CARTA AL DIRECTOR
Todo mi amor te espera aquí
Carta de una abuela a su nieto cuando cumple dos años
Querido Eydan, hoy escribo estas palabras con el corazón abierto, pensando en ti, en tu sonrisa que imagino luminosa, en tus manitas pequeñas que ya empiezan a descubrir el mundo, y en la vida hermosa que deseo que tengas. Aunque ahora estemos separados, quiero que sepas que cada pensamiento mío viaja hacia ti como un abrazo silencioso que cruza cualquier distancia.
Eydan, mi pequeño tesoro, cada día que pasa guardo un pedacito de ti en mi memoria, aunque todavía no hayamos vivido juntos esos momentos que tanto deseo. Imagino tus pasos cortitos, tu voz dulce, tus ojos curiosos llenos de vida, y siento dentro de mí una mezcla de ternura, de nostalgia y de esperanza.
La vida nos ha llevado por caminos distintos, pero quiero que sepas que esta separación no borra nada: ni tu nombre en mi corazón, ni el amor que siento, ni los sueños que guardo para ti. Al contrario, cada día mi amor crece más, como un árbol que, aunque plantado lejos, extiende sus raíces hacia ti para sostenerte en silencio.
Sueño con el día en que podamos compartir momentos sencillos y hermosos: tomarte de la mano mientras caminas, cuidarte cuando estés cansado, contarte historias antes de dormir, escucharte reír sin prisa… sueños que guardo como tesoros, esperando que la vida nos regale la oportunidad de hacerlos realidad.
Quiero que, cuando seas mayor y leas esta carta, sientas la verdad de mis palabras: has sido amado desde siempre, incluso desde lugares donde el abrazo no pudo llegar. Has sido esperado con paciencia, con fe, con la certeza de que lo que está destinado a unirse, de alguna manera, siempre encuentra el camino.
Tu vida, Eydan, está llena de luz. Brillas aunque no siempre pueda verte. Creces aunque yo no esté a tu lado. Pero mi amor va contigo, como una sonrisa que te acompaña sin hacer ruido, como una estrella que te mira desde lejos pero nunca se apaga.
Quiero que vivas con alegría, con valentía, con curiosidad por todo lo que el mundo tiene para enseñarte. Y quiero que sepas que, cuando llegue el día de encontrarnos, mis brazos estarán abiertos para ti, con la misma fuerza con la que hoy te quiero desde la distancia.
Todo mi amor te espera aquí, Eydan.
En estas palabras.
En este corazón.
Y en cada día que pasa mientras te pienso.
Con todo mi amor, siempre,
La abuela Luna.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión