llegar y es muy complicado. Huelva está por explotar y como dice es eslogan es una ciudad descubridora por descubrir. Los onubenses tenemos que luchar fundamentalmente por las infraestructuras y a mi juicio, y esto es particular, mirar mucho hacia Extremadura. Estamos mirando mucho el AVE, pero Sevilla no le va a dar absolutamente nada y

«Si se pone una buena conexión ferroviaria la industria extremeña y su agricultura, que son muy fuertes, se vendrían al Puerto de Huelva»

Extremadura le puede dar mucho a Huelva. En primer lugar convertirla en su puerto, que es importantísimo, porque a tiene una potencia industrial bastante fuerte de la cual se puede beneficiar Huelva. Estamos venga a mirar a Sevilla cuando el centro de España lo tenemos más cerca a través de Extremadura. Yo llego antes a Madrid por la Ruta de la Plata que por Despeñaperros. El ferrocarril Huelva-Zafra se ha puesto otra vez en marcha y a Huelva económicamente le beneficiaría mejorar las comunicaciones con Extremadura muchísimo más que con Sevilla. No niego que sean importantes y que hace falta un AVE, pero hace falta mirar para Extremadura que es un caladero de inversiones y riqueza para Huelva. Lo tenemos ahí y se está yendo todo a Portugal, al puerto de Sines, y se está llevando todo.  Si se pone una buena conexión ferroviaria la industria extremeña y su agricultura, que son muy fuertes, se vendrían al Puerto de Huelva. Ahora mismo no lo hacen porque le sale carísimo.

¿Cuál es su lugar preferido de Huelva, por su valor arquitectónico, sentimental o una mezcla de todo?

- A mí la ría me encanta. Cualquier civilización, desde los antiguos pobladores de la tierra, cuando había un laguito se ponía alrededor de él y yo llegué a Huelva y veía toda la ciudad de espaldas a la ría. Me llamó la atención porque no lo entendía. Veo que ahora ya se está volviendo la cara hacía la ría, que tiene un paisaje magnífico. Un atardecer mirando la ría de Huelva le llama la atención a cualquiera. Huelva tiene rincones muy agradables. Era un pueblo con cierto encanto y y se ha potenciado bastante. Yo todos los días me doy un paseo por una parte distinta de Huelva y es agradable pasear por la ciudad.

- ¿En qué medida se puede ahondar en esa idea de mirar más a la ría?

- Creo que el nuevo proyecto del Puerto de Levante es una idea bastante buena. Si somos capaces de conseguir esa permeabilidad que hace falta entre la ciudad y el Puerto creo que Huelva va a ganar un trescientos por cien. Estamos en esa línea y creo que lo conseguiremos. Así cuando vengan los turistas tendrán mucho más que ver. Huelva tiene mucho que contar. El 8 de noviembre presentamos una guía de arquitectura de Huelva que hace la Junta de Andalucía y que es muy interesante. Tiene un itinerario para ir viendo la historia y evolución arquitectónica y urbanística de Huelva.

- En tantos años en Huelva habrá visto mucho de esa evolución que ha experimentado la ciudad

«Menos dejar los cabezos llenos de jaramagos, cualquier cosa»

- Cuando llegué a Huelva, en 1978-79 aproximadamente, y vi las tres calles se me cayeron los palos del sombrajo. Dije ¿dónde me he metido?, pero desde entonces el cambio ha sido total. En realidad la primera vez que vine a Huelva fue a jugar en el Colombino un Campeonato de Andalucía infantil de fútbol y además ganamos, hay que decirlo. Vine con el Colegio Claret de Sevilla y era el portero. Entonces era una ciudad con mucho campo, con las construcciones desperdigadas. Eso me llamó la atención, en la mentalidad del crío que era. Ese campo que son los cabezos si se cuidan le puede dar a Huelva una riqueza impresionante. El cómo se cuide no lo voy a decir porque no me quiero meter en polémica, pero menos dejar los cabezos llenos de jaramagos, cualquier cosa.

- ¿Apuesta entonces por una convivencia entre edificaciones y conservación de parte de los cabezos?

-Efectivamente, puede coexistir. En Huelva hay mucho buenos arquitectos que saben hacer cosas muy buenas y lo están demostrando. Creo que debemos apostar un poco por estas cosas y la ciudadanía está en ello.

- ¿Cree que hay opiniones muy polarizada en Huelva, con temas como los cabezos, la industria y otra serie de cosas? ¿Es posible un término medio?

- El punto medio es, a mi juicio, el momento en el que se olvidan de la intolerancia. Cuando uno se empecina con una cosa y se vuelve intolerante ya se equivoca, porque dice las cosas desde un punto de vista muy radical y muy parcial. Cuando consigamos eso podemos hacer muchas cosas y de hecho hay mucha gente que piensa que se debe y se puede hacer, pero sin intolerancia ni acritud ni denuncias. Todo se puede hablar y todo se puede llevar a conseguir entre todos los elementos que estamos para hacer una ciudad, que también la hacen los ciudadanos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación