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Ni Matalascañas ni Punta Umbría: la IA revela cuál es la playa más bonita de Huelva
Esta playa forma parte del impresionante Monumento Natural Acantilado del Asperillo, una formación geológica única de dunas fósiles que se elevan sobre el mar, creando un paisaje de gran valor ecológico y visual
La playa de Huelva que parece sacada del Caribe y es perfecta para ver el atardecer: tiene más de dos kilómetros de largo

Una reciente evaluación realizada por Huelva24 mediante inteligencia artificial ha sorprendido al dejar fuera a las playas más concurridas y populares de la provincia. Según el análisis, la playa más bella de Huelva no se encuentra en Matalascañas ni en Punta Umbría, sino en un enclave mucho más salvaje y discreto: Cuesta Maneli.

Situada en pleno Parque Natural de Doñana, entre las localidades costeras de Mazagón y Matalascañas, Cuesta Maneli es una de las joyas naturales mejor conservadas del litoral onubense. Esta playa forma parte del impresionante Monumento Natural Acantilado del Asperillo, una formación geológica única de dunas fósiles que se elevan sobre el mar, creando un paisaje de gran valor ecológico y visual.
El acceso a la playa es parte de la experiencia. Se llega desde la carretera A-494, que une Mazagón con Matalascañas, donde existe un aparcamiento de pago bien señalizado. Desde allí, un sendero de madera de más de un kilómetro se adentra en el bosque de pinos, brezos y jaguarzos, culminando en un mirador sobre el acantilado que desciende a la arena por una escalinata. Este paseo ofrece una introducción perfecta al entorno natural que caracteriza a Cuesta Maneli.
Cuesta Maneli se extiende a lo largo de varios kilómetros de costa virgen, con una franja de arena fina y dorada que parece no tener fin. No hay construcciones a la vista, ni servicios masificados, apenas un chiringuito en verano, ningún socorrista y ningún tipo de urbanización cerca. Es precisamente esta falta de infraestructura lo que preserva su esencia salvaje y tranquila.



El silencio solo se rompe por el rumor del mar y el canto de las aves, que encuentran aquí un hábitat ideal. A un lado de la playa, además, se permite el nudismo y es habitual ver perros acompañando a sus dueños, lo que le otorga un ambiente libre y relajado.
¿Qué se puede hacer en Cuesta Maneli?
Este rincón es ideal para quienes buscan desconexión y contacto directo con la naturaleza. Las actividades principales son sencillas pero profundamente reconfortantes: largos paseos por la orilla, contemplación del paisaje desde los acantilados, baños tranquilos lejos del bullicio o sesiones de fotografía en un entorno cambiante según la luz del día.
Los aficionados al senderismo disfrutarán del recorrido por la pasarela de madera y de las vistas del acantilado del Asperillo. También es un lugar excelente para la observación de aves y otras especies propias del ecosistema dunar y marítimo.
El entorno natural de Cuesta Maneli ofrece múltiples posibilidades para complementar la jornada. A escasos kilómetros se encuentra el núcleo urbano de Matalascañas, con todos los servicios de hostelería y transporte. En dirección opuesta, Mazagón ofrece una alternativa más tranquila, con alojamientos, restaurantes y accesos a otras playas naturales.

Muy cerca también se puede visitar el Parque Nacional de Doñana, donde se organizan rutas guiadas y paseos por marismas y pinares únicos en Europa. Y si se busca una experiencia cultural, el pueblo de El Rocío y el municipio de Almonte permiten conocer la identidad religiosa y folclórica de la comarca.
Definitivamente, Cuesta Maneli se alza así como una de las últimas playas verdaderamente vírgenes del litoral andaluz. Su belleza intacta, su aislamiento y su entorno protegido han sido factores clave para que la inteligencia artificial la seleccione como la más hermosa de Huelva. Frente a la masificación de otros destinos, este paraíso escondido invita a redescubrir la costa con otra mirada: más pausada, más consciente y profundamente natural.