El pequeño pueblo de Huelva que ha reconvertido su ermita en un museo

Un enclave para perderse este otoño y disfrutar del caserío serrano que blanquea alejado de los ruidos y de las prisas, en un entorno natural único regado por el río Múrtiga

El pequeño pueblo de la sierra de Huelva de apenas 250 habitantes que es conocido por su encanto rural único

El pueblo más pequeño de Portugal está justo al lado de Huelva y es conocido por su jamón ibérico, su patrimonio y su encanto único

La iglesia parroquial Nuestra Señora de Gracia J. M. B. M.

JOSÉ MANUEL BRAZO MENA

Después de dejar a un lado la carretera Sevilla- Lisboa,N-433, y atravesar la aldea de Las Chinas, curioso caserío que depende administrativamente de los municipios de Galaroza y La Nava, el viajero se interna en el valle, por la carretera N-435 que serpea junto a la rivera, entre el verdor de los árboles, hasta llegar a los llanos de la Nava, donde los melocotoneros serán los que inunden las huertas, para participar con sus frutos en la riqueza y fiestas de la localidad.

Antes de internarse en el pequeño municipio de La Nava, en los aledaños de la carretera se encuentran los restos de la mina «María Luisa», que en el siglo pasado tuvo un notable auge con las explotaciones de cobre y zinc y que fue reduciendo su producción hasta paralizarse a comienzos de los años ochenta, conservándose las ruinas de los lavaderos de mineral, como vestigio de un esplendor industrial de otra época.

No obstante, en la zona puede detectase la huella romana en yacimientos como «Eureka», productor de plata, y «El Horcajo» de hierro, que aún conserva la entrada de mampostería romana, decayendo la actividad en el siglo III. Próximo a la mina María Luisa, un puente «romano» conducía, sobre las aguas del Múrtiga, a un importante cruce de calzadas que iban de Ayamonte a Emérita y de Mértola a Itálica, cuyos restos aún pueden verse en estos parajes.

Azudes, molinos y batanes

Sin embargo, será en el siglo XVIII cuando la localidad se consolida y crece su población, gracias al lucrativo comercio que mantiene con Sevilla. De ello dan muestra en el Múrtiga, numerosos azudes, molinos y batanes en ruinas, que en aquella época conformó un patrimonio de más de treinta construcciones dedicadas a la molienda del trigo, cuatro a la fabricación de aceite y cinco a batanes de tejidos, algunos de cuyos restos se asoman hoy tímidamente a la rivera, entre interesantes bosques galería.

Imagen principal - La ermita medieval de Las Virtudes, y abajo el edificio del Cabildo viejo (izquierda) y el mural dedicado a las abuelas
Imagen secundaria 1 - La ermita medieval de Las Virtudes, y abajo el edificio del Cabildo viejo (izquierda) y el mural dedicado a las abuelas
Imagen secundaria 2 - La ermita medieval de Las Virtudes, y abajo el edificio del Cabildo viejo (izquierda) y el mural dedicado a las abuelas
La ermita medieval de Las Virtudes, y abajo el edificio del Cabildo viejo (izquierda) y el mural dedicado a las abuelas J. M. B. M.

Al llegar al pueblo, el visitante percibirá el sosiego del caserío serrano que blanquea alejado de los ruidos y de las prisas, rodeado de grandes cerros, con bosques de castaños, olivos, higueras y frondosas huertas. En medio del caserío, destaca la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, antiguo edificio de una bóveda coronado con una vistosa espadaña mudéjar, de comienzos del siglo XVI, que curiosamente se puede ver en un lado del pueblo.

Mural dedicado a las abuelas

En una de las paredes del Ayuntamiento viejo se puede ver un enorme mural dedicado a las abuelas que se inauguró el pasado año en La Nava. Se trata de una obra de la artista Virginia Bersabé, quien tras una estancia de nueve días en contacto con los vecinos plasmó los elementos más representativos del municipio como son el agua, los melocotones y las manos de una mujer lavándolos en un lebrillo antiguo, como símbolo de identidad serrana.

Otros atractivos arquitectónicos del pueblo lo constituyen el edificio del Cabildo Viejo, el pilar de Agua Buena y el Humilladero del Cristo, construido en el siglo XV. Esta pequeña capilla se encuentra en un cruce de caminos a mitad del recorrido entre el pueblo y la Ermita de las Virtudes. Su pieza mas importante de la capilla es una interesante imagen de Cristo tallada en madera, por el escultor onubense León Ortega.

Ermita mudejar de Las Virtudes

A poco más de un kilómetro de la Nava, junto a la antigua intersección de caminos, se encuentra la ermita medieval de Las Virtudes, que ha sido reconvertida en un Centro Cultural tras su rehabilitación entre 2007 y 2011. Sus orígenes se remontan al siglo XIII, respondiendo a la tipología de templos mudéjares rurales. El inmueble se encontraba en ruinas tras haber sido utilizado como explotación agropecuaria durante las últimas décadas del siglo XX.

Imagen principal - El Humilladero del Cristo, y más abajo el puente sobre el Múrtiga y un monumento en La Nava
Imagen secundaria 1 - El Humilladero del Cristo, y más abajo el puente sobre el Múrtiga y un monumento en La Nava
Imagen secundaria 2 - El Humilladero del Cristo, y más abajo el puente sobre el Múrtiga y un monumento en La Nava
El Humilladero del Cristo, y más abajo el puente sobre el Múrtiga y un monumento en La Nava J. M. B. M.

Desde la apertura de la ermita, este pequeño municipio serrano, con apenas 255 habitantes, no ha parado de recibir visitas, superando con creces todas las expectativas. «Está siendo un lujo acoger a tantos turistas y recibir tanto cariño como estamos recibiendo», ha señalado la alcaldesa, Inmaculada Morales, además de destacar que «resulta muy gratificante que La Nava sea nombrada en todas las redes sociales y que todo el mundo se interese por nuestro pueblo».

Asentamiento romano

En la construcción de este templo de época medieval se han reutilizado materiales de construcción de época romana como sillares graníticos, tegulae y laterculi. En su entorno, también se han documentado escorias que son producto de elaboración de hierro. En este asentamiento perteneciente a la época alto imperial se realizaría el tratamiento metalúrgico del mineral que podría provenir de las cercanas minas del Pringón.

Otro ejemplo de material de época romana reaprovechada en la construcción de la ermita es el ara funeraria que se encontraba formando parte de uno de sus muros. La existencia de este ara de mármol blanco, con molduras de base y coronamiento, nos indica la existencia de una necrópolis asociada a este asentamiento. Esta pieza arquitectónica se encuentra expuesta al público en el interior de la ermita.

Fiesta del melocotón

Los alrededores de la población forman un bello paraje surcado por las aguas del río que se remansan bajo los puentes de piedra o se precipitan sobre las huertas, regando los árboles frutales. Así, cuando el verano haya puesto en sazón los melocotones, todo el pueblo celebrará el último fin de semana de agosto una fiesta dedicada a esta fruta, y en general a la huerta navina, haciendo un ponche que será ofrecido los cientos de visitantes.

La Nava es uno de los municipios más bonitos de la sierra de Huelva j. m. b. m.

Junto a las frutas frescas, destacan otros platos de la gastronomía navina como el caldillo, guiso integrado por patatas, arroz, costillas, hígado , vino, pimiento , cebolla y ajo, que constituye uno de los manjares locales, así como los exquisitos cocidos de coles, aderezados con productos ibéricos. El menú se puede completar con pestiños, roscos de vino o de naranja, y orejones en salsa, para endulzar la visita.

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