Sexología
El amor debe sumar y nunca restar
Hay personas para las que vivir sin estar en pareja se puede convertir en un malestar continuo, se pasan el día preguntándose el por qué, a veces inician una búsqueda del amor incesante y cuando ven cómo una y otra vez éste no llega, entran en un bucle de tristeza que les puede llegar a impedir disfrutar de su vida y de todo lo bueno que tienen alrededor.
En ocasiones la educación que hemos recibido, en la que se nos enseñaba que la vida era como una especie de escalera llena de peldaños que había que subir e ir alcanzando todos aquellos objetivos que desde pequeños se nos habían marcado para llegar a la meta final, había que seguirla al pie de la letra, de lo contrario no sería fácil ser felices.
En ese esquema prediseñado socialmente que debíamos seguir para tener 'la vida perfecta' estaba la educación (imprescindible para hacernos libres y favorecer el desarrollo de pensamiento crítico, entre otras muchas cosas), la emancipación (hoy en día tarea difícil para muchas personas por la situación económica que vivimos en nuestro país), tener trabajo (importante, para vivir y tener cubiertas nuestras necesidades básicas y si fuese posible tener la posibilidad de disfrutar de alguna que otra cosilla, cosa difícil en los últimos años), tener pareja (pues se nos ha transmitido que la felicidad debe ser junto a otra persona), y tener hijos (esto debe ser una elección y no una obligación).
Pues bien, es importante que tengamos en cuenta, con respecto a lo anterior, una serie de puntos muy importantes.
Debemos ser felices solos. Y si deseamos tener pareja y encontramos a alguien con quien compartir nuestra vida, que esta situación venga a darnos más felicidad de la que ya tenemos solos, pero nunca a restarnos. El amor debe sumar y nunca restar.
Hay personas para las que ser madres o padres es un objetivo en sus vidas, pero ojo, hay otras personas que no sienten el deseo de la maternidad o paternidad y también son o pueden ser muy felices y no son egoístas ni personas raras, son libres en su decisión y deciden vivir su vida de forma diferente a lo que se nos ha transmitido. Y también hay quienes por problemas físicos no pueden serlo, generándoles esto un enorme malestar por no poder ver cubierta su necesidad de ser papá o mamá, añadiendo a éste el estigma social que sienten por no serlo. Y además hay quienes viven su maternidad o paternidad en solitario, porque así lo quieren y es su derecho.
Si ese modelo de vida 'tradicional' en el que hemos sido educados es el que queremos para nosotros, perfecto; pero ante todo debemos marcarnos como prioridad ser felices, querernos, valorarnos, conocernos y después ocuparnos de lo demás. Buscar tu felicidad a través de otra persona es un error y así difícilmente lo conseguiremos. Y esto nos puede llevar a centrarnos en la búsqueda continua de esta persona, olvidándonos de nosotros y de todo aquello que en nuestro día a día nos rodea y de lo que podemos disfrutar. Viviendo así nos quedaríamos tristes en ese peldaño de la escalera esperando, buscando a ese alguien, mientras la vida fluye y no nos damos cuenta que para seguir nos bastamos nosotros mismos.
La llave de tu felicidad es tuya, no se la des a nadie, compártela si así lo quieres, pero que siempre esté en tus manos.
En esto como en otra muchas cosas, la educación es prioritaria y para ello debería ir encaminada a enseñarnos a ser felices, libres en nuestras elecciones, a respetarnos mutuamente, a vivir nuestra sexualidad como queramos, a formar personas capaces de pensar libremente y a tomar nuestras propias decisiones sin estereotipos sociales que marquen nuestra vida. Y esto debería venir de la mano de todos y todas, desde la escuela, la familia y la sociedad.
Y recuerda: ¡Quiérete! Tú eres tu mejor regalo
Carmen Canterla
Psicóloga Sexóloga
Co-Directora del I.S. Vidacer Huelva.
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