Ceballos, de casi denostado a implorado en el San Roque

Alejandro Ceballos llega con su compadre Chiqui a intentar enderezar el rumbo de una nave que, ahora más que nunca, necesita navegar bien recto en busca de ese objetivo de la permanencia en la categoría en un año muy sufrido para esto del fútbol en la localidad de Lepe.

En el aspecto personal, servidor, que no dice lo que algunos quieren escuchar ni pone la firma en lo que algunos quieren escribir, se ofrece también para apoyar en estos momentos difíciles.

El San Roque de Lepe no lo hacen las personas. Lo hace un sentimiento y también su historia, por la que han pasado muchísimos entrenadores, muchísimos jugadores y presidentes como mi amigo Pepe Ruiz, el cual desde arriba me hubiera pedido ya tomar la decisión que tomo de apoyar en tan difíciles momentos.

Por su parte, Juan Carlos Menudo ya es historia en el conjunto aurinegro tras ser cesado como técnico después de sumar únicamente tres puntos en diez jornadas de Liga. Da la impresión de que la directiva se arrepintió al instante de haberlo fichado, pero ya no había vuelta atrás cuando la decisión estaba ya tomada en un equipo gracias a Papá Recreativo de Huelva.

Menudo no ha podido enderezar el rumbo de una nave que contaba con tripulantes como Sebastián Nayar o Josmar Zambrano y con una serie de futbolistas como Boateng, Fatau o Chakir que vinieron a menos y también con otros jugadores a los que la categoría posiblemente les sonara sólo de leer las crónicas de los lunes debido a su juventud y falta de experiencia y madurez.