De frialdades y bondades 

Será normal que estos días oigan en los noticiarios de la televisión o lean en los periódicos digitales que al alejarse el anticiclón de bloqueo podrá llover en la península, en ciertas regiones de la península habría que precisar. En el caso que a nosotros nos ocupa, y en lo que se refiere a lluvias, nos preocupa, tenemos que el sistema de borrascas que circularán estos días por el norte de España y atravesarán toda Europa, apenas nos va a rozar a nosotros, sus frentes asociados, queremos decir. 

En la sierra de Huelva podría llover algo la próxima semana, pero por aquí, en la zona litoral, lo normal es que continuemos con la pertinaz y jodida sequía una semana más. O dos si me apuran. En todo caso tengan la seguridad de que si el lunes cayera algo de agua por Huelva capital o alrededores, serán unas gotas de chichinabo [1].

Este fin de semana continúan las temperaturas agradables a media mañana, con temperaturas que rondarán los veinte grados, y mínimas que no bajarán de nueve. Lógico al continuar con una situación de dominio de las altas presiones, aire frío en consecuencia. El caso es que en Huelva notaremos por la mañana y en cuanto el sol empieza a ocultarse esa frialdad [2] que se te mete en los huesos ya te pongas dos abrigos, de frente o de perfil. 

Ya el lunes os cuento más porque a pesar de que aquí no ocurre nada y seguimos igual, con esa bondad climática que en realidad nos ha acompañado siempre, sin lluvias y con temperaturas que desde media mañana y hasta bien entrada la tarde se pueden considerar primaverales, la situación atmosférica en el resto de España y en Europa está la mar de movidita. Vuelvan a echar una ojeada al mapa de superficie previsto por la Aemet para mañana y lo comprobarán [3]. Saludos y ya sabéis, pasadlo bien y gastad poco. Condieu [4].

[1] Puede que sea malsonante, pero el diccionario de la RAE la incluye. En realidad te envía a la locución adjetiva y coloquial de chicha y nabo, de escasa importancia.

[2] Esta palabra si se molestan en buscarla en el diccionario de la Academia, encontrarán que tan sólo le dan el significado de cualidad de frío. Que para ese viaje tampoco se necesitan muchas alforjas. En cambio en Huelva la palabra frialdad tiene un significado más concreto. Es ese frío húmedo, propio de zonas como esta ciudad encajada en un estuario, rodeada de marismas y abierta a la llegada del aire salado que entra por el Punto o por la calle Marina, según donde viva cada cual.

[3] No hay que irse muy lejos, fijaros cómo andan los del Brexit y los guateques en el número diez de Downing Street.

[4] En el colegio Francés mezclábamos el español con el francés y nos hartábamos de reír. Andorrano le llamábamos a aquello. Condieu, como habrán podido adivinar, es condiós, de vaya usted con dios.