La odisea de un grupo de viajeros de Huelva que llevan dos días maltratados por Vueling y no pueden volar desde Lanzarote a Sevilla
El martes les comentaron que por problemas de sobrepeso tenían que bajarse del avión 40 pasajeros
Este miércoles sólo han dejado viajar a niños y a gente sin maletas, así que confían en poder regresar este jueves «para poder estar con nuestras familias»
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Las vacaciones soñadas de este verano no han tenido un final demasiado feliz para un grupo de turistas que se marchó unos días a Lanzarote y que han tenido (y están teniendo) problemas para regresar a la Península debido a la avería del avión de Vueling en el que iban a volver y a los continuos problemas que después les están poniendo para ponerles otro de recambio que pueda solucionar el grave inconveniente que les mantiene en vilo y casi sin dormir en las últimas horas.
Concretamente desde este martes, fecha en la que estaba fijado el horario de su vuelta a Sevilla en un avión que debía partir de Lanzarote a las 20.55 horas. Cinta Ceballos, profesora de Huelva que iba a montar en dicho avión junto a una amiga, y acompañada también por su prima, el marido de ésta y las dos hijas menores de edad del matrimonio, ha enviado un vídeo a la redacción de Huelva24.com con la idea de alzar la voz y que el tema se haga viral para que el sufrimiento de los pasajeros que se han quedado en tierra no quede en una simple anécdota.
«El embarque era a las 20.15 horas y a las 21.40 horas todavía seguían las puertas del avión abiertas pese a que hacía ya mucho tiempo que todos los pasajeros habían embarcado. Hacía mucho calor dentro y además las luces no funcionaban bien. Preguntamos para ver lo que pasaba y los azafatas nos decían que no había ningún problema y que pronto saldríamos. Pero a las 21.50 salió el comandante y comentó que por problemas de sobrepeso tenían que salir del avión 40 personas. En ese momento yo pensé que era una broma. También dijo que había ráfagas de viento y que a lo mejor el vuelo salía pero no llegaba a Sevilla sino a Málaga. Nosotros seis decidimos bajarnos», relataba Cinta Ceballos.
Continuaba explicando que «el avión salió a la una de la mañana y hasta las tres de las madrugada a nosotros no nos dieron las maletas. A algunos pasajeros que nos quedamos en tierra nos mandaron a un hotel cinco estrellas de Playa Blanca y a otros a uno de Arrecife». La historia ha continuado este miércoles, pero aún sin final feliz a la espera de que el jueves sea el día clave para el regreso de los pasajeros que aún permanecen en Lanzarote: «Nos dieron un vuelo a las 11.45 horas de hoy, pero luego, cuando ya habíamos hecho el checking y empezamos a embarcar, nos dijeron que los 40 pasajeros no podíamos viajar y que algunos teníamos que bajarnos. Añadieron que preferían que se montaran niños, ya que pesan menos, y que las maletas se quedarían aquí, que sólo viajarían personas».
Seguía mostrando su enfado e indignación Cinta Ceballos argumentando que «nos hemos quedado otros 27 pasajeros aquí en Lanzarote y hemos tenido que pagarnos unos 50 euros de media de los taxis. Además, algunas personas, de Vueling nos han tratado mal y creo que eso no nos lo merecemos con lo que estamos pasando sin ser para nada culpa nuestra. Estamos deseando volver ya a nuestro destino para estar junto a nuestras familias».
De Lanzarote a Bilbao y luego a Sevilla o Córdoba
A ella y a sus cinco compañeros onubenses les han dado un nuevo vuelo para viajar este jueves de Lanzarote a Sevilla y confía en que ya sea el definitivo y no haya más problemas. «Nosotros parece que hemos tenido hasta suerte porque nuestro avión llega directamente a Sevilla, ya que hay otros pasajeros que van a ir hasta Málaga y les ha comentado que luego les pondrán desde allí un autobús o un tren para ir hasta Sevilla. Y peor lo tiene una persona que es de Córdoba y a la que le han dado un vuelo de Lanzarote a Bilbao para mañana, con lo cual luego tendrá que ir en otro desde Bilbao hasta Sevilla o Córdoba y perder varias horas más».
Los afectados han creado un grupo, se están moviendo por redes sociales y tienen previsto incluso acudir este jueves a algún programa nacional de televisión. Al menos quieren hacer ruido y que el daño que están sufriendo quede reparado de algún modo tanto a nivel moral como económico.
