La tasa de los carruajes resucita el empeño municipal de hacer caja con la Romería del Rocío

H. Corpa

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14/01/2024 a las 02:42h.

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La aprobación el pasado jueves de una ordenanza fiscal en el Ayuntamiento de Almonte (Huelva), gobernado por el exsocialista Francisco Bella, ha vuelto a encender el debate en torno a la imposición de tasas municipales para hacer caja aprovechando la necesidad de regular distintos aspectos de la romería más importante de España, la de El Rocío.

La medida, que prevé cobrar entre 50 y 120 euros por el acceso en carruaje a la aldea durante la romería de Pentecostés, además de exigir a los propietarios documentos tales como seguro de responsabilidad civil, fotografías del carro, tarjeta sanitaria, guía de origen y seguro del animal, ha suscitado críticas y comparaciones con episodios pasados, como el controvertido intento del Ayuntamiento de Aznalcázar de cobrar 3.000 euros a las hermandades en concepto de fianza por los posibles daños causado en su monte público, más otros 25 euros por cada vehículo integrado en estas comitivas rocieras.

La por entonces alcaldesa aznalcaceña, la socialista Dolores Escalona, se escudaba en que los ayuntamientos de Almonte e Hinojos, ambos en la provincia de Huelva, aplican medidas similares con las hermandades, y que la fianza se exigía a las filiales por pernoctar o sestear en los pinares del municipio. Y definía a su manera lo que ocurría tras el paso de las multitudinarias comitivas: «Cuando pasa una hermandad, aquello parece África», en referencia a los residuos abandonados en los caminos o a los destrozos que sufrían los pinares al paso de los peregrinos.

Respecto a Hinojos, se refería a la ordenanza similar que este ayuntamiento onubense aprobó en 2009 en la que establecía un canon de 36 euros por vehículo para las hermandades que pasasen por su población y nada menos que hasta 9.000 euros de fianza por pernoctar en su término municipal, un canon que la localidad nunca puso en marcha.

Fue en 2014, eso sí, cuando prendió la mecha del llamado 'peaje rociero', aunque una moratoria concedida por el Ayuntamiento de Aznalcázar retrasó la tormenta hasta 2015, año en el que este conflicto alcanzó su cenit. El TSJA contribuyó dando su visto bueno a la controvertida ordenanza y ante la firme determinación de la alcaldesa socialista de hacer cumplir la ordenanza, las hermandades afectadas por el 'peaje' se plantaron.

En una asamblea decidieron evitar el término municipal aznalcaceño, aunque eso implicara renunciar a su paso tradicional por el vado del Quema y optar por otro 'de servicio' reservado para remolques y vehículos de tracción mecánica. La resignación se instaló en el colectivo de filiales, que al tiempo que lamentaban la cerrazón del consistorio, se mostraban decididos a no dar su brazo a torcer: al igual que hubo un Rocío sin bueyes a causa de la lengua azul u otro sin caballos debido a la peste equina, aquel podría haber sido el Rocío sin la estampa del río Quema. Pero no fue así, ya que finalmente se impuso la cordura y el Ayuntamiento regido por Escalona acordó con la Junta y la Diputación Provincial de Sevilla que ambas administraciones asumieran los costes de la adecuación, mantenimiento y limpieza de los pinares del municipio; aunque, eso sí, con mano de obra local, ya que uno de los objetivos de la polémica ordenanza era crear empleo. En años posteriores se mantuvo en vigor este acuerdo poniendo, al menos hasta hoy, punto y final a la polémica.

Tanto aquel 'peaje' de Aznalcázar, como el 'tarifazo' de los carruajes que estos días se debate en Almonte, cuentan con la oposición frontal del mundo rociero, empezando por la Hermandad Matriz, aunque con ciertos matices. Según explicó a huelva24 su presidente, Santiago Padilla, «de entrada no nos gusta que se le pongan impuestos a las hermandades, que son entidades que desarrollan una obra social importante en nombre de la Virgen del Rocío y de sus pueblos y ciudades». Sin embargo, no obvió la necesidad de «ordenar» el asunto, «que la gente tenga su seguro, que los animales y los carros estén en buenas condiciones, y por eso tenemos que buscar una solución que permita esa ordenación pero sin un coste excesivo, ya que se tiene que fomentar la tracción animal frente a la mecánica». En cualquier caso, Padilla reconoce que, efectivamente, en la hermandad hay «preocupación», por lo que confía en recabar más detalles sobre este asunto en una próxima reunión con el alcalde.

Indirectamente, el propio Bella, que cuenta con mayoría absoluta al frente de su partido Ilusiona, aunque no respondía a las dudas de la Matriz en el pleno del pasado jueves, sí argumentaba acerca de las implicaciones económicas que esta medida:

«¿Tanta importancia tiene que una familia o una reunión que alquila una casa por 15.000 euros o un coche de caballos por 4.000 euros, tengan que pagar 120 o 50 euros? ¿De verdad que eso es lo importante en todo esto? Creemos que hay que dimensionarlo y la gente de fuera lo dimensiona antes que nosotros», lamentó.

Tampoco rehuyó el regidor almonteño la vertiente recaudatoria de la tasa de los carruajes, una cuestión que «habría que contemplarla». Se refería al coste de la Romería, de los servicios de limpieza, de vigilancia, «…eso también hay que pagarlo, porque aquí parece que El Rocío no cuesta dinero».

Pero, sin duda, uno de los conceptos novedosos que se introdujo en la sesión plenaria fue el los denominados carruajes «especiales», un as que se sacó de la manga el equipo de gobierno para curarse en salud y poder modificar llegado el momento quién debe y quién no debe pagar por usar un carruaje. El concejal de Administración, Agricultura y Medio Ambiente, José Manuel Medina, explicó que dentro de la ordenanza que se está elaborando «habrá carros con una serie de características que estarán exentos»; y fue más allá, para que no hubiera dudas al respecto: «Los de la gente de Almonte, de El Rocío, de Matalascañas, entrarán en ese catálogo de carruajes [especiales], porque, al igual que en el caso de la tracción mecánica, en la tracción animal vamos a mirar por el pueblo», señaló Medina, quien en 2019 fue hermano mayor de la Matriz. El alcalde, por su parte, también sugirió que los carros tradicionales de las hermandades podrían estar encuadrados en esta categoría.

Este recurso improvisado fue criticado desde la oposición. Así, el portavoz de los 'populares', Miguel Ángel Jiménez, lamentó que durante la comisión informativa sobre el pleno celebrada el lunes no hubiera referencia alguna a esta nueva tipología y ha sido ya en la sesión del jueves, «cuando han visto la presión de la gente de Almonte y del ámbito rociero, que vienen a decir que los carruajes 'especiales' son los carruajes de Almonte». Por lo tanto, desde el PP consideran esta postura «ridícula» y subrayan cómo durante el pleno se pidió al equipo de gobierno que no se andara «con eufemismos» y pusiera en la ordenanza claramente que no se cobraría a los almonteños. Por eso, Jiménez considera que «el daño reputacional está hecho» y aunque se retire la tasa, «ese intento de mercantilización de la Romería se ha visto ya de una forma clara».

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