HISTORIA
Operación 'Lanza de Acero I': EEUU 'invade' Mazagón
El reloj marcaba la hora H, es decir, las ocho menos veinte de la mañana del día 26 de octubre de 1964, cuando tuvo lugar en las apacibles playas de Mazagón el mayor desembarco anfibio efectuado tras la finalización de la Guerra de Corea, aunque ahora en tiempos de paz y liderada, nuevamente, por los Estados Unidos de América.

Se trató de la llamada “Operation Steel Pike 1”, consistente en un magno simulacro de maniobra militar de desembarco de fuerzas de Infantería de Marina en un territorio supuestamente hostil, sojuzgado por una potencia invasora, y donde era necesaria la consecución, los días posteriores, de una serie de objetivos orientados a la conquista de determinadas localizaciones.

Estas maniobras anfibias, en concreto, obedecían a un programa de colaboración entre el Estado Mayor de la Armada y sus homólogos europeos y estadounidenses para la realización de operaciones militares conjuntas, ideadas para poner en práctica tácticas y alcanzar un mayor perfeccionamiento en la colaboración entre ejércitos aliados. De tal forma, España realizaría otros ejercicios similares como el llamado “Iberex-64”, junto a la Marina portuguesa, o el “Finisterex III”, el “Murcia II” y el “Cabedra-64”, efectuados conjuntamente con la Marina francesa.

Del mismo modo, días antes de la ejecución de las maniobras de desembarco, se hallaban fondeados en la bahía de Cádiz los buques de transporte norteamericanos “Rankin” y “Geiger”, del tipo BDK, concebidos como parte integrante de la flota para el ejercicio anfibio hispano-americano, debiendo partir hacia las playas onubenses el día 23, transportando en sus bodegas diversas unidades de tanques y sumándose, asimismo, a las tropas embarcadas estadounidenses, varios contingentes de la Agrupación Especial de Infantería de Marina española.


También, aciagos acontecimientos empañarían la perfecta sincronización de las fuerzas militares españolas y americanas, como fueron el choque de dos helicópteros de transporte de tropas mientras sobrevolaban el mar, dando como resultado la muerte de nueve marines estadounidenses. Igualmente, un avión norteamericano “Gruman S-2 Tracker” caería al mar provocando la muerte de sus cuatro tripulantes, pertenecientes a la 32ª Escuadrilla Aérea Antisubmarina; hechos graves éstos a los que habría que sumar cuatro bajas por parte española, un sargento y tres soldados, que resultaron heridos al volcar el jeep que conducían.

Asimismo, al finalizar las operaciones ése mismo día, comenzarían las tareas de reembarco de todo el personal estadounidense, la II División de Marines, en los buques “Boxer”, “Guadalcanal” y “Okinawa”, así como también un Batallón de Infantería de Marina, la Batería del Regimiento nº 14 y el Batallón de Carros Medios de la 21ª División por parte española; finalizando, pues, unas maniobras iniciadas días antes que servirían para perfeccionar, ante todo, las técnicas de desembarco de ambos países y, muy de forma particular, supondrían ser la representación de un teatro en el que actuó el poderío militar de los EEUU en tanto que demostración y medida de disuasión ante el mundo comunista y, para el caso español, se concebiría como una excelente propaganda en tanto que España, llegado el caso, sería un fiel aliado de una de las superpotencias que lideraban el mundo de entonces, no sólo por permitir la ejecución de maniobras militares de gran alcance en su territorio, sino también por su antagónica concepción política en relación a la URSS.