partirá próximamente de huelva a méxico en un bote
Abraham Levy, el Cristóbal Colón del siglo XXI
13.11 h. Abraham Levy partirá en los próximos días, cuando la lluvia y el viento se lo permitan, desde Huelva hasta México a bordo de un bote que estará propulsado por él mismo y que le llevará a vivir en soledad durante cuatro meses aproximadamente en alta mar.

Abraham Levy, un mexicano explorador de 32 años, comenzará en unos días un nuevo reto en solitario desde el puerto de Palos de la Frontera hasta Cancún (México) a bordo de un Bote de Remo Oceánico (BRO). Este gran desafío a la naturaleza consistirá en remar 9.000 kilómetros durante un periodo de tiempo entre cuatro y seis meses según las condiciones meteorológicas, ayudado de un gran apoyo moral y de la motivación de conseguir un sueño que tenía desde niño, cruzar un océano.
El tramo con más dificultad será la entrada al Caribe debido a las grandes corrientes del mar. Por eso, partirá de Huelva antes de que empiece el invierno y llegará a Cancún cuando la época de las tormentas tropicales haya pasado, aunque es difícil evitar los malos temporales.

La estrecha relación que tiene México con Huelva debido al viaje que hace 522 años marcó un antes y un después en la historia del Descubrimiento de América, es lo que lleva a este navegante a reproducir parte del trayecto que hizo Cristóbal Colón.
Este difícil pero posible sueño se basa en remar 80 kilómetros diarios, unas 45 millas náuticas, que implica unas diez o doce horas de remo cada día. Para conseguir esta distancia, Abraham hará cuatro bloques de tres horas y entre cada una de ellas descansará diez minutos aproximadamente, para poder comer y beber. Según los nutricionistas y médicos que le ayudan a conseguir este viaje, el mexicano gastará 7.000 calorías al día y perderá 25 kilos en todo el trayecto. Por ello, este aventurero ha tenido que engordar 20 kilos para no sufrir problemas físicos.
Grandes vistas, lindos amaneceres, un bote y 700 kilos de gran variedad de comida será lo que le acompañé en esta travesía. Estos alimentos leofilizados, deshidratación por congelación al vacío, le permitirán poder comer cualquier tipo de comida, desde una lasaña hasta un estofado, además tendrá una desaladora para tener agua potable. Esta cantidad de alimentos le duraría tres años a una persona en tierra, o podrían comer cinco personas durante medio año.
Este explorador autopropulsado fue el primer hombre en dar la vuelta a la costa de México en un kayak en solitario durante 13 meses. Esta aventura le enseñó que todo en la vida se puede hacer si realmente te salen del alma, por ello ha tardado cinco años en preparar y darle forma a esa idea cruzar el océano remando, ya que según afirma Abraham, “quiero saber que se siente cuando lo cruce y cuando yo esté allí; sienta el lugar, me relaje y entienda el mar, nunca más voy a tener esa misma sensación en ningún otro lado”.
'Cascarita', su medio de transporte y su único acompañante en este viaje y que estará equipado con la más alta tecnología de navegación, comunicaciones y seguridad, mide 7 metros de largo y 1.60 de ancho. Según cuenta Abraham a Huelva24.com, “este bote se llama así porque cuando recorrí la costa de México, había un niño que le llamaba mucho la atención mi kayak, llamado La República, ya que él vivía en una comunidad donde nadie había llegado en un medio así. Yo llegue totalmente equipado, con el GPS, con una pequeña lámpara… y el niño se me quedó mirando y me dijo: ¿de verdad vienes desde tan lejos con esa cascarita? Le constesté que sí, que era una cascarita pero impulsada por la voluntad humana que te puede llevar tan lejos como tú quieras. Por ello, le puse este nombre a mi nuevo bote”.

Fueron muchos los aventureros que decidieron emprender importantes viajes para conseguir grandes descubrimientos, pero eran muy pocos los que tuvieron que luchar tanto para conseguir hacer una expedición de este tamaño. Abraham ha luchado durante cinco años para hacer realidad el sueño de cruzar el océano, ya que vendió su negocio de comercial de teléfonos y decidió hacer lo que realmente quería. Pero fueron muchas empresas las que le daban la espalda a este proyecto porque no resultaba ser llamativo. Tuvo que aprender a vender bien su propio sueño, a confiar en él y a visualizar el viaje como si ya lo hubiera vivido. Las tormentas, los días en soledad, la salida de Huelva, la llega a Cancún, eran todos los detalles que su mente había imaginado sin estar físicamente allí.
“Mi único miedo es quedarme sentado, sin hacer nada, acomodado a una vida monótona de trabajo y de repente darme cuenta que tengo 85 años y recordar que a cierta edad yo quería hacer algo pero nunca lo hice. Quiero saber quién es Abraham Levy y de que soy capaz”, concluye.