entrevista
Flaco Domínguez: «Soy una mezcla del músico callejero con el académico»
El artista onubense, residente en Madrid, abre con sus canciones el concierto de Morgan este viernes en el Gran Teatro
«Llevo dos años sin tocar en Huelva y va a ser un reencuentro especial», asegura sobre un recital en el que va a estar «bien rodeado»
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Rafa es el onubense que late dentro del artista Flaco Domínguez, un músico que explora y crece en Madrid desde hace unos años, abierto a todo, sobre todo a crear y transformarse. No se encorseta en géneros, pero su curiosidad le ha hecho transitar por ellos e impregnar su música de diferentes esencias. De la raíz del rock, con algún eco flamenco, pasando por el pop, lo latino y folkórico, el blues, el jazz… De pequeño no dijo «mamá quiero ser artista», porque lo era y lo ha ido demostrando.
Este viernes (21.00 horas) se reencuentra con Huelva dos años después pisando las tablas del Gran Teatro, donde romperá el hielo con su público antes del concierto de Morgan, compartiendo lo mejor de su trayectoria. Publicó su primer disco. 'Flaco Domínguez' en 2014, con el sello La Caja Azul y la producción del nominado entre otras distinciones a un Grammy o los Premios de la Música, Fran Báñez. Publicó dos EP entre 2018 y 2019, 'Humildes confesiones desde una terraza' y 'Humildes confesiones desde La Casa del Agua', ambos en directo. Ha compartido escenario con bandas como Eskorzo o The Milkyway Express, participó en el disco homenaje a la novela de Platero y Yo de Juan Ramón Jiménez 'Platero y Nosotros' (2016), que le llevó a compartir disco y escenario con artistas como Jesús Cayuela, Arcángel, Carmen Linares, Vicky Luna, Visión Sonora, Palo Dulce o Punto y Final.
Su universo musical se ha expandido con un amplio espectro compositivo en ensembles, cuartetos de guitarra y orquestales, música para cortometrajes y cine. Ha participando en el proyecto 'Iteligencia Musical', liderado por el ganador en dos ocasiones al Óscar a la mejor Banda Sonora, Gustavo Santaolalla. Recientemente ha trabajado en la banda sonora de la película 'Marilyn y las avispas' (2024), ópera prima del director Miguel Ángel Caro y actualmente se encuentra trabajando como compositor y productor musical en el proyecto 'El viaje del Uno', del también artista onubense Fah ́uno, el actor Manuel Domínguez.
- ¿Cómo se siente por compartir su música en el Gran Teatro de Huelva?
- En el Gran Teatro no se toca todos los días. Es el teatro de mi ciudad. Había hecho alguna cosa allí, pero no como ahora, con mis canciones. Va a ser muy especial. Es un concierto más corto, abriendo el de fin de gira de Morgan, que también es un plus, pero igualmente se va a por todas igual. A respetar el público que va y a dar el máximo en espectáculo, música y lo que tengo dentro. Va ser un concierto especial seguro. También por la gente con la que toco. Está Juanma Ruiz, que ha tocado con Vicente Amigo; Manuel Castilla, bajista que lleva muchos años; y Luis González a la percusión, quien ha tocado muchos artistas. Va a ser un gustazo reencontrarme con ellos en el escenario. Así de bien rodeado es más fácil.
- ¿Qué tiene preparado?
- Van a ser unas canciones elegidas de cara hacia donde estoy, en Huelva. Ahora vivo en Madrid y hay mucho homenaje hacía la ciudad, de dónde vengo. Algunas de mis canciones tratan sobre eso. De alguna manera hay bastante de homenaje a mis raíces y a ese teatro. Mis padres celebraron allí
«Es un repertorio elegido de parte de lo mejor de estos 10 últimos años»
su fiesta de boda. Mi padre, Jesús Domínguez, se tiró muchos años trabajando allí, es dramaturgo y director, y mi madre actriz. Va a ser muy bonito. Es un repertorio elegido de parte de lo mejor de estos 10 últimos años. Es una manera de transformar de dónde vengo a lo siguiente que vendrá. Tenía un poco aparcado el proyecto de Flaco Domínguez porque me he centrado en otros menesteres profesionales, trabajando en música para cine y haciendo otras historias en labores compositivas. Llevo dos años sin tocar en Huelva y va a ser un reencuentro especial.
-¿De dónde viene lo de Flaco para su nombre artístico?
- Lo de Flaco me viene de una buena amiga, que hace muchos años me llamaba así y al final a la hora de sacar mi primer disco como solista elegí ese nombre artístico para el proyecto.
-¿Cómo se inició en la música? ¿El tener dos padres muy metidos en el mundo de la cultura le predispuso?
- Es un proceso natural. Aquí no ha existido eso de «Mama quiero ser artista». La vida me ha ido llevando. Mi hermano es también actor, que tiene un proyecto en el que está rapeando y yo le estoy componiendo y produciendo temas y va a ser una cosa muy chula. De alguna manera los procesos han sido muy naturales. No existe ese punto de ruptura o de inflexión, de me quiero dedicar a la música. La vida me ha ido llevando y no hay un planteamiento absoluto en cuanto a eso.

- ¿Cuándo se plantea componer, grabar sus canciones y hacer carrera?
- Realmente compongo y creo me involucro en la creación desde poco después de aprender a escribir. Empezaba con poesía y al poco de empezar con la guitarra, antes fue con la batería, casi ni sabía tocarla y ya andaba componiendo canciones con 12-13 años. Lo mismo en cuanto a la relación con la creación, siempre ha sido muy natural. He tenido la fortuna de que estos últimos años, además del formato canción, he hecho cuartetos para guitarra, obras orquestales, música para cine, que es como que ya el enfoque y el pensamiento sobre lo que estás haciendo es mucho más global, que no es que una canción en si misma no lo sea, pero es otra dimensión.
-¿Cómo se ha ido formando para afrontar esos retos?
- Requiere de mucho más entendimiento de otros parámetros técnicos, musicalmente hablando, de otros instrumentos, etc. Yo ya me formé en conservatorio y he ido estudiando siempre en estos años, me he estado formando. Como yo siempre digo, soy una mezcla del músico callejero y de local con el aprendizaje técnico y académico. Hace poco acabé un grado superior de composición. Todos estos parámetros técnicos ayudan a conocer más ámbitos musicales, a muchos compositores e ir más allá de lo que a uno se le planta delante de las narices y tener muchas más herramientas para abarcar mucho más.
- Son herramientas para darle forma a su creatividad, ¿no?
- Claro, son herramientas. Decía John Lennon «yo no sé tocar la tuba pero dámela y algo sacaré». Sin ánimo de compararme, pero al final la creación no está en sí mismo en lo técnico o en la estética del arte, va más allá de eso.
«Hay muchas maneras de crear y el motor principal es la pasión y la imaginación y hay un punto de tratar de romper, sobre todo y en principio, con uno mismo»
Hay muchas maneras de crear y el motor principal es la pasión y la imaginación y hay un punto de tratar de romper, sobre todo y en principio, con uno mismo, porque para romper con lo que hay alrededor hay que hacerlo primero con uno. Lo transformador es eso y vivimos a base de transformaciones. La creatividad está en todas las personas y a lo largo de la humanidad es lo que ha ido llevando hacia adelante ciertos procesos.
- Algunos lo encauzan con mayor o menor suerte o le dedican más tiempo y ganas, ¿no?
- Hay gente que está creando sin saberlo a lo mejor. Siempre relacionamos la creación con lo artístico y una persona que haga pan y tenga una manera de hacerla diferente también está creando, esta poniendo mucho de sí. Más allá de lo que se considere arte o no, la creatividad está ahí. Yo veía a Zidane jugar a fútbol y el tipo de movimiento y la estética a la hora de moverse a mí me parecía arte. Creo que muchas veces va más allá de qué estás haciendo, sino el cómo.
- ¿Cómo definiría su estilo musical y cómo ha ido evolucionando?
- Tengo mucha influencia directa del rock. A mí me da bastante fuerte el rock urbano español, grupos como Extremoduro y Platero y tú, y eso va derivando a otros artistas que unen al rock otras influencias, como Calamaro o Fito Páez. Es fue más de adolescente. A lo largo del camino no tengo unas referencias fijas o un arquetipo de música o género en concreto que me dedique a hacer, ya que no es algo inmutable. A día de hoy pueden
«Los géneros no son la meta, soy ecléctico por definición, como hijo de mi época»
provocarme admiración e inspiración desde Enrique Morente hasta Roberto Iniesta, pasando por Carlos Gardel o Kase O por poner ejemplos, es decir, los géneros no son la meta, soy ecléctico por definición, como hijo de mi época. Por eso con estas cosas no soy muy afín a dar nombres concretos de referencias generales. Por eso mis composiciones dentro del género canción pueden tener tintes del pop o el rock, pero también de otros géneros como el folk, músicas latinas y folclóricas, el blues, el jazz o reminiscencias flamencas. En definitiva, me declaro un buscador de fuentes, y eso supone estar expuesto y dispuesto a transformar. Pero hoy en día al final cuando estás abierto a la música y lo artístico en general, te van entrando una serie de relaciones musicales y de influencias que lo mismo pueden estar en la música japonesa, que algo que venga de lo latino. En mi música ese punto rock está pero también ciertos aires flamencos, quizás por la tierra aunque yo no lo pretenda, siempre hay algo misterioso que lo impregna, de lo latino. Me refiero a lo latino de verdad y no a lo 'mainstream' que ahora mismo corre por todos lados y es música más estadounidense. A lo largo del tiempo lo de Flaco Domínguez es una mezcla de rock y bastantes géneros. En mi trayectoria he podido afrontar diferentes géneros, contextos y formatos musicales y todo eso me ha premiado mucho y es mi aprendizaje.
- ¿Cómo es abrirse camino en Madrid, donde hay muchos músicos buscando lo mismo?
- En Madrid llevo 6-7 años. Tuve una época que iba y venía. Creo que esto es depende de cómo uno se lo tome. Hay hueco para muchos perfiles. Cada cual tiene el suyo y no se deben medir si es mejor o peor. Cada uno hace lo que hace. Y Madrid acoge mucho más rango y abarca mucho. Es más fácil que sucedan cosas en Madrid. Cada lugar tiene su encanto y Huelva tiene el suyo.