IX FESTIVAL 'CIUDAD DE PLATERO'

'Agnes de Dios' confirma en Moguer la enorme calidad del teatro aficionado

El grupo albaceteño 'Arte escénico' puso en pie la obra de John Pielmeier demostrando el porqué de los éxitos cosechados con este montaje

Brillante representación de 'Los cuernos de Don Friolera' en Moguer

Estefanía Aroca en el papel de la hermana Agnes h24

césar corpa

Cada vez estamos más convencidos de la enorme calidad teatral que atesoran los grupos de teatro aficionado. Para estos grupos lo importante es la ilusión, el entusiasmo, la libertad creativa, el amor al teatro y las ganas de llevar a escena grandes obras que, en definitiva, es lo que cuenta. Por eso uno no se sorprende de su atrevimiento aunque algunas de las empresas que aborden sean tan arduas como la obra de Valle de la semana pasada o esta 'Agnes de Dios' que puso en escena el grupo albaceteño 'Arte escénico' y con la que nos cuentan ha conseguido grandes éxitos desde su estreno en 2022.

Según comenta el propio grupo, tenían prevista la dramaturgia de otro espectáculo, pero decidieron montar esta obra en el inicio del confinamiento de la pandemia. Como no podían reunirse todos aprovecharon que con sólo cuatro personas, el director y las tres actrices, podían afrontar los ensayos de 'Agnes e Dios'. Y con ella han acudido a Moguer seleccionados para el IX Certamen de Teatro aficionado 'Ciudad de Platero'. Amor al teatro se llama esto.

El grupo

El Grupo 'Arte Escénico' de Almansa se creó en 1993 y, con más de veinte montajes a sus espaldas, su trayectoria está marcada por un gran número de obras musicales o basadas en grandes películas. En su currículo destacan una 'Antología de la Zarzuela', 'Mamma mía', 'Hoy no me puedo levantar', 'El fantasma de la Ópera' junto con otras como 'Sunset Boulevard', 'Medea', 'Anillos para una dama', 'Jeckill y Hyde', 'La casa de Bernarda Alba', 'La gata sobre el tejado de cinc caliente' o esta 'Agnes de Dios' que pusieron en escena el sábado pasado en Moguer. Y cito estas obras porque su simple enunciado nos viene a dar una idea de cómo es este grupo de teatro, sus gustos, su madurez, su ambición a la hora de afrontar montajes arriesgados y su buen hacer que viene corroborado por los premios obtenidos en distintos Certámenes de Teatro como este de Moguer y, sobre todo, por la devoción de su público.

Isabel Megías y Estefanía Aroca h24

La obra

'Agnes de Dios' parece que tiene su origen en una noticia periodística publicada en un diario de Canadá en 1979. A partir de esa noticia John Pielmeier escribe la obra teatral, que se estrena en Broadway en 1982. Tres años más tarde, el director Norman Jewison la convierte en película con un reparto de lujo: nada menos que Jane Fonda, Anne Brancoft y Meg Tilly en los papeles protagonistas. Y más tarde Leonore Fleischer escribe la novela a partir del guión cinematográfico.

En España fue estrenada en diciembre de 2007 dirigida por Fernando Méndez-Leite y protagonizada por Cristina Higueras, Fiorella Faltoyano y Ruth Salas.

La acción de desarrolla en un convento de monjas de clausura canadiense a finales del siglo XX, un convento al que aún no ha llegado el aggionamento que supuso el Vaticano II y cuya vida se rige por valores como la obediencia, la pobreza o la castidad. En ese convento católico, cercano a Montreal, la hermana Agnes, que carece de instrucción y desde su infancia fue sometida a maltratos físicos y emocionales, afirma que fue visitada por Dios y que después quedó embarazada. Más tarde aparece un bebé en la papelera estrangulado con el cordón umbilical. La psiquiatra Dra. Livingston acude al convento para investigar los hechos y ayudar a la novicia. La tercera protagonista es la madre superiora que, de forma solapada, defiende la versión de Agnes de que fue embarazada por Dios y la bebé murió de forma accidental.

A la izquierda Gloria Sánchez en el papel de madre superiora h24

'Agnes de Dios' es una obra compleja que invita sobre todo a la reflexión, dado que se contraponen dos ideas: el laicismo, representado por la Dra. Livingston y la religión representada por la madre superiora. En medio, la hermosa y cándida hermana Agnes, maltratada por su madre, que fue recluida en el convento sin escolarizar, que experimenta éxtasis, presenta estigmas, mantiene un vínculo muy estrecho con Dios mediante el canto y termina siendo la víctima de las circunstancias.

El montaje

El grupo 'Arte Escénico', o mejor, el director José Denia, aborda el montaje de esta obra con mucha dignidad dejando que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones. Plantea el problema a través de la psiquiatra Dra. Livingston, interpretada por Isabel Megías y la madre superiora Gloria Sánchez. Más tarde aparece la hermana Agnes, a la que da vida Estefanía Aroca y a través de ellas va llegando al espectador la realidad del problema. Hay un momento, a partir de la primera hipnosis, y sobre todo a partir de la segunda, en que la obra adquiere un tremendo dramatismo y obliga a las actrices, sobre todo a Estefanía Aroca en el papel de Agnes, a un auténtico 'tour de force' que marca y define la representación. Era sobrecogedor el silencio de los espectadores en la sala del teatro Felipe Godínez y es que estábamos siendo testigos de los desgarradores actos que se habían vivido en el convento y de cómo las autoridades eclesiásticas pusieron todo su empeño en disfrazar los delitos en milagros a fin de que todo quedara impune.

La escenografía muy simple, una mesa de despacho para la doctora, dos sillas y una enorme cruz iluminada en algunos momentos de la obra. Con cámara negra cerrando el escenario.

Isabel Megías quizá estuvo demasiado envarada como Dra. Livingston. Su rol de agnóstica, desengañada de la fe y de las creencias simboliza la parte más racional, la incredulidad que obliga a la indagación y a buscar pruebas. Otro tratamiento de su personaje más en línea con esta idea pienso que le hubiera aportado más verosimilitud a su actuación. Gloria Sánchez viene a simbolizar la fe, la aceptación de los dogmas, el creer sin evidencias, el sentimiento místico que acepta los actos divinos sin pararse a pensar en la lógica o en la no lógica de estos actos. En algún momento me pareció sobrepasada por su difícil papel defendiendo a Agnes y la honorabilidad de su convento. Oponiéndose a la doctora y a sus métodos. Estefanía Aroca, sobre todo a partir de la hipnosis, aporta una actuación plena de intensidad y

El público premió el montaje con un larguísimo e intenso aplauso. Tanto, que llegó a emocionar visiblemente a las actrices hasta el punto de dejar resbalar alguna lágrima

en algún momento estremecedora. Es la víctima inocente del drama, maltratada por su madre, falta de instrucción, incapaz de entender lo que ocurre. Hay momentos muy dramáticos en su intervención en los que su llanto y sus gritos impiden entender el texto y quizá este aspecto pudiera mejorarse. Eso sí, aplaudimos su intensidad. Como aplaudió, con un larguísimo e intenso aplauso, el público asistente al teatro. Tanto, que llegó a emocionar visiblemente a las actrices hasta el punto de dejar resbalar alguna lágrima. Cosas del teatro aficionado y su sinceridad.

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