sexología
Inseguridad y relación, una mala mezcla
Acuérdate que una pareja son dos personas que comienzan a compartir sus vidas, pero sin dejar de ser uno mismo, y que debemos aprender a respetar sus espacios de intimidad personal.

En ocasiones, más de las deseadas, nos vemos abrumados por pensamientos negativos, más o menos frecuentes, que nos llevan a un estado de alerta constante y a vivir en el mundo de la desconfianza. En esos momentos, como creemos firmemente que estamos en lo cierto, nos afanamos en buscar pruebas que corroboren que él o ella ya no nos quieren, que no les gustamos o que tiene a otra u otro. Pero, ¿qué es lo que, en la mayoría de los casos, provoca esto?
Mientras nuestra pareja nos llama con la frecuencia que deseamos, nos da muestras de afecto continuas, está todo lo atento que consideramos necesario, no busca planes alternativos en los que no se nos incluya, su vida va del trabajo a casa y a la inversa o nos cuenta los cotilleos de sus compañeros y amigos, todo va como la seda, dado que su vida es la nuestra y la nuestra la suya (mal asunto).
Pero si de repente un día llega más tarde de lo habitual, el estrés del trabajo le dificulta llamarnos las 'veces oportunas' o se duerme antes de lo previsto, es entonces cuando comienzan a despertar en nuestra cabeza 'esos grandes enemigos', los pensamientos negativos que nos hacen comenzar a sospechar que algo está comenzando a fallar, y es ahí cuando comienza a aparecer en nuestra vida una gran enemiga: la inseguridad.
Llegamos a asumir cosas, incluso sin preguntar a nuestra pareja, que comenzamos a vivir como reales. Sospechamos de todo lo que vemos, aunque nos responda a nuestras preguntas (si las hacemos) y vamos elaborando una película con un final triste y doloroso. Queremos recuperar 'el control' de nuestra relación (la seguridad) y en la mayoría de los casos lo queremos hacerlo controlando la vida de nuestra pareja, gran error pues la seguridad debemos buscarla en nosotros mismo.
¿Cómo afrontar estas inseguridades?
Acuérdate que una pareja son dos personas que comienzan a compartir sus vidas, pero sin dejar de ser uno mismo, y que debemos aprender a respetar sus espacios de intimidad personal; ver esto como un riesgo nos lleva a ejercer (o intentarlo) tal control sobre nuestra pareja que ésta se puede ver asfixiada y terminar en ruptura.
Si te sientes identificado con algo de lo leído y ves que no puedes gestionar solo tu inseguridad acude a un especialista (psicólogo) que te enseñará y te guiará en el proceso, hasta alcanzarlo.
Y recuerda: quiérete, tú eres tu mejor 'regalo'.
Carmen Canterla
Psicóloga Sexóloga
Co-Directora del I.S. Vidacer Huelva.
c/La Palma, 10 Local Bajo. Huelva. Tlf: 959 54 40 11