Baloncesto
Manu Vázquez, un joven gigante que sueña con la ACB
16.02 h. El alero onubense comenzó la temporada en EBA en el filial del Unicaja y ya ha jugado cinco partidos en LEB Oro con 16 años. “Para mí ha sido algo precoz, un poco inesperado”, asegura el jugador, que no obstante se siente “cómodo y sin nervios”, con “confianza en mí mismo”. Ahora se centra en “mejorar todo lo posible”, con referentes como Rudy Fernández y con la elite en el horizonte.

El baloncesto masculino onubense tiene en la vanguardia a Eric Sánchez y Fran Cárdenas, pero por detrás hay una estrella en ciernes puliéndose para brillar con fuerza. Es Manuel Vázquez Gil, un joven gigante de la quinta del 98 y 2,02 metros de altura, que con 16 años y tres meses debutó con el Clínicas Rincón, filial del Unicaja, en la Liga LEB Oro, categoría en la que ya ha disputado cinco partidos y en la que espera seguir creciendo tras empezar la temporada en EBA.

Si no es el más joven en protagonizar este debut, seguro que es de los más precoces en dar este paso, que le ha llegado por sorpresa pero no sin acumular méritos suficientes desde muy pequeño. Su padre, Manuel Vázquez, fue jugador y entrenador y lo inició en el deporte de la canasta con 4 años. “Estuvo de pequeño en el Ciudad de Huelva y aprendió conmigo porque a donde yo iba a entrenar me acompañaba”, recuerda el progenitor de este alero, que ha revelado sobre esa época que “a mí me gustaba”.
Sobre su debut en la Liga LEB Oro, Manu Vázquez, ha comentado a huelva24.com que “para mí ha sido algo precoz, un poco inesperado, porque yo pensé que solo jugaría en la Liga EBA”. No obstante, en los partidos “me sentía cómodo y sin nervios, tenía confianza en mí mismo”, ha asegurado.
Su irrupción en la segunda categoría nacional ha llegado después de cambiar Sevilla por Málaga. “En el tema de equipo y compañeros aquí estoy muy bien y no me gusta comparar, pero aquí estoy más cómodo y más a gusto, somos todos una piña y vamos a una”, ha comentado Vázquez, que ha señalado que sobre su proceso de adaptación que “en septiembre me sentía raro lejos de mi casa, mis amigos y familia, pero no tardé en acostumbrarme”.

En lo baloncestístico ha expresado que “noto mejoría, trabajan mucha tecnificación conmigo y noto que mi progresión es a mejor, siempre a más. Estoy muy contento aunque a veces hay baches y momentos malos, pero siempre hay que sacar lo positivo”.
En cuanto a objetivos para esta temporada ha explicado que busca “aprovechar mi primer año de junior al máximo y mejorar todo lo posible” y colectivamente llegar con su equipo “lo más lejos posible”. También ha reconocido que “sueño con ser campeón de España con Unicaja”.
Más a largo plazo, o quizás no tanto, ha confesado que “me gustaría llegar a la ACB. La NBA no la veo inalcanzable, simplemente no lo he pensado”, mientras que a la hora de señalar referentes, ha indicado que “uno de mis jugadores preferidos es Rudy Fernández, por su tiro, agresividad y penetración”.

Con la selección ha asegurado que “voy paso a paso, aún soy sub 17”, aunque ya disputó el Europeo este verano. “Estuve malo una semana de concentración y jugué menos en el Europeo. Mi objetivo es competir siempre al máximo y aprender de mis compañeros todo lo posible”, ha detallado con la esperanza de seguir siendo parte del equipo nacional en próximas citas internacionales.
Precisamente este verano le llegó la hora de tomar una decisión importante en su futuro. Disputó a finales de agosto el Europeo y el 1 de septiembre decidió fichar por Unicaja tras estar en el Baloncesto Sevilla en las categorías alevín, infantil y cadete. Tenía ofertas de Barcelona y Gran Canaria, pero se decantó por seguir en Andalucía y compartir equipo, entre otros, con Tautvydas Sabonis, el hijo de un mito del deporte de la canasta.
Manuel Vázquez padre asegura que su hijo tomó libremente la idea de irse a Málaga y está de acuerdo con él. Valora que puede tener una progresión más escalonada al tener el club malagueño un equipo en EBA otro en LEB y en ACB, sin cambios bruscos. En el contrato que ofrecía el Baloncesto Sevilla iba a percibir de 100 y 200 euros en los años de juvenil y tendría una cláusula de 300.000 euros y después los dos años siguientes el sueldo subía a 500 euros y la cláusula de rescisión a un millón de euros, una cantidad “desorbitada”. En Málaga, tiene el salario interprofesional, no tiene cláusula de rescisión y “se puede ir libre cuando quiera”.

“Estoy contento por las condiciones que tiene en Málaga tanto en la residencia como en lo referente a estudios en un centro que es de los de más alto nivel de España y él está a gusto”, ha comentado Manuel Vázquez, que valora que se encuentra en un equipo “de formación, que persigue enseñar y no descender en una liga con plantillas de mucha experiencia”.
A la hora de definir a su hijo, ha indicado que “es un alero que juega por fuera y puede actuar tanto de 1, como de 2 y de 3. Penetra muy bien y rebotea genial. Está mejorando en defensa y sobre todo tiene un salto impresionante, muy potente y eso le ayuda a medirse a pívots grandes”. En cuanto a su actitud ha destacado que “es un chaval trabajador, que no discute y cumple con lo que le dicen y que tiene capacidad para tomar responsabilidades en los partidos. Mentalmente sabe tirar del equipo”.
Manu Vázquez tiene todo un futuro por delante, pero ya cuenta con un presente en el que con esfuerzo se está abriendo un hueco en la LEB Oro para demostrar que es un jugador muy a tener en cuenta si sigue progresando al ritmo actual.
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