‘7: LA ODISEA DE LOS TÍTERES’

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Este viernes se presenta ‘7: La odisea de los títeres’ (Pábilo Editorial), una novela poliédrica, divertida e intrigante que se ha gestado durante dos años en una carrera de relevos literaria, una fórmula de creación nunca antes desarrollada, en la que 30 autores escribieron su parte por turnos sin conocer nada de la obra hasta llegado el momento de realizar su aportación. La locura ha acabado teniendo sentido y una razón de ser, colaborar con Aspromin. “Nos planteamos contar con personas que sabemos que se tiran a la piscina”, afirma su impulsor.

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La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Encadenarse voluntaria y convencidamente siempre ha sido una medida de protesta. Autoprivarse de la libertad para hacer que el mensaje esté por encima y la causa que se defiende sea lo más importante es una práctica con múltiples ejemplos en la Historia. Con ese espíritu de querer llamar la atención por un noble propósito un grupo de autores onubenses se involucró en el novedoso proyecto de encadenarse en torno a un libro. Pero no física sino creativamente, en un ejercicio de libertad máxima, enlazando sus ocurrencias narrativas para formar una correa de transmisión cuyo movimiento lleva a los lectores a través de un relato colmado de significados, trepidante y sorprendente. Todo está recogido en ‘7: La Odisea de los títeres’, una novela encadenada escrita siguiendo una fórmula nunca antes desarrollada, en la que prendió la mecha Pábilo Editorial. Otra de sus locuras, reza la cubierta del volumen.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

  Encadenarse voluntaria y convencidamente siempre ha sido una medida de protesta. Autoprivarse de la libertad para hacer que el mensaje esté por encima y la causa que se defiende sea lo más importante es una práctica con múltiples ejemplos en la Historia. Con ese espíritu de querer llamar la atención por un noble propósito un grupo de autores onubenses se involucró en el novedoso proyecto de encadenarse en torno a un libro. Pero no física sino creativamente, en un ejercicio de libertad máxima, enlazando sus ocurrencias narrativas para formar una correa de transmisión cuyo movimiento lleva a los lectores a través de un relato colmado de significados, trepidante y sorprendente. Todo está recogido en ‘7: La Odisea de los títeres’, una novela encadenada escrita siguiendo una fórmula nunca antes desarrollada, en la que prendió la mecha Pábilo Editorial. Otra de sus locuras, reza la cubierta del volumen. No hay ejercicio más libre que encadenarse a la creatividad, es el mensaje de esta obra colectiva, que se presenta este viernes a las 20.00 horas en el Centro Cultural de la Fundación Caja Rural del Sur. Está disponible desde el día 13 a un precio de 15 euros en las librerías de toda España, además de en la web de la editorial (compra aquí), y todo lo recaudado con la venta de ejemplares irá destinado a Aspromin (La Asociación Protectora de Personas con Discapacidad Intelectual). Cumple 50 años materializando el compromiso de que sus miembros puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, así como a promover su inclusión como ciudadanos de pleno derecho. Esta infatigable labor es lo que ha dado una razón de ser a una historia que cuenta con la complicidad de 15 autoras y 15 autores, que han escrito intercaladamente, en cremallera, armados con el poder de la imaginación y la palabra en la perdurabilidad que ofrece lo escrito para difundir una novela diferente. Se ha gestado durante dos años en una carrera de relevos que ha desembocado en una obra poliédrica, divertida e intrigante. El argumento parte con un grupo de siete personas con unas características especiales. Han llegado sin saber cómo a una estancia de la que no conocen el modo de escapar. Es el comienzo de una red relaciones humanas a distintos niveles que fluyen en paralelo a una serie de acontecimientos a cada paso más sorprendentes. En la trama, repleta de acción, simbolismos y giros inesperados, hay robos de obras de arte, conspiraciones, una investigación policial, otra periodística, misterios, ciencia avanzada aplicada al cerebro humano, chantajes, intereses, filias y fobias… todo aparentemente articulado por los hilos de un poder enfermo de megalomanía en la sombra. Todo puede ser tan disparatado como real, trozos de un espejo de esta sociedad, con bueno y lo malo que contiene. Es un juego en el que el lector no se resistirá a entrar. En esta acción de encadenamiento los autores han sido espacios en la tabula rasa, teselas de un mosaico que no ha revelado su dibujo hasta el final. Ahí han sido como niños dando sus primeros pasos. Perder la capacidad de sorpresa es lo que nos separa de la infancia y su inocente alegría ante la placentera sensación de encontrar en cada descubrimiento de la vida un tesoro. A estos hallazgos la cotidiana rutina, con los años, va restando brillo ante los ojos que ya no miran sino que ven recordando lo vivido. Este experimento literario ha permitido la reconexión con la experiencia de lo nuevo en esta treintena de afortunados, ninguno de los cuales ha conocido el desarrollo de la trama hasta que llegó su turno. En él hay un plazo inflexible repartido entre lectura y escritura para dar continuidad al flujo creativo. Ha sido una pirueta en sinergia en la que parte de sus participantes cuenta su experiencia. El ideólogo y el arquitectoQuienes capitanean Pábilo Editorial, Federico Pérez y Joaquín Cabanillas, han sido los responsables de que esta novela especial se pudiera materializar. En el caso de Pérez, también director de Arrabales, con él empezó todo. Es el Kevin Roldán de esta historia, el ideólogo. Es un niño grande que no reprime sus ganas de inventar, de soñar y jugar con la vida. Con su capacidad para meter a todo el mundo en el ajo, le bastaron unas llamadas y pocos encuentros para contar con autores convencidos para la causa, una locura que nadie sabía cómo acabaría. “Es una variante de otra idea que todavía no hemos puesto en marcha relacionada con las redes sociales y que seguramente saldrá en breve. Preparando el tema se me ocurrió pensar en algo que ya había hecho de pequeñito en clase y pensé que le podíamos dar una perspectiva mucho más amplia y contando con gente que tenga esa capacidad”, recuerda a huelva24.com Fede, como le llama todo el mundo. Era algo que creía que podía resultar “controvertido y complicado” y acudió ea su consejo de sabios habitual, con Rafa Adamuz, Manu Suero y Joaquín Cabanillas y su mujer, Inmaculada Roa, a la que siempre le cuenta “las patochás que me surgen”. “Tuvo una aceptación al principio un tanto confusa, sobre todo por unificar una serie de ideas y criterios y llegar a un consenso. Son muchas personas con muchas cualidades y partir un proyecto de un libro en tantas ramas era complicado. Estuve empeñado desde el principio en hacerlo y Joaquín, que me aprueba dos de cada quince ideas, aquí no dudó. Otra gente sí me dijo que era complicado”, comenta. Explica que no tuvieron “mucho problema a la hora de seleccionar a los autores. Estábamos en un bar sentado, que suele ser nuestra oficina, y fue algo rápido. A los dos días ya veíamos las ideas maduradas y tanto Joaquín como yo estábamos ilusionados con el tema. También se lo habíamos comentado a Paco Romero (participante y autor de la portada) y estaba contento con la idea. Empezamos a elegir gente sobre la marcha”. Agrega que “como era un experimento raro que no sabíamos lo que iba a salir tiramos de la gente más cercana a nosotros. Nos planteamos contar con personas que sabemos que se tiran a la piscina, que son gente arriesgada y loca como nosotros”. Para él lo mejor de todo el proyecto ha sido el grupo de WhatsApp, en el que “la verdad es que hemos tenido momentos muy entretenidos y divertidos. Con Fermín, Norberto… ha habido gente muy implicada con el libro y otras muchas cuestiones. Nos hemos llegado a conocer mejor y a tomar cierta cercanía. Hemos sido rápidos a la hora de tomar decisiones, no hemos tenido problemas y tuvimos todos claro que el libro tenía que tener una vocación benéfica”. En ese terreno de plasmar las ideas, el arquitecto fue Joaquín Cabanillas, administrador del grupo de WhatsApp, el director de orquesta, único observador autorizado para el transcurso de la obra. Es quien ha organizado los detalles, el controlador aéreo de las idas y venidas de la historia, quien ha sufrido cuando se torcía y respiraba aliviado cuando se enderezaba. Entre otras muchas cosas, es quien fue dejando la historia en cada una de las manos de los autores para recogerla después hacia su nuevo destino, como un mensajero de la palabra. Cada movimiento lo fue anunciando en el grupo de Whatsapp, que sacaba de la ceguera a los autores, que, salvo las normas básicas e instrucciones para cuando llegara su turno, no sabían nada. Cada información acerca del curso de la obra, cada anuncio, avivaba la hoguera que iluminaba periódicamente al colectivo. “Las sensaciones han sido de dirigir o coordinar un proyecto pionero, con la satisfacción de que la gente fuera respondiendo y agradecido por el robo de esfuerzo, constancia y de tiempo que he hecho a todos los que han participado en esto”. destaca Cabanillas, “muy satisfecho” por cómo se ha ido desarrollando la trama, aunque también “preocupado” a partir de la mitad porque se fue complicado todo “de tal manera que me daba la impresión de no poder cerrarse con dignidad”. Pero cuando el libro se ha acabado está “plenamente satisfecho. Las tramas se cerraron y conseguimos entre todo un resultado literario más que digno”. Considera que el resultado puede gustar mucho, pues “hemos puesto al servicio de los que quieran meterse en la lectura un libro divertido, inquietante, con misterio, incluso con mensaje social y con muchos estilos diferentes que van a entretener mucho al lector”. Su satisfacción también viene porque “desde el primer momento todos entendieron que esto era un proyecto solidario y que los derechos de autor ampliados por la editorial vayan todos para Aspromin”. El Alfa y la OmegaTodas las historias tienen un planteamiento, un nudo y un desenlace y Rafa Adamuz fue ‘el alfa’ y  María Laso, ‘la omega’ de la obra, los encargados, respectivamente, de poner un punto de partida con muchas direcciones posibles y de hacer confluir todo en un mismo destino final. El primero, periodista de Canal Sur y autor de la novela ‘La memoria varada’, afirma que “no sé si hay muchos precedentes de un libro así. Una idea de estas dimensiones, tan genuina, sólo puede partir de una mente imparable y transgresora como la de Fede y de la valentía y acierto de Joaquín”. A este impulso, suma que “hay que ir más allá. Unir en un proceso creativo a tal abanico de autores y autoras -cada uno con su propio perfil, profesión, inquietud, escritura, talento- supone un experimento que me atrevería a decir único en el mundo literario”. Consciente de ello y siendo el encargado de abrir la historia, expone que diseñó “un inicio coral con diversos personajes en un escenario y punto de partida sujeto a mil interpretaciones, muy abierto. Ignoro el resultado final pero estoy seguro de que esta novela nos devuelve la esencia de una ‘Odisea’ vital que marcó en gran medida el rumbo de la literatura y que, tantos siglos después, sigue siendo tan de actualidad como antaño. Lo más nuevo puede ser también lo más arraigado, lo más profundo. Y viceversa. Sea”. María Laso, profesora y novelista, recuerda que cuando fue invitada por Joaquín Cabanillas a participar pensó que era “un honor que me tuvieran en cuenta para tal fin”, pero cuando dijo que tenía que cerrar el libro, escribiendo el capítulo 30, “ya no me gustó tanto la idea”, pero no se eché para atrás. “Es un proyecto a largo plazo. Échale año y medio o dos, me dijo. Me resultó tan lejano en el tiempo que creí que lo mismo ni se concluía el experimento. También tuve dudas, que compartí con el organizador en más de una ocasión, por el resultado final. Temí por la historia, me caracteriza ser un poco individualista por lo que me costó ver que un grupo de autores con estilos tan diferentes pudieran llegar a buen puerto”.   Y llegó su momento. “Casi me da un infarto el día que recibí el manuscrito con los 29 capítulos. Necesité un par de horas para armarme de valor y abrir el documento. Después, todo fue muy rápido, comencé  a leer y pasé por todo tipo de emociones: admiración, perplejidad, agobio, angustia, alegría, entusiasmo... para acabar con la mejor de todas, la de gratitud hacia mis compañeros. Me sirvieron la historia en bandeja de plata, intentando que no me resultara difícil finalizarla. Sin duda alguna, me allanaron el camino”. La última etapa, la creativa, fue “ilusionante, me lo pasé genial matando a personajes. Les agradezco a Fede y Joaquín que me seleccionarán para su “loco” libro encadenado. Ha sido una experiencia muy positiva en mi vida y, viendo el resultado final, me siento orgullosa de haber formado parte del equipo”. Un inmenso nudo en evoluciónEntre el planteamiento inicial y el desenlace hay en una historia un portentoso nudo repleto de giros retorcidos, como las acrobacias que hace un avión de exhibición para pintar el cielo con su estela de humo. La obra fue pasando de una casa de acogida a otra, y se demostró que un ‘mena’ puede ser alguien, como atestiguan sus cicerones.  “Es una experiencia literaria única en el mundo”“Ha sido una experiencia fantástica. Al principio me agobié porque tuve que dejar todo para el último día y me costó unas tres o cuatro horas el pensar y decidir cómo continuar la trama, pero ya después me divertí mucho y me siento orgulloso de participar en este proyecto pionero, en una experiencia literaria única en el mundo con todos los autores”, Víctor Pineda (periodista y director de Tinto Noticias).   “Ha sido un proyecto bastante atractivo, apasionante y creativo”Para mi ha sido un proyecto bastante atractivo, apasionante y creativo en el que he disfrutado mucho aportando mis letras y continuando con la trama que ya habían escrito todos mis compañeros”, Sara Serrat (futbolista y autora del libro ‘Parando letras’).        “Me parecía una locura todo lo que se había escrito”“Para mí ha sido una experiencia maravillosa y también un reto. Al principio me daba un poco de reparo y también pensaba que iba a ser incapaz de seguir esta historia. Ya la cogí muy avanzada, con muchas tramas abiertas. Me parecía una locura todo lo que se había escrito por la fantástica creatividad de los compañeros. Después te pones y es alucinante como al final vas siguiendo la trama. Estoy muy contenta de que hayan pensado en mí y estoy muy satisfecha de haber participado con el resto de compañeros, a los que admiro mucho”, Lucía Vallellano (jefa de informativos de Radio Huelva Cadena Ser). “Rellené un cuaderno entero con apuntes”“La idea de un libro encadenado me parece una maravillosa locura y, a nivel personal, un reto. Siempre escribo las historias de los demás y ahora se trataba de elaborar yo la historia (mucha responsabilidad). Al ser una de las últimas autoras, mi principal objetivo era poder cerrar tramas con coherencia y dejar enfilado el posible desenlace, aunque eso quedó ya en manos de los dos últimos autores. Al ser el capítulo 28, fue un arduo trabajo apuntar toda la trama para que no se quedara ningún fleco suelto. De hecho, rellené un cuaderno entero con apuntes. He disfrutado como una enana leyendo a mis compañeros y dándole forma a mi capítulo.¿No hay segunda parte??”, Virginia González (coordinadora de contenidos de Viva Huelva). “Salir de la realidad ha sido muy gratificante”“A mí cuando me la propusieron me hizo muchísima ilusión, porque es de esas cuentas pendientes que tenía conmigo misma, escribir un libro. Es cierto que no lo he escrito sola y he estado muy bien acompañada, pero sí que me hacía mucha ilusión. Desde pequeña había en mí la vocación de escribir. No sabía bien a qué me iba a dedicar, si al periodismo o a otra cosa, pero siempre tuve claro que iba a tener que ver con las letras y con escribir. En esta vorágine periodística en la que vivimos, en la que tenemos tan poquísimo tiempo para la reflexión y para sentarnos a escribir con tranquilidad, ha sido un poco complicado abordar el libro. Me tocó coger la historia ya muy desarrollada y había que ir cerrando tramas y fue complejo sentarme y analizar capítulo por capítulo y personaje por personaje, tratar de cerrar alguna trama, continuar con la acción. Fue complejo pero al mismo tiempo lo disfruté mucho. Además tuve la suerte de que me cayó en vacaciones de verano y conté con unos días de tranquilidad para abordarlo. La verdad es que me siento muy orgullosa y feliz  de que Fede y Joaquín contaran conmigo para esta locura y me ha supuesto mucha felicidad, gratitud, emoción y ese reencuentro conmigo misma y mi escritura, porque aunque la escupa, por así decirlo, a diario en las páginas del periódico, no es lo mismo que cuando le das rienda suelta a tu imaginación y más con los temas que abordo de sucesos y tribunales, historias crudas y difíciles, por lo que salir de esa realidad ha sido muy gratificante”, Raquel Rendón (periodista de Huelva Información y autora del Carnaval de Isla Cristina). “Fue emocionante y sobre todo divertido; repetiría”“Cuando Joaquín Cabanillas me lo propuso pensé que era una broma, pero no, era real. Dije que sí sin dudarlo, aunque me parecía difícil escribir parte de una historia que no estaba en mi cabeza. Antes de que llegará mi turno especulaba mucho con algunos compañeros sobre el argumento, la historia, los personajes que se habrían creado... Tardé más en decidir qué quería contar que plasmarlo en el capítulo. Pero fue emocionante y, sobre todo, divertido. Si me lo proponen otra vez, repetiría”, Lorena Correa (periodista de investigación).  “Lo más difícil fue decidir cómo continuar la historia”La idea de escribir un libro encadenado entre 30 autores diferentes ha sido todo un reto y también una experiencia muy divertida. Desde el principio, no dudé en participar en esta iniciativa por la gran oportunidad que supone unir las ideas de 30 personas diferentes y entre todos ir construyendo una historia desde cero y darle continuidad y sentido hasta la última página. Cuando me tocó mi turno, ya se había escrito la mitad de la obra, con infinidad de aportaciones originales y giros en la historia de cada uno de los autores, y suponía todo un reto seguir dándole forma a la historia y a los personajes, y resolver algunos de los interrogantes planteados llegado este punto de la obra. Lo más difícil fue precisamente decidir cómo continuar la historia, cumpliendo con la caracterización de cada personaje y con la evolución de los acontecimientos, e intentando estar a la altura de lo realizado por todos los compañeros anteriores. El resto llegó solo y simplemente había que darle forma a esa idea y pasar el turno al siguiente para seguir construyendo la historia que ahora tenemos en nuestras manos. Sin duda, ha sido una experiencia muy divertida, con muchos giros y aportaciones muy interesantes de todos los que forman esta historia encadenada. Creo que los lectores encontrarán en ella una historia totalmente diferente a lo que están acostumbrados, con un punto de locura y marcada por la forma de pensar y de escribir de 30 autores diferentes, y espero que se diviertan tanto como nosotros al escribirla”, Laura Brito (periodista y profesora de Literatura).“Sabía que iba a darnos horas de conversación”“Me pareció una idea fascinante desde el principio, de hecho, recuerdo haber buscado en Google sobre cosas parecidas y la verdad es que aunque encontré algunos libros multiautor, ninguno con las características de este por lo que la idea me gustó aún más. También me estimulaba mucho porque prácticamente todos los autores son amigos o conocidos míos, y sabía que iba a darnos horas de conversación, como así ha sido. Para mí fue más difícil leerlo con atención y detenimiento que enfrentarme al papel, aunque la idea original era que no supiéramos demasiado de la historia hasta que no nos tocara, la verdad es que ya me habían filtrado algunos detalles y tenía algunas ideas sobre lo que quería hacer con los personajes. Así que la mayor parte del tiempo la dediqué a leer detenidamente, transcribir detalles de los personajes para tener cuidado que no hubiera fallos de coherencia y analizar las tramas para que nada se escapara, solo el último día de plazo me dediqué a escribir mi parte. Lo he pasado genial escribiendo y me alegro mucho de haber participado en esta locura de Pábilo”, Juan F. Caballero (periodista y director de El Recreo). “Ojalá el lector disfrute de este libro la mitad que yo”“El libro encadenado es una de las ideas más locas y divertidas que sólo se le puede ocurrir a un no menos loco y divertido Fede. Participar en ella ha sido todo un lujazo. Yo sí creí en esta aventura desde el primer momento, por muy paranoica que parezca llevar a buen puerto una sola historia relatada por treinta almas. Y no me equivoqué, dado el resultado final. Al haber sido una de las últimas en coger es testigo, allá por el mes de agosto, he tenido el privilegio de leer buena parte de la trama y comprobar el gran trabajo de todos los compañeros que me han precedido. Y la responsabilidad ha sido enorme. Espero haber estado a la altura. A mí me ha tocado ir cerrando historias y encajar algunas piezas del complicado puzzle, pero sin resistirme a  añadir más suspense a las últimas líneas que me tocó escribir. En definitiva, toda una experiencia que he disfrutado a tope, por lo que siempre le estaré agradecida a Pábilo, que me ha dado la oportunidad de formar parte de ella y de compartirla con tantos compañeros. Ojalá el lector disfrute de este libro la mitad que yo. Hacerlo igual que esta servidora es casi imposible”, Estíbaliz Sánchez (periodista de Huelva Red). “Hemos experimentado con la emoción propia de los niños pequeños“Para mí ha sido un auténtico placer y un privilegio participar en esta iniciativa pionera de la editorial Pábilo. Una experiencia muy enriquecedora y divertida que me ha permitido compartir literatura y emociones con un equipo de compañeros y compañeras excelentes. Desde el primer día que recibí la llamada de Joaquín Cabanillas invitándome a formar parte de este proyecto, me pareció una idea innovadora y bonita, así que acepté con toda la humildad y con incertidumbre, al no saber si podría estar a la altura de esta iniciativa. El camino ha sido más que interesante, además de que todos lo hemos vivido con mucha ilusión, tanto los capítulos que le tocaban al resto de los compañeros, como, por supuesto, cuando nos llegaba nuestro turno, algo que hemos experimentado con la emoción propia de los niños pequeños. Y así ha sido a cada paso, en el que hemos encontramos a muchas personas que merecen la pena, desde los editores, Fede y Joaquín, a Sonia, con su sonrisa y sus fotografías. Ahora, después de estos meses, tan sólo queda acercarnos a un libro que, de corazón, espero que los lectores puedan disfrutarlo, con la satisfacción doble de que los beneficios obtenidos con su venta irán destinados para una labor social tan bonita como la que realiza Aspromín”, Mari Paz Díaz (periodista de Huelva Buenas Noticias e investigadora).El síndrome del encadenado literario “Me ha encantado conocer a todos los autores y ha sido una experiencia muy positiva”, dice la chica invisible de esta historia, ajena a ella pero implicada con el tamiz de su objetivo. Sonia Hermosín es una gran profesional que sorprendentemente ha plasmado en sus fotografías lo mejor de cada creador, poniendo rostros a los eslabones de la cadena, a esas personas que presentan los mismos síntomas, los del síndrome del encadenado literario. Y es que, como se ha podido leer, todo encadenado literario que se precie pasó en mayor o menor medida por las mismas etapas: sorpresa, ilusión, responsabilidad, inseguridad, esfuerzo, goce, satisfacción y orgullo. En primer lugar, surgió la sorpresa al recibir la llamada para alistarse en esta locura, a lo que iba unido la ilusión de ser parte de algo novedoso e interesante, que tan bien sonaba en la teoría pero que parecía abstracto llevado a la práctica. Las dudas acerca del funcionamiento del encadenamiento se aclararon en mitad de la más o menos larga espera mientras llegaba el turno para escribir. Esos momentos los habitaban la incertidumbre acerca de cómo sería lo que se iba a encontrar uno llegado el momento de continuar la historia. También iba apareciendo la responsabilidad junto a las ganas de hacerlo bien. Había dudas acerca de si se podría dar la talla. Joaquín se deshacía en halagos con el término del turno de cada escritor y en la alegría colectiva también estaba sembrada la duda acerca de si podría estropearse el invento en el preciso instante que cayera las torpes manos propias. Olvidarse un poco de cómo van los turnos para autoengañarse y sentir una relativa tranquilidad que esconde una inquietud, también está entre las fases del síndrome, que se manifiesta en su esplendor cuando ya el libro es tuyo. Toca leer y disfrutar con lo escrito por los compañeros, darse cuenta del gran nivel de todos los participantes. No es una lectura cualquiera, es la más activa de las posibles. En la que casi es imprescindible realizar anotaciones y esquemas, y que acaba al borde de un precipicio sobre el que tienes que construir un puente para que el tren no pare y siga circulando por la vía. Es la hora de ‘la tormenta de ideas’, de sacar de la mente todas las posibilidades por muy disparatadas que sean, darle vueltas a todo, conectarlo y hacer que todo avance un poco más dejando aún margen de maniobra. Un arma de doble filo entre el disfrute y la preocupación. El devanarse los sesos en la autoexigencia da paso a plasmar esas ideas y acontecimientos, a narrar, aportar el granito de arena, cumplir tu guardia de custodia, hacer tu relevo. En negro sobre blanco va también lo que no está escrito ni se puede leer. Está presente también un goce especial porque has sabido jugar y disfrutar del proceso, la satisfacción por haber superado el reto, por hacer que el desafío no pareciera tan grande una vez dominado y encauzado. Lo realmente grande, tras esta sucesión de saltos sin red, es el orgullo colectivo en torno a una obra que puede hacer mucho bien para Aspromín, una entidad que vive en esa misión continua. Ese es el mejor final posible para cualquier historia. Ahora te toca a ti, lector, hacerlo realidad. El estreno ya llegó.

Esta infatigable labor es lo que ha dado una razón de ser a una historia que cuenta con la complicidad de 15 autoras y 15 autores, que han escrito intercaladamente, en cremallera, armados con el poder de la imaginación y la palabra en la perdurabilidad que ofrece lo escrito para difundir una novela diferente. Se ha gestado durante dos años en una carrera de relevos que ha desembocado en una obra poliédrica, divertida e intrigante.

El argumento parte con un grupo de siete personas con unas características especiales. Han llegado sin saber cómo a una estancia de la que no conocen el modo de escapar. Es el comienzo de una red relaciones humanas a distintos niveles que fluyen en paralelo a una serie de acontecimientos a cada paso más sorprendentes. En la trama, repleta de acción, simbolismos y giros inesperados, hay robos de obras de arte, conspiraciones, una investigación policial, otra periodística, misterios, ciencia avanzada aplicada al cerebro humano, chantajes, intereses, filias y fobias… todo aparentemente articulado por los hilos de un poder enfermo de megalomanía en la sombra. Todo puede ser tan disparatado como real, trozos de un espejo de esta sociedad, con bueno y lo malo que contiene. Es un juego en el que el lector no se resistirá a entrar.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro
La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

El ideólogo y el arquitectoQuienes capitanean Pábilo Editorial, Federico Pérez y Joaquín Cabanillas, han sido los responsables de que esta novela especial se pudiera materializar. En el caso de Pérez, también director de Arrabales, con él empezó todo. Es el Kevin Roldán de esta historia, el ideólogo. Es un niño grande que no reprime sus ganas de inventar, de soñar y jugar con la vida. Con su capacidad para meter a todo el mundo en el ajo, le bastaron unas llamadas y pocos encuentros para contar con autores convencidos para la causa, una locura que nadie sabía cómo acabaría.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

“Es una variante de otra idea que todavía no hemos puesto en marcha relacionada con las redes sociales y que seguramente saldrá en breve. Preparando el tema se me ocurrió pensar en algo que ya había hecho de pequeñito en clase y pensé que le podíamos dar una perspectiva mucho más amplia y contando con gente que tenga esa capacidad”, recuerda a huelva24.com Fede, como le llama todo el mundo.

Era algo que creía que podía resultar “controvertido y complicado” y acudió ea su consejo de sabios habitual, con Rafa Adamuz, Manu Suero y Joaquín Cabanillas y su mujer, Inmaculada Roa, a la que siempre le cuenta “las patochás que me surgen”. “Tuvo una aceptación al principio un tanto confusa, sobre todo por unificar una serie de ideas y criterios y llegar a un consenso. Son muchas personas con muchas cualidades y partir un proyecto de un libro en tantas ramas era complicado. Estuve empeñado desde el principio en hacerlo y Joaquín, que me aprueba dos de cada quince ideas, aquí no dudó. Otra gente sí me dijo que era complicado”, comenta.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Explica que no tuvieron “mucho problema a la hora de seleccionar a los autores. Estábamos en un bar sentado, que suele ser nuestra oficina, y fue algo rápido. A los dos días ya veíamos las ideas maduradas y tanto Joaquín como yo estábamos ilusionados con el tema. También se lo habíamos comentado a Paco Romero (participante y autor de la portada) y estaba contento con la idea. Empezamos a elegir gente sobre la marcha”. Agrega que “como era un experimento raro que no sabíamos lo que iba a salir tiramos de la gente más cercana a nosotros. Nos planteamos contar con personas que sabemos que se tiran a la piscina, que son gente arriesgada y loca como nosotros”.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Para él lo mejor de todo el proyecto ha sido el grupo de WhatsApp, en el que “la verdad es que hemos tenido momentos muy entretenidos y divertidos. Con Fermín, Norberto… ha habido gente muy implicada con el libro y otras muchas cuestiones. Nos hemos llegado a conocer mejor y a tomar cierta cercanía. Hemos sido rápidos a la hora de tomar decisiones, no hemos tenido problemas y tuvimos todos claro que el libro tenía que tener una vocación benéfica”.

En ese terreno de plasmar las ideas, el arquitecto fue Joaquín Cabanillas, administrador del grupo de WhatsApp, el director de orquesta, único observador autorizado para el transcurso de la obra. Es quien ha organizado los detalles, el controlador aéreo de las idas y venidas de la historia, quien ha sufrido cuando se torcía y respiraba aliviado cuando se enderezaba. Entre otras muchas cosas, es quien fue dejando la historia en cada una de las manos de los autores para recogerla después hacia su nuevo destino, como un mensajero de la palabra. Cada movimiento lo fue anunciando en el grupo de Whatsapp, que sacaba de la ceguera a los autores, que, salvo las normas básicas e instrucciones para cuando llegara su turno, no sabían nada. Cada información acerca del curso de la obra, cada anuncio, avivaba la hoguera que iluminaba periódicamente al colectivo.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

“Las sensaciones han sido de dirigir o coordinar un proyecto pionero, con la satisfacción de que la gente fuera respondiendo y agradecido por el robo de esfuerzo, constancia y de tiempo que he hecho a todos los que han participado en esto”. destaca Cabanillas, “muy satisfecho” por cómo se ha ido desarrollando la trama, aunque también “preocupado” a partir de la mitad porque se fue complicado todo “de tal manera que me daba la impresión de no poder cerrarse con dignidad”. Pero cuando el libro se ha acabado está “plenamente satisfecho. Las tramas se cerraron y conseguimos entre todo un resultado literario más que digno”.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Considera que el resultado puede gustar mucho, pues “hemos puesto al servicio de los que quieran meterse en la lectura un libro divertido, inquietante, con misterio, incluso con mensaje social y con muchos estilos diferentes que van a entretener mucho al lector”. Su satisfacción también viene porque “desde el primer momento todos entendieron que esto era un proyecto solidario y que los derechos de autor ampliados por la editorial vayan todos para Aspromin”.

El Alfa y la OmegaTodas las historias tienen un planteamiento, un nudo y un desenlace y Rafa Adamuz fue ‘el alfa’ y  María Laso, ‘la omega’ de la obra, los encargados, respectivamente, de poner un punto de partida con muchas direcciones posibles y de hacer confluir todo en un mismo destino final.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

El primero, periodista de Canal Sur y autor de la novela ‘La memoria varada’, afirma que “no sé si hay muchos precedentes de un libro así. Una idea de estas dimensiones, tan genuina, sólo puede partir de una mente imparable y transgresora como la de Fede y de la valentía y acierto de Joaquín”. A este impulso, suma que “hay que ir más allá. Unir en un proceso creativo a tal abanico de autores y autoras -cada uno con su propio perfil, profesión, inquietud, escritura, talento- supone un experimento que me atrevería a decir único en el mundo literario”.

Consciente de ello y siendo el encargado de abrir la historia, expone que diseñó “un inicio coral con diversos personajes en un escenario y punto de partida sujeto a mil interpretaciones, muy abierto. Ignoro el resultado final pero estoy seguro de que esta novela nos devuelve la esencia de una ‘Odisea’ vital que marcó en gran medida el rumbo de la literatura y que, tantos siglos después, sigue siendo tan de actualidad como antaño. Lo más nuevo puede ser también lo más arraigado, lo más profundo. Y viceversa. Sea”.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

María Laso, profesora y novelista, recuerda que cuando fue invitada por Joaquín Cabanillas a participar pensó que era “un honor que me tuvieran en cuenta para tal fin”, pero cuando dijo que tenía que cerrar el libro, escribiendo el capítulo 30, “ya no me gustó tanto la idea”, pero no se eché para atrás. “Es un proyecto a largo plazo. Échale año y medio o dos, me dijo. Me resultó tan lejano en el tiempo que creí que lo mismo ni se concluía el experimento. También tuve dudas, que compartí con el organizador en más de una ocasión, por el resultado final. Temí por la historia, me caracteriza ser un poco individualista por lo que me costó ver que un grupo de autores con estilos tan diferentes pudieran llegar a buen puerto”.  

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Y llegó su momento. “Casi me da un infarto el día que recibí el manuscrito con los 29 capítulos. Necesité un par de horas para armarme de valor y abrir el documento. Después, todo fue muy rápido, comencé  a leer y pasé por todo tipo de emociones: admiración, perplejidad, agobio, angustia, alegría, entusiasmo... para acabar con la mejor de todas, la de gratitud hacia mis compañeros. Me sirvieron la historia en bandeja de plata, intentando que no me resultara difícil finalizarla. Sin duda alguna, me allanaron el camino”.

La última etapa, la creativa, fue “ilusionante, me lo pasé genial matando a personajes. Les agradezco a Fede y Joaquín que me seleccionarán para su “loco” libro encadenado. Ha sido una experiencia muy positiva en mi vida y, viendo el resultado final, me siento orgullosa de haber formado parte del equipo”.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Un inmenso nudo en evoluciónEntre el planteamiento inicial y el desenlace hay en una historia un portentoso nudo repleto de giros retorcidos, como las acrobacias que hace un avión de exhibición para pintar el cielo con su estela de humo. La obra fue pasando de una casa de acogida a otra, y se demostró que un ‘mena’ puede ser alguien, como atestiguan sus cicerones.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

“Ha sido una experiencia fantástica. Al principio me agobié porque tuve que dejar todo para el último día y me costó unas tres o cuatro horas el pensar y decidir cómo continuar la trama, pero ya después me divertí mucho y me siento orgulloso de participar en este proyecto pionero, en una experiencia literaria única en el mundo con todos los autores”, Víctor Pineda (periodista y director de Tinto Noticias).  

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Para mi ha sido un proyecto bastante atractivo, apasionante y creativo en el que he disfrutado mucho aportando mis letras y continuando con la trama que ya habían escrito todos mis compañeros”, Sara Serrat (futbolista y autora del libro ‘Parando letras’).        

“Para mí ha sido una experiencia maravillosa y también un reto. Al principio me daba un poco de reparo y también pensaba que iba a ser incapaz de seguir esta historia. Ya la cogí muy avanzada, con muchas tramas abiertas. Me parecía una locura todo lo que se había escrito por la fantástica creatividad de los compañeros. Después te pones y es alucinante como al final vas siguiendo la trama. Estoy muy contenta de que hayan pensado en mí y estoy muy satisfecha de haber participado con el resto de compañeros, a los que admiro mucho”, Lucía Vallellano (jefa de informativos de Radio Huelva Cadena Ser).

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

“La idea de un libro encadenado me parece una maravillosa locura y, a nivel personal, un reto. Siempre escribo las historias de los demás y ahora se trataba de elaborar yo la historia (mucha responsabilidad). Al ser una de las últimas autoras, mi principal objetivo era poder cerrar tramas con coherencia y dejar enfilado el posible desenlace, aunque eso quedó ya en manos de los dos últimos autores. Al ser el capítulo 28, fue un arduo trabajo apuntar toda la trama para que no se quedara ningún fleco suelto. De hecho, rellené un cuaderno entero con apuntes. He disfrutado como una enana leyendo a mis compañeros y dándole forma a mi capítulo.¿No hay segunda parte??”, Virginia González (coordinadora de contenidos de Viva Huelva).

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

“A mí cuando me la propusieron me hizo muchísima ilusión, porque es de esas cuentas pendientes que tenía conmigo misma, escribir un libro. Es cierto que no lo he escrito sola y he estado muy bien acompañada, pero sí que me hacía mucha ilusión. Desde pequeña había en mí la vocación de escribir. No sabía bien a qué me iba a dedicar, si al periodismo o a otra cosa, pero siempre tuve claro que iba a tener que ver con las letras y con escribir. En esta vorágine periodística en la que vivimos, en la que tenemos tan poquísimo tiempo para la reflexión y para sentarnos a escribir con tranquilidad, ha sido un poco complicado abordar el libro. Me tocó coger la historia ya muy desarrollada y había que ir cerrando tramas y fue complejo sentarme y analizar capítulo por capítulo y personaje por personaje, tratar de cerrar alguna trama, continuar con la acción. Fue complejo pero al mismo tiempo lo disfruté mucho. Además tuve la suerte de que me cayó en vacaciones de verano y conté con unos días de tranquilidad para abordarlo. La verdad es que me siento muy orgullosa y feliz  de que Fede y Joaquín contaran conmigo para esta locura y me ha supuesto mucha felicidad, gratitud, emoción y ese reencuentro conmigo misma y mi escritura, porque aunque la escupa, por así decirlo, a diario en las páginas del periódico, no es lo mismo que cuando le das rienda suelta a tu imaginación y más con los temas que abordo de sucesos y tribunales, historias crudas y difíciles, por lo que salir de esa realidad ha sido muy gratificante”, Raquel Rendón (periodista de Huelva Información y autora del Carnaval de Isla Cristina).

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“Cuando Joaquín Cabanillas me lo propuso pensé que era una broma, pero no, era real. Dije que sí sin dudarlo, aunque me parecía difícil escribir parte de una historia que no estaba en mi cabeza. Antes de que llegará mi turno especulaba mucho con algunos compañeros sobre el argumento, la historia, los personajes que se habrían creado... Tardé más en decidir qué quería contar que plasmarlo en el capítulo. Pero fue emocionante y, sobre todo, divertido. Si me lo proponen otra vez, repetiría”, Lorena Correa (periodista de investigación).

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La idea de escribir un libro encadenado entre 30 autores diferentes ha sido todo un reto y también una experiencia muy divertida. Desde el principio, no dudé en participar en esta iniciativa por la gran oportunidad que supone unir las ideas de 30 personas diferentes y entre todos ir construyendo una historia desde cero y darle continuidad y sentido hasta la última página. Cuando me tocó mi turno, ya se había escrito la mitad de la obra, con infinidad de aportaciones originales y giros en la historia de cada uno de los autores, y suponía todo un reto seguir dándole forma a la historia y a los personajes, y resolver algunos de los interrogantes planteados llegado este punto de la obra. Lo más difícil fue precisamente decidir cómo continuar la historia, cumpliendo con la caracterización de cada personaje y con la evolución de los acontecimientos, e intentando estar a la altura de lo realizado por todos los compañeros anteriores. El resto llegó solo y simplemente había que darle forma a esa idea y pasar el turno al siguiente para seguir construyendo la historia que ahora tenemos en nuestras manos. Sin duda, ha sido una experiencia muy divertida, con muchos giros y aportaciones muy interesantes de todos los que forman esta historia encadenada. Creo que los lectores encontrarán en ella una historia totalmente diferente a lo que están acostumbrados, con un punto de locura y marcada por la forma de pensar y de escribir de 30 autores diferentes, y espero que se diviertan tanto como nosotros al escribirla”, Laura Brito (periodista y profesora de Literatura).

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro
La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro
La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

“El libro encadenado es una de las ideas más locas y divertidas que sólo se le puede ocurrir a un no menos loco y divertido Fede. Participar en ella ha sido todo un lujazo. Yo sí creí en esta aventura desde el primer momento, por muy paranoica que parezca llevar a buen puerto una sola historia relatada por treinta almas. Y no me equivoqué, dado el resultado final. Al haber sido una de las últimas en coger es testigo, allá por el mes de agosto, he tenido el privilegio de leer buena parte de la trama y comprobar el gran trabajo de todos los compañeros que me han precedido. Y la responsabilidad ha sido enorme. Espero haber estado a la altura. A mí me ha tocado ir cerrando historias y encajar algunas piezas del complicado puzzle, pero sin resistirme a  añadir más suspense a las últimas líneas que me tocó escribir. En definitiva, toda una experiencia que he disfrutado a tope, por lo que siempre le estaré agradecida a Pábilo, que me ha dado la oportunidad de formar parte de ella y de compartirla con tantos compañeros. Ojalá el lector disfrute de este libro la mitad que yo. Hacerlo igual que esta servidora es casi imposible”, Estíbaliz Sánchez (periodista de Huelva Red).

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro
La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

“Para mí ha sido un auténtico placer y un privilegio participar en esta iniciativa pionera de la editorial Pábilo. Una experiencia muy enriquecedora y divertida que me ha permitido compartir literatura y emociones con un equipo de compañeros y compañeras excelentes. Desde el primer día que recibí la llamada de Joaquín Cabanillas invitándome a formar parte de este proyecto, me pareció una idea innovadora y bonita, así que acepté con toda la humildad y con incertidumbre, al no saber si podría estar a la altura de esta iniciativa. El camino ha sido más que interesante, además de que todos lo hemos vivido con mucha ilusión, tanto los capítulos que le tocaban al resto de los compañeros, como, por supuesto, cuando nos llegaba nuestro turno, algo que hemos experimentado con la emoción propia de los niños pequeños. Y así ha sido a cada paso, en el que hemos encontramos a muchas personas que merecen la pena, desde los editores, Fede y Joaquín, a Sonia, con su sonrisa y sus fotografías. Ahora, después de estos meses, tan sólo queda acercarnos a un libro que, de corazón, espero que los lectores puedan disfrutarlo, con la satisfacción doble de que los beneficios obtenidos con su venta irán destinados para una labor social tan bonita como la que realiza Aspromín”, Mari Paz Díaz (periodista de Huelva Buenas Noticias e investigadora).

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro
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Y es que, como se ha podido leer, todo encadenado literario que se precie pasó en mayor o menor medida por las mismas etapas: sorpresa, ilusión, responsabilidad, inseguridad, esfuerzo, goce, satisfacción y orgullo. En primer lugar, surgió la sorpresa al recibir la llamada para alistarse en esta locura, a lo que iba unido la ilusión de ser parte de algo novedoso e interesante, que tan bien sonaba en la teoría pero que parecía abstracto llevado a la práctica.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Las dudas acerca del funcionamiento del encadenamiento se aclararon en mitad de la más o menos larga espera mientras llegaba el turno para escribir. Esos momentos los habitaban la incertidumbre acerca de cómo sería lo que se iba a encontrar uno llegado el momento de continuar la historia. También iba apareciendo la responsabilidad junto a las ganas de hacerlo bien. Había dudas acerca de si se podría dar la talla. Joaquín se deshacía en halagos con el término del turno de cada escritor y en la alegría colectiva también estaba sembrada la duda acerca de si podría estropearse el invento en el preciso instante que cayera las torpes manos propias.

Olvidarse un poco de cómo van los turnos para autoengañarse y sentir una relativa tranquilidad que esconde una inquietud, también está entre las fases del síndrome, que se manifiesta en su esplendor cuando ya el libro es tuyo. Toca leer y disfrutar con lo escrito por los compañeros, darse cuenta del gran nivel de todos los participantes. No es una lectura cualquiera, es la más activa de las posibles. En la que casi es imprescindible realizar anotaciones y esquemas, y que acaba al borde de un precipicio sobre el que tienes que construir un puente para que el tren no pare y siga circulando por la vía.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

Es la hora de ‘la tormenta de ideas’, de sacar de la mente todas las posibilidades por muy disparatadas que sean, darle vueltas a todo, conectarlo y hacer que todo avance un poco más dejando aún margen de maniobra. Un arma de doble filo entre el disfrute y la preocupación. El devanarse los sesos en la autoexigencia da paso a plasmar esas ideas y acontecimientos, a narrar, aportar el granito de arena, cumplir tu guardia de custodia, hacer tu relevo.

La pionera experiencia de encadenarse dentro de un libro

En negro sobre blanco va también lo que no está escrito ni se puede leer. Está presente también un goce especial porque has sabido jugar y disfrutar del proceso, la satisfacción por haber superado el reto, por hacer que el desafío no pareciera tan grande una vez dominado y encauzado. Lo realmente grande, tras esta sucesión de saltos sin red, es el orgullo colectivo en torno a una obra que puede hacer mucho bien para Aspromín, una entidad que vive en esa misión continua. Ese es el mejor final posible para cualquier historia. Ahora te toca a ti, lector, hacerlo realidad. El estreno ya llegó.

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