CONFIDENCIAL
El runrún: «¿A quién se le ocurriría poner esos suelos?»
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Estamos aquí y estamos en El Rocío. Eso pensarán muchos onubenses a tres semanas de la romería más multitudinaria. Cuando llega este celebración la ciudad de Huelva se sume en una fiesta de color, música y devoción, gracias a las salidas de las hermandades de Emigrantes y Huelva, que dejan un rastro de silencio en sus calles hasta su vuelta.
Un año más ambas filiales rocieras no pasarán por el Ayuntamiento, en cuya plaza se vivía siempre un momento especial. Esta tradicional parada seguirá sin celebrarse, porque así lo quieren las hermandades o mejor dicho, porque consideran que no se puede hacer con seguridad.
Lo lamentaba en rueda de prensa la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, que aseguró que están siempre «a disposición» de las hermandades, pero la seguridad es lo primero. «Han elegido libremente», apuntó y reconoció que «me da mucha pena, me hubiera encantado que se hubiera podido hacer el itinerario normal de toda la vida».
Detalló la regidora onubense que de noche se realizaron pruebas y que los mulos se resbalaban sobre el pavimento de la Gran Vía y la plaza de la Constitución. «Lo probamos a las doce de la noche. Fui para verlo y era muy peligroso», expuso Miranda, que explicó que tras probar con agua y sin agua se tuvo que descartar «ese itinerario tradicional que todos queríamos». «El carrero dijo que no era posible», recordó y agradeció el esfuerzo de los técnicos de la Concejalía de Infraestructuras con este trabajo especial.
Entonces le salió del alma: «¿A quién se le ocurriría poner esos suelos», exclamó, tirando una indirecta muy directa al anterior equipo de Gobierno de Gabriel Cruz (PSOE), al que ya le dejó otro tirito antes haciendo referencia a que la expropiación de las acciones del Recreativo a Gaidloy estaba «muy mal hecha».
Y es que se ve que a Pilar Miranda no se le olvidan algunas cosas de la herencia recibida. Tanto en este caso como en otros, los políticos deberían pensar que muchas de sus decisiones van más allá del momento y tienen trascendencia. A más de uno y de una le ha pasado también que el suelo elegido por la cocina después ha resultado ser más guarro y menos sufrido de los esperado y se han arrepentido. Pero ¿quién se mete ahora en una obra?