CONFIDENCIAL
El runrún: El culebrón Badosa-Tsitsipas empaña la Copa del Rey de Tenis
La profesionalidad de dos de los tenistas invitados a la edición centenaria ha brillado por su ausencia
Un cierre donde casi todos pierden
Burritos y un mosquito para limpiar La Canaleta

La edición centenaria de la Copa del Rey de Tenis de Huelva prometía un cartel de lujo, pero terminó marcada por una ausencia sonada y una salida por la puerta de atrás. Y es que, aunque oficialmente Stefanos Tsitsipas atribuyó su ausencia de última hora a problemas físicos, hemos podido saber que el verdadero motivo tiene más que ver con su maltrecho corazón: el tenista griego decidió no presentarse en Huelva para evitar coincidir con su expareja Paula Badosa, otra de las participantes y con quien la ruptura reciente no ha sido precisamente amistosa.
El Real Club Recreativo de Tenis de Huelva, ante el plantón de última hora, tuvo que moverse rápido para encontrar un sustituto, que a la postre fue el ruso Daniil Medveved -con un curriculum mejor-, además de solucionar el tema económico con el griego, ya que estos tenistas suelen cobrar su caché por adelantado.
Por si fuera poco, la participación de Paula Badosa tampoco ayudó a levantar el ánimo. La tenista se retiró tras disputar solo un set y desapareció rumbo al hotel sin apenas dejarse ver por el Palacio Carolina Marín, dejando a la organización y al público con la sensación de que la cita no era precisamente su prioridad. Antes del torneo, Badosa aseguró que estaba en condiciones de jugar, pese a que la organización ya barajaba alternativas por si acaso. Quizá tampoco atravesaba su mejor momento emocional, a la vista de los acontecimientos.
En definitiva, la Copa del Rey de Tenis de Huelva ha estado marcada por enredos más propios de adolescentes que de profesionales, empañando en parte una edición tan especial como la del centenario.
Al margen de estas situaciones, hay que quedarse con lo bueno. El Palacio Carolina Marín se llenó de público, que disfrutó con la entrega de la medalla de honor del club a la campeona que da nombre a la instalación deportiva, donde el año que viene habrá Europeo de bádminton, y también vibró con la gran final masculina. El torneo de 1912 sigue adelante y la historia pesa más que los nombres, aunque son éstos los que construyen poco a poco la historia también.