LA LUCHA POR LA IGUALDAD

8M: Mujeres al mando en Huelva

Cualquier joven que hoy por hoy lea un periódico en Huelva o vea/escuche un informativo local se encontrará con que buena parte de las noticias las protagoniza una subdelegada del Gobierno, una rectora, una presidenta de la Diputación, una delegada del Gobierno andaluz, o una presidenta del Puerto, por ejemplo. En su imaginario verá como algo normal que estos puestos de responsabilidad los ocupen mujeres –de todas las edades y signo político-. Qué suerte de normalidad que reivindicamos este 8M.

8M: Mujeres al mando en Huelva

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

8M: Mujeres al mando en Huelva

Póker de reinas. Este 8 de marzo de 2021 es el primero de la historia en el que coinciden tantas mujeres ocupando altos cargos institucionales en Huelva. Algunas de ellas son pioneras y han llegado donde nunca antes estuvo una mujer; otras sí que cuentan con predecesoras que les abrieron el camino y que sin embargo no tuvieron la oportunidad de ‘compartir foto’ con tantas compañeras.

Al frente de la Subdelegación del Gobierno, de la Universidad, de la Diputación Provincial, de la Delegación del Gobierno andaluz, o del Puerto de Huelva hay ahora mismo mujeres a las que por supuesto su capacidad, pero también la lucha por la igualdad que se viene librando desde hace décadas, les han permitido llegar donde están.

Son mujeres al mando en las principales Administraciones, en las que además del quién se está reflejando el cómo; porque si bien la forma de ser y la propia personalidad de cada una influye en cómo desempeña su trabajo, también se vislumbra que hay una forma de dirigir diferente a aquella a la que estábamos acostumbrados – y acostumbradas-. Menos ruido, menos crispación, más diálogo y comprensión incluso con la que se supone oponente política. ¿Les suena eso de la sororidad?

“Yo creo que entre las mujeres suele haber bastante empatía y se suele trabajar mucho en equipo, y en ese sentido estamos acostumbradas siempre a dialogar, lo que de alguna manera influye. La manera de trabajar es diferente”, reflexiona la subdelegada del Gobierno, Manuela Parralo. “Y en eso también hemos cambiado, porque hace no tantos años la competitividad, demasiadas veces, existía entre las propias mujeres, que éramos especialmente rigurosas con nuestras compañeras, a las que a veces se les pedía en exceso en comparación a los hombres. Ahora hay más sororidad, más empatía, con independencia de que una tenga un color político y otra tenga otro”, asegura.

8M: Mujeres al mando en Huelva

“Sí, yo creo que las mujeres tenemos otra forma de decir las cosas, otra forma de hacer equipo, de coordinarnos y de planificar”, considera también la presidenta de la Diputación, María Eugenia Limón (PSOE). “Es cierto que en muchos temas estoy muy en desacuerdo con lo que se está trabajando, por ejemplo, por parte del Gobierno de la Junta de Andalucía, y así se lo intento trasladar a Bella -Verano, la delegada del Gobierno andaluz (PP) en Huelva-. Pero yo siempre creo que el consenso y el diálogo tienen que estar por encima de la crispación. Para tratar cualquier asunto la llamo, porque para eso es mi compañera, y además yo me siento muy identificada con ella por la juventud y porque al final creo que es una mujer formada y preparada como yo, y que en su partido le han dado la misma oportunidad que me han dado a mí. Por eso la llamo para cualquier tema e intentamos tener una reunión de trabajo y poner en común ante de salir criticando o exigiendo de cara al público”.

8M: Mujeres al mando en Huelva

No está tan de acuerdo en el origen de esta conexión la aludida, Bella Verano. La delegada de la Junta de Andalucía en Huelva considera que esa diferencia en el tono responde más a la propia relación que se tenga con la persona que al hecho de tratarse de hombres o mujeres. “Yo realmente en ese aspecto no encuentro diferencia porque sean mujeres o sean hombres. Hay algunos con los que tengo más conexión, sean políticamente de mi lado o no, y otros con los que puedo tener menos. Pero creo que es por la personalidad de cada uno”, explica.

“Yo con algunas de las mujeres que están ahora mismo al frente de las instituciones, aunque no sean de mi mismo signo político, tengo una relación maravillosa, y es cierto que nos llamamos y nos avisamos de que vamos a salir diciéndonos esto o lo otro. Pero yo me he llevado doce años en un ayuntamiento y también he estado en la Diputación Provincial, y aunque no he estado rodeada igual de tantas mujeres esta relación de cordialidad la he tenido igual con los hombres”, insiste.

Coincide en parte la presidenta de la Autoridad Portuaria, Pilar Miranda,  que cree que “no es que se trate de una forma distinta de gobernar, pero sí es cierto que la manera en que las mujeres desarrollamos nuestras responsabilidades es diferente, ya que somos menos competitivas y tendemos más a la búsqueda de consensos y de la participación de aquéllos que forman parte de nuestros ámbitos de responsabilidad. Esta actitud más dialogante es lo que puede beneficiar la colaboración no sólo institucional, sino en cualquier otro ámbito.  También nos preocupamos más por las emociones, porque haya un buen ambiente de trabajo y que los equipos estén cohesionados y la gente realizada. Además, somos más prácticas”, valora.

8M: Mujeres al mando en Huelva

La rectora de la Universidad de Huelva (UHU), María Antonia Peña, que también considera que el factor personal influye mucho –“hemos tenido gobernantas políticas que asimilaron totalmente las formas de los hombres”- llega a explicar esta circunstancia incluso desde un punto de vista antropológico. “Sí que es verdad que uno percibe que las mujeres que están en un puesto de responsabilidad son personas más cercanas, están menos en el pedestal, tienden más a tirar de la mediación, del diálogo, a oír al otro, a cambiar de opinión, a buscar consensos, a ceder. Yo creo que es porque la mujer ha estado siempre en una posición de inferioridad y ha tenido siempre que usar esos instrumentos, y ahora cuando llega al poder sabe que son instrumentos valiosos y los utiliza también en su gestión. Sí creo que hay un estilo femenino de entender  el liderazgo. Muchos hombres entendieron siempre el liderazgo como sinónimo de la autoridad, y yo creo que las mujeres entendemos que el liderazgo es algo distinto a la autoridad; que no es algo impositivo, que nace de otras fuentes”, expone.

Aunque es indudable el avance que se ha vivido en lo que respecta a igualdad en los últimos años, sobre todo en el ámbito normativo y con la creación de organismos para erradicar la discriminación y la desigualdad, todas estas mujeres son conscientes de que se trata de una victoria aún incompleta, ya que no se traslada al 100% a la sociedad.

Lo explica Manuela Parralo asegurando que “en los últimos años se han impulsado políticas públicas y se han articulado marcos normativos para avanzar en la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Yo te diría además que España se ha convertido en un referente en el plano internacional, sobre todo con las grandes movilizaciones feministas a partir de la primera huelga feminista de 2018, pero el trabajo doméstico y de cuidado de los mayores en el hogar, por ejemplo, sigue recayendo sobre las mujeres”.

8M: Mujeres al mando en Huelva

“Los estereotipos de género o la dificultad para combinar la crianza de los hijos y el trabajo explican a menudo que el número de mujeres en política haya sido escaso, al igual que ocurre en otros ámbitos de la vida profesional”, comenta Pilar Miranda. “Cuando yo empecé en la vida pública, siendo concejal de la corporación en el año 1995, no había muchas mujeres dedicadas a la política y mucho menos en cargos de responsabilidad. Si bien la participación de mujeres en los distintos ámbitos del poder político se ha incrementado notablemente en España en los últimos años, nos enfrentamos al llamado ‘espejismo de la igualdad’, que es la creencia de que esa igualdad está ya conseguida, dado el incremento de los niveles educativos de la mujer, su inclusión en el mercado laboral, algunos avances en los roles de género y la participación de las mujeres en la vida pública. Esta idea no es del todo cierta y nos queda aún mucho camino por recorrer, ya que los datos indican que aún existen muchas barreras a la hora de acceder a este tipo de posiciones de responsabilidad en la vida pública y profesional en general”.

“En otros casos hay una situación de partida más paritaria, pero en el caso de la universidad no, tristemente”, asegura por su parte Mª Antonia Peña. “Para ser rectora hay que ser catedrática, y hay muy pocas catedráticas. Todavía, y ha mejorado muchísimo, estamos como en torno a un 25-27%, y esto porque en los últimos años, por los procedimientos de acreditación, en Huelva hemos conseguido que haya un número mayor de catedráticas, pero cuando yo me presenté éramos cuatro en la universidad, así que no era fácil. En el resto de ámbitos, en términos generales, todavía hay una brecha bastante fuerte. Es como una pirámide: a medida que vas subiendo en la importancia de los cargos, van disminuyendo las mujeres. A lo mejor en los primeros niveles, tipo direcciones de departamentos, vicedecanatos, decanatos,… está más igualado. Pero cuando ya vas subiendo hay siempre menos mujeres, aunque no en el caso de la Universidad de Huelva, donde estamos incluso por encima del 50%”.

En las más jóvenes, como la presidenta de Diputación o la delegada del Gobierno andaluz, esta visión es algo diferente, pues se han criado y desarrollado su carrera profesional en otra época. “Creo que las mentalidades están cambiando con el trabajo que se está haciendo también en nuevas masculinidades, y los hombres de en torno a 40-50 años, que comparten entorno laboral con su mujer, porque ya los dos al fin y al cabo están trabajando, entienden por ejemplo que exista una corresponsabilidad en las tareas domésticas”, indica María Eugenia Limón.

“Yo llevo ya 14 años en política, entré en unas listas electorales como el resto de compañeros y compañeras, y nunca he sentido discriminación. Era muy jovencita y nada más entrar, de hecho, me dieron una responsabilidad importante y directamente me nombraron teniente de alcalde, algo que yo no esperaba, porque era muy joven, mujer… Me han cogido tiempos diferentes y no he notado esa discriminación, he entrado en una era en la que la igualdad ya era mucho más real en el ámbito político”, expone Bella Verano.

8M: Mujeres al mando en Huelva

“Aún así sé que hay otros aspectos de la vida y otras profesiones en las que sí que las mujeres sienten discriminación y es muy importante seguir luchando por esa igualdad, porque todavía nos quedan muchas cosas por conseguir. Hay oficios que siempre han sido llevados por las mujeres que ahora en esta pandemia se han puesto en valor por fin, como el cuidado a las personas dependientes, a las menores. Se han puesto mucho en valor y es lo mejor que podemos sacar las mujeres de esta pandemia, el reconocimientos a todas estas actividades y sectores feminizados y esenciales”.

8M: Mujeres al mando en Huelva

¿Servirá realmente esta coyuntura para prestigiar todos esos sectores relacionados con la vida y los cuidados sobre los que se sostiene la sociedad, y que ocupan mayoritariamente mujeres?

La rectora de la Onubense no lo tiene tan claro. “Mi visión como historiadora, viéndolo no solamente en el momento actual sino en lo que es el funcionamiento de las sociedades a lo largo del tiempo, es que esto nos permitirá dar un pasito hacia delante, pero desde luego que nadie espere que esto vaya a cambiar nuestros esquemas. Hay esquemas que son muy profundos, que forman parte de las mentalidades colectivas, y eso no lo cambia una pandemia de la noche a la mañana. Puede aportar algo, mejorar la reflexión y la visión que se tiene de las cosas, pero como para que haya un cambio radical, no lo veo”, expone Mª Antonia Peña.

“Recuerdo la primera vez que había café en una reunión de compañeros en la que yo misma me ofrecí a servir los que me iban pidiendo, por una cuestión de educación. A partir de entonces solían pedirme siempre el café a mí, hasta que un día decidí no ponerlo más y así se lo hice saber a todos”. La anécdota es de la presidenta del Puerto, Pilar Miranda, y sirve para reflejar ese papel que muchas mujeres, por más formadas y capacitadas que estén, o más responsabilidad que tengan, siguen asumiendo de manera natural.

8M: Mujeres al mando en Huelva

“No voy a querer yo más a mi hijo que mi marido, por supuestísimo, jamás, pero es cierto que nos preocupamos de cosas que a lo mejor los hombres no llegan, pero porque las mujeres somos un poco así para todo: vemos lo que está sucio y ellos no lo ven. Creo que tenemos ese sexto sentido, pero no porque ellos no quieran estar al pie del cañón igual que nosotras. En mi caso –hablando de su pareja y de la conciliación en el ámbito familiar- tenemos los dos un trabajo que nos ocupa muchísimas horas al día, y él hace lo mismo que yo con el niño, pero hay detalles que por ser mujer yo veo y creo que él jamás los va a ver”. Habla en este caso la delegada del Gobierno andaluz, Bella Verano, y se refiere también a ese sentimiento que tienen aún muchas mujeres.

Los roles establecidos durante años están interiorizados por hombres y mujeres –aunque sean feministas-, y se muestran latentes en cualquier ámbito de la sociedad, cimentada sobre pilares que no va a ser fácil acabar de derribar. “En general, yo pienso que la vida de las mujeres es manifiestamente peor que la de los hombres, en todos los ámbitos, y eso se refleja en la promoción profesional, en los salarios, en la precariedad laboral, en las pensiones, o en el reparto del trabajo doméstico”, asevera, contundente, Manuela Parralo. “La presencia por ejemplo de alumnas en estudios de ámbito científico y tecnológico es mínima todavía, y la representación de las mujeres en los órganos de poder ya sea político, judicial o económico todavía es también muy deficitario”.

Esta realidad, corroborada desde la universidad, sienta las bases para que en el futuro se mantenga esa brecha salarial o respecto a las pensiones.

“Hoy por hoy en la universidad en términos generales hay más alumnas que alumnos, pero eso que podría verse como algo positivo tiene otros matices que ya no son tan positivos, por ejemplo la masculinización y feminización de las carreras. Este es un problema que curiosamente, en lugar de ir arreglándose, en algunas titulaciones se va incluso acentuando, y es preocupante y hay que intervenir en él, no podemos esperar que espontáneamente se arregle”, explica la rectora.

8M: Mujeres al mando en Huelva

“En general hay una masculinización de todo lo que se llama las STEM -el acrónimo en inglés de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas-, que tiende a ser un ámbito en el que predominan abrumadoramente los hombres; mientras que las mujeres están en carreras feminizadas que son las relacionadas por ejemplo con la educación, las ciencias de la salud de una manera ya tremenda, o el tema de todo lo que es asistencial: trabajo social y ese tipo de carreras. Se mantienen así un poco todavía los roles tradicionales de hombres para construir puentes e investigar, y mujeres para cuidar y atender. Es esa dimensión trasladada a la universidad. La sociedad le añade además otro elemento discriminatorio cultural, que es el siguiente: las carreras masculinizadas son las que tienen el reconocimiento social, el prestigio, los buenos sueldos, la posibilidad de ascender socialmente; mientras que las carreras donde están las mujeres se van minusvalorando. Culturalmente, se les da menos prestigio, no hay reconocimiento. Es esa idea de que educar a un niño es menos importante que construir un puente”, explica Peña.

8M: Mujeres al mando en Huelva

Estas diferencias y el mantenimiento de los roles tradicionales siguen acentuándose más en las zonas rurales, donde “a muchas chicas les cuesta aún,  por su situación económica familiar, acceder al mundo académico”. Lo señala la presidenta de Diputación Provincial, María Eugenia Limón, que sin embargo también pone en valor la sororidad que, igualmente como algo natural y tradicional, prevalece en los pueblos.

“Yo siempre digo que yo en mi pueblo, siendo alcaldesa y con el nivel de agenda que tengo, todo el mundo sabe quienes son mis hijos para echarles un ojo en la plaza si me tengo que subir al Ayuntamiento. La paz y la tranquilidad, esa convivencia que existe, esa cohesión social, no existe en las ciudades. Esa red social que se crea en torno al tejido asociativo. Si hay alguien que llega al pueblo con necesidades, o que se ve con una enfermedad y no tiene recursos, en un pueblo las mujeres te organizan una colecta en cero coma dos. Esa sororidad vinculada a la solidaridad en los pueblos es rápida, y este tipo de acciones siempre suelen estar lideradas por mujeres”.

8M: Mujeres al mando en Huelva

Así, el reto es mantener ese espíritu de colectividad, de colaboración y empatía, pero dejando a nuestras niñas claro que ellas también pueden ser lo que quieran, que su rol en el mundo va mucho más allá de sostener la vida y cuidar de los demás.

“En el Puerto, por ejemplo, se ha comenzado con las acciones de formación y sensibilización de toda la plantilla, porque todavía hay puestos de carácter portuario a los que las mujeres no han tenido acceso, como la estiba por ejemplo”, señala Miranda.

“Desde la Universidad de Huelva estamos procurando incentivar en nuestra intervención con las niñas de Secundaria el que no se sientan incapaces de hacer, por ejemplo, una carrera tecnológica o científica; que se atrevan con una ingeniería, con lo que ellas quieran”, explica la rectora.  “Eso es lo que estamos intentando. Antes se trabajaba con el Bachillerato, pero entendemos que en esa etapa las decisiones ya están tomadas y te has decantado por el Bachillerato que te corresponde. Ahora creemos que hay que intervenir mucho antes, desde las primeras fases de la escolarización, en la forma en que la niña se enfrenta por ejemplo al tema de las ciencias y de las tecnologías. Y también es muy importante ahí visibilizar a la mujer investigadora, porque en la vida tendemos a imitar modelos, y es muy importante visibilizar a esas mujeres que han roto los esquemas para que las niñas vean que se puede”.

Mujeres como ellas mismas que hablan, que ocupan cargos que no hace tantos años eran territorio reservado para hombres.

No nos engañemos. Queda aún mucho camino por andar, muchos techos que romper. Una primera alcaldesa en el Ayuntamiento de la capital, por ejemplo; una presidenta de la Federación Onubense de Empresarios –que es también cada vez más de empresarias-; o una mujer como fiscal jefe de Huelva –recordemos que Isidora Solís lo ha intentado en varias ocasiones-.

Que las mujeres han ido conquistando espacios en los últimos tiempos nos lo demuestra la foto que encabeza este reportaje, pero mientras siga habiendo instituciones en las que aún no han podido llegar a lo más alto, seguirá habiendo motivos para reivindicar cada 8 de marzo. Y los otros 364 días del año.

8M: Mujeres al mando en Huelva
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación