El tiempo en Huelva: sin agua, fin de semana de sol

Se aleja la borrasca con todos sus vientos hacia el este y deja un panorama excelente en la meteorología onubense, poco afectada por él, ciertamente

La borrasca Aitor llega a España: ¿Lloverá en Huelva esta semana?

Nubes de otoño que podrán traer agua a la provincia de Huelva

El domingo será un día soleado en toda la provincia pixabay

Bernardo Romero

Aitor se va. Dejará tras su frente frío asociado, el que ha dejado agua abundante en casi toda España, una bajada de temperaturas que anula toda probabilidad de que tengamos el, por muchos esperado, veranillo del membrillo (1), que debería ser este fin de semana. Pero, no. Ocurre, como viene ocurriendo o como suele ocurrir siempre más bien, que la provincia de Huelva es ese casi que conlleva la no uniformidad de las condiciones meteorológicas en toda la península.

La borrasca Aitor(2) se marcha con su viento fresco y apenas está dejando lluvias en la provincia. A lo más, precipitaciones débiles en la zona central y de poniente de la Sierra, porque a la parte oriental, ni esas precipitaciones escasas llegarán. En el resto de la provincia, de agua nada. Otro regalo mínimo que nos trae la borrasca, perdón, el borrasco Aitor, es el viento. Todavía hoy y en la jornada de mañana el viento va a ser protagonista. Tampoco es que vayamos a tener vientos huracanados, pero si moderados que irán derivando a flojos ya en la jornada del sábado y en la del domingo.

La situación es clara, aunque compleja. Hemos tenido una vaguada que ha permitido a Aitor acercarse más de la cuenta, y una retirada hacia el sur del anticiclón atlántico, con lo cual el tiempo desapacible y las muchas lluvias en casi toda España, han sido la tónica dominante. A la provincia de Huelva esta borrasca apenas ha traído cuatro gotas, excepción hecha del cuadrante noroccidental de la provincia, y unas temperaturas algo más que moderadas e impropias de un mes de septiembre en el que todavía estamos, por mucho que el otoño ya haya llegado.

Ahora la situación cambia y estamos al amparo de dos zonas anticiclónicas que impiden al tren de borrascas acercarse a la península (3), y mucho menos a estos benditos sures que por fortuna habitamos. De modo que una vez más disfrutaremos de un fin de semana con temperaturas ideales. Veamos por comarcas que tal tiempo vamos a tener.

Mapa de superficie previsto aemet

El tiempo por comarcas del 26 al 29 de septiembre

Sierra. Tras el paso de Aitor por el norte de España, bajada de temperaturas que se notará sobre todo en las mínimas, que podrán quedarse en un dígito en la zona central, mientras que las máximas, sin subir demasiado, irán en ascenso hasta alcanzar los veintisiete o incluso veintiocho grados. De lluvia, poco o poquísimo. Los vientos amainando a partir del viernes, hasta el punto de que podemos prometer, y prometemos, que el domingo en toda la Sierra, habrá sol acompañado de unas temperaturas la mar de agradables y vientos flojos. Ya me gustaría estar en el Manzano de birras con los colegas, pero aquí andamos, amarrados al duro banco (4).

Andévalo. Algo de agua para hoy y se acabó. El vaivén de temperaturas hace que las mínimas desciendan a lo largo del fin de semana mientras las máximas suben. En todo caso temperaturas deliciosas. Los vientos irán amainando y aunque en principio sean moderados y con alguna racha importante, ya para mañana viernes serán decididamente flojos. El domingo, sol en todo lo alto. Ale, a disfrutar.

Condado – Campiña. Las cuatro gotas que caigan hoy y paren ustedes de contar. Vaivén térmico pero con una amplitud térmica más bien corta. Subirán hasta los veintisiete o veintiocho y bajarán a los doce o trece. Un tiempo en cuanto a temperaturas como para no quejarse. Los vientos de moderados a flojos y en cuanto a los cielos, ya el sábado estarán casi despejados y el domingo un sol como el pino de Chucena (5) de grande.

Litoral. Escasa nubosidad y las cuatro gotas que caigan hoy, si es que caen según en qué lugar de la costa. Las temperaturas recuperándose y aunque no tengamos veranillo del membrillo, se podrían alcanzar los treinta el domingo, cuando tendremos un sol magnífico. Ale, a disfrutar de la vida, que es lo que nos toca.

(1) En España y otros países con mayoría católica, apostólica y romana, suele adscribir nombres de santos a cualquier acontecimiento que se precie. El veranillo del membrillo, el verano indio en el norte de América, suele llamarse también veranillo de San Martín, aunque suele usarse más propiamente el relativo a la maduración de los frutos de la Cydonia oblonga, el membrillo para entendernos.

(2) La borrasca o el borrasco, vayan ustedes a saber. Antes las borrascas tenían nombres femeninos, pues femenino el es el término. Ahora lo políticamente correcto ha llevado a que se nombre a las borrascas con patronímicos alternos femeninos y masculinos. De modo que lo que tenemos hoy circulando por el norte de España es el borrasco Aitor. Cosas que pasan en un mundo en el que el postureo tiene más peso que la lógica y la razón. Muchísimo más.

(3) Esto no es válido para la España húmeda: Galicia, la Cornisa Cantábrica, Montes Vascos y vertiente sur de los Pirineos. Estas zonas seguirán presenciando el paso de una borrasca detrás de la otra. El otoño en este norte lluvioso, con un clima Atlántico, se contrapone al Mediterráneo, presente en casi toda la península.

(4) De nuevo don Luís de Góngora, al que tanto acudimos y tanto nos gusta. En el colegio, solíamos preguntar a la señorita de Literatura cual era el segundo apellido de don Luís. Éramos niños y como tales, más tontos que una espuerta de gatos chicos. En fin, cosas de la vida de las que no tenemos por qué arrepentirnos. Amarrado al duro banco / de una galera turquesca, / ambas manos en el remo / y ambos ojos en la tierra. La esperanza de volver a tu patria y con los tuyos. Este poema de Góngora podría ser recitado ahora por uno de esos miles de migrantes que se ven forzados a abandonar su casa, su familia y su propia vida para buscar en la vieja y decadente Europa una vida mejor o al menos posible. Vienen a construir, a realizar los trabajos que los nativos no quieren, y encima se les rechaza y se les desprecia. Me cagontó.

(5) Hubo un pino en Chucena que se secó por el propio aplastamiento de sus raíces. Era enorme. De su tronco se sacaron, que yo sepa y recuerde, dos enormes ruedas. Una creo que está o debe estar en el Ministerio de Medio Ambiente o cómo quiera que se llame ahora, y el otro estuvo en la entrada del pabellón de España en la expo 92 de Sevilla. En sus anillos se anotaron los principales acontecimientos históricos que había vivido el pino y España en los últimos quinientos años, la edad que tenía el dicho pino.

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