La Hermandad del Rocío de Huelva finaliza sus cultos preparatorios para la romería de 2025
La filial rociera onubense celebró en la noche de sábado el traslado de su Simpecado desde la Parroquia de la Concepción hasta su capilla
La Hermandad del Rocío de Huelva descarta transitar por el centro de la ciudad

Huelva ya se prepara para vivir con la intensidad con la que esta tierra lo sabe hacer una nueva romería del Rocío. A tres semanas para el encuentro con la Blanca Paloma, las dos hermandades onubenses han celebrado ya sus cultos en honor a la patrona de Almonte, la última en hacerlo la Hermandad del Rocío de Huelva.
En la noche de este sábado, la más antigua de las hermandades de la capital onubense concluyó sus cultos previos a la romería, culminándolos con el popular traslado de su Simpecado de regreso a la capilla de su casa hermandad. Unos cultos que en este año 2025 la filial ha celebrado en la Parroquia de la Purísima Concepción, a donde fue trasladado el Simpecado al alba del pasado domingo en rosario de la aurora.
Desde entonces, durante toda esta semana el céntrico templo, que otrora fuera sede canónica de la hermandad, ha sonado a sevillanas y palmas al compás con la celebración del triduo en honor a la Virgen del Rocío. Un triduo que fue seguido en la jornada del sábado por la Función Principal de Instituto de la hermandad, una multitudinaria celebración en la que los hermanos rocieros de Huelva hicieron pública protestación de fe a los sones del coro de la hermandad.
Al término de la función dio comienzo el traslado de regreso del Simpecado a su casa hermandad. Un populoso acto cuando la noche ya inundaba la ciudad. Los sones del tamboril marcaban el caminar de la comitiva, integrada por hermanos portando las diferentes insignias, banderas y banderines de la corporación. Acompañaban al presidente y hermano mayor de la hermandad, Antonio Sánchez de Piña y Manuel Toscano respectivamente; la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda; junto a la hermana mayor de Emigrantes, María José Muiño.



Con los vivas a la Virgen del Rocío del hermano mayor a las puertas del templo concepcionista se iniciaba este traslado que recorría las calles Concepción, Palacio y Vázquez López para llegar a la plaza de las Monjas y aquí entrar en el convento de las Agustinas. El Simpecado fue recibido por la comunidad y la hermandad de la Buena Muerte, entrando en el interior del templo. Hizo lo propio en la Ermita de la Soledad, siendo recibido por la Hermandad del Santo Entierro.
A los sones de las sevillanas cantadas por los hermanos que seguían la estela del Simpecado, la hermandad prosiguió su camino por el barrio Alto, deteniéndose a las puertas de la casa hermandad de Pasión quien había regado de romero el suelo de la calle Madreana. Fueron varios los grupos y coros que al paso del Simpecado ofrendaron sus cantes a la Virgen del Rocío, desde balcones, a las puertas de los templos o a pie de calle.
Tras pasar por delante de la Parroquia de San Sebastián, en cuya feligresía se encuentra la casa hermandad, la comitiva encaró los últimos metros del traslado cuando el reloj ya marcaba la medianoche. Instantes previos a la entrada en la casa hermandad, una copiosa lluvia de pétalos puso la guinda a un traslado en el que se podía sentir ya en el ambiente la inminente romería y el encuentro de la hermandad con la Virgen del Rocío.