falleció en 1993 tras padecer una larga enfermedad

El exjugador del Recre de los años 70 Gabriel Briones, en proceso de beatificación

9.05 h. Gabriel Briones, guardameta que militó en la cantera del Recre en los años setenta y que incluso disputó dos partidos con el primer equipo, falleció en 1993 tras padecer una larga enfermedad durante 14 años a consecuencia de las heridas sufridas en un atentado de ETA en Cantabria. “Fue un ejemplo para la juventud, aguantó mucho sufrimiento y luchó por la iglesia y por las vocaciones”, señala José Vilaplana, obispo de Huelva que lo conoció bastante y que informa de que está en marcha su proceso de beatificación.

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El exjugador del Recre de los años 70 Gabriel Briones, en proceso de beatificación

Gabriel Briones Pérez, conocido futbolísticamente como Gabi, nació en la localidad cántabra de Santoña el 15 de noviembre de 1956 y falleció, a la edad de 36 años, el 17 de junio en Solares, también un municipio de dicha tierra. Padeció desde los 22 años una enfermedad incurable que le hizo pasar 14 años de mucho dolor y someterse a 26 operaciones quirúrgicas. Todo fue debido a las graves heridas que sufrió en un atentado de la banda terrorista ETA en el pub Los Gallos de Sobremazas en 1968 que le dejó malherido y que le provocó un cáncer en un riñón que después se le fue extendiendo por el resto del cuerpo.

Hace ya más de 15 años se puso en marcha su proceso de beatificación, ya que se le considera un ferviente católico que rezaba mucho y que le daba ánimos continuos al resto de enfermos. Su historia la recordó el actual obispo de Huelva, José Vilaplana, la pasada semana en la tertulia recreativista de CDH. “Me impresionó desde el primer momento. Tuvo unos sufrimientos terribles y me sorprendió mucho lo que luchó por la iglesia y sobre todo por las vocaciones, para que no se perdieran. Tuve mucho contacto tanto con él como con su familia cuando yo era el obispo de Santander y sin duda que fue un ejemplo para la juventud”, decía.

Vilaplana comentaba también que “aprovechando que ahora va a venir el obispo de Santander estos días a la aldea de El Rocío voy a retomar este tema, porque no sé cómo lo llevaron después de mi marcha de Santander a cabo los demás obispos que ha habido en estos años por allí. Para un proceso de canonización, lo primero es recabar datos, después tiene que haber un promotor de Roma que los compruebe, y normalmente al menos un milagro. En este caso sería el primer caso, el de recabar datos, en los que se demuestra que fue un hombre ejemplar por su sufrimiento y su entrega a la iglesia y a todos los enfermos”.

La figura de Gabriel Briones, considerado un mártir del siglo XX, está incluido en el libro del canónigo y periodista Francisco Odriozola que lleva por título “Cántabros Testigos de la Fe en el siglo XX”, en el que se incluyen nombres y datos biográficos de tres santos, nueve beatos y otras personas en proceso de ser proclamados por vía de martirio o por vivir en santidad. “Murió dando testimonio de fe. Un día que conversaba con él me dijo ‘Algunos me preguntan si merece la pena vivir con mi juventud y tantas intervenciones quirúrgicas, y yo, con tal de haber conocido a Cristo, digo que sí y que firmaría volver a vivir con la misma vida que he vivido'”, señalaba Vilaplana en El Diario Montañés.

El exjugador del Recre de los años 70 Gabriel Briones, en proceso de beatificación

Sus padres tenían un bar en Santoña y un verano decidieron ir a Huelva de vacaciones aprovechando también que el padre tenía familia en tierras onubenses. Les gustó tanto la experiencia que se quedaron montando un merendero aquí. Trajeron a sus tres hijos, entre ellos Gabi, a Huelva en 1970 e incluso su cuarto hijo, Paco, nació aquí en el año 1975. Un primo del padre llevó a Gabi un día a ver un partido del Recre y a partir de ahí comenzó su pasión por el fútbol y por el Decano. Entró en los infantiles del club albiazul y fue escalando por todas las categorías inferiores hasta llegar incluso al primer equipo recreativista, con el que disputó dos partidos de la Copa del Generalísimo ante el Compostela y el Orihuela. Jugaba como portero.

En Huelva Gabriel Briones dejó los estudios y trabajó como peón en la fábrica de coches Citroen y en la fábrica de explosivos Riotinto Patiño, además de que fue soldador en Astilleros. Y años más tarde, tras realizar el servicio militar en un pueblo de León, regresó a tierras cántabras. Su vida dio un vuelco el día cuando estando en el pub Los Gallos de Sobremazas fue una de las víctimas de una bomba que colocó allí la banda terrorista ETA. A partir de ahí llegaron las operaciones y el sufrimiento en su cuerpo. Empezó a abrazar la fe cristiana cuando sus padres hicieron la promesa de ir andando hasta la Virgen del Puerto en Santoña y a la vuelta se le cortó la fuerte hemorragia que tenía. “Ofrecía todos sus dolores para salvar la vida de los pecadores”, indicaron en una entrevista sus padres, Gabriel y Natividad. Este exjugador albiazul fue todo un modelo de buena persona y de hombre luchador y su proceso de canonización sigue adelante.

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