FLAMENCO
La temperatura subió 10 grados en la Tertulia Flamenca de las Colonias
Que ambos dos son profesionales no hay quién lo discuta. Te pueden gustar más o menos, pero ante la evidencia hay que rendirse…. y aplaudir.

Con Manuel de Monte he coincidido en muchos sitios, tanto en ratos flamencos como escuchándolo en peñas flamencas de Huelva y Sevilla. El avance es notorio. Cada vez se nota más la perfección de lo imperfecto. Estudioso, conocedor y aficionado. Un cantaor no puede superarse si no es a base de escuchar, ensayar y aplicar el cante a sus cualidades.
Me tengo por amigo de Manolo, lo que no quita que le diga alguna cosita negativa para él y para el que sabe lo que escucha. Alarga, en algunos casos, los palos. Ayer, se pasó en las soleares y en las bulerías. Sé que el agradar en su Tertulia de las Colonias le hace saltar de un lugar a otro y, seguro que podría llevarse mucho más tiempo. Así y todo, dejó un grandísimo sabor de boca.
Abrió con cantiñas (alegrías de Cádiz, Utrera; romera, alegrías de Córdoba). Continuó con tientos-tangos, expresándose por un amplio abanico. Le sigue Levante (Tio Enrique Amorentao y mineras de Pencho Cros). Acaba la primera parte por soleares (recorrido por Triana, La Andonda, La Serneta, El Chozas de Jerez, Frijones, Joaniquín, Paquirri el Guanté y El Mellizo, para acabar por soleariya). Demasiadas soleares.
En la segunda parte: seguiriyas (Paco la Luz, El Nitri, Mairena). Petenera, chica y grande (¡hay que bajar ese traste!). Meneses es mucho Meneses. Puso todo el corazón hasta reventar. Fandangos libres (uno cosecha de su padre), El Almendro y Huelva y Alosno. Bulerías: Mairena, Utrera, Lebrija (romanceadas). Un repertorio muy completo pero exagerado de tiempo.
Antonio Dovao me gustó más que otras veces, dejó la silla más quieta. Por levante, seguiriyas y fandangos, buenísimo. Fue muy aplaudido en las falsetas y se dedica fundamentalmente a acompañar, como no puede ser de otra forma. Considero que deberían ajustar los tiempos. Hay que dejar a los aficionados con ese regusto que les invita a escuchar una próxima vez.
Los dos fueron muy aplaudidos por el respetable, al que hay que dar las gracias por su atención y respeto.