Carolina Marín, tras su investidura como Honoris Causa: «Yo sólo era una niña que quería ganar a todo»

La onubense ha insistido durante su discurso en lo aprendido más allá del ámbito deportivo, recalcando la importancia de saberse referente

Carolina Marín ya es Honoris Causa, también de la Universidad de Huelva

Carolina Marín: «Ganar la medalla es estar en el Campeonato de Europa de mi tierra y ganarlo queda muy lejano»

Carolina Marín, en su acto de investidura alberto díaz
María Carmona

Esta funcionalidad es sólo para registrados

«Hoy mi ahijada juega al bádminton en el pabellón Diego Lobato, con muchísimos más niños de los que yo jugaba allí mismo, en parte porque me ha visto a mí hacerlo antes, y también porque ha descubierto que le gusta. Dejando de lado el orgullo que supone para mí llevar a mi ahijada al pabellón en el que yo entrenaba de niña, debemos entender que si el futuro de nuestra sociedad depende de los adultos del mañana, nuestra labor debe ser la de ejercer de referentes para los niños y jóvenes de hoy».

De este modo cerraba Carolina Marín su intervención tras ser investida Honoris Causa este viernes por la Universidad de Huelva, en un broche que resumía el espíritu de la totalidad del discurso pronunciado.

Un discurso en el que la volantista onubense no ha dejado de insistir en que, si importantes han sido a la largo de su carrera los logros deportivos, no lo han sido más que todo lo aprendido por el camino. No le han motivado más las medallas que cada una de las enseñanzas de las que venían acompañadas, ni le han hecho más ilusión los campeonatos que el reconocimiento y respeto de aquellos a quienes se los disputaba.

Por eso para Marín, según ha asegurado durante su intervención en el auditorio de la Onubense, es fundamental ahora transmitir esos valores, sintiéndose especialmente orgullosa de ser referente.

Galería. Marín, durante su discurso alberto díaz

«Nunca pensé en ser ejemplo para nadie, en que mi figura pudiese inspirar a otros o poder transmitir valores, pero una vez que esto ha sucedido me he dado cuenta de la importancia que esto tiene», ha aseverado. «Yo sólo era una niña que quería ganar a todo. Por suerte lo conseguí, pero en el proceso construí un camino increíble rodeada de la gente a la que quería, y de paso llevé el nombre de Huelva por todo el mundo. Para los niños del futuro deseo algo parecido, y la responsabilidad es nuestra», ha insistido.

La distinción, una responsabilidad

Como también ha considerado una responsabilidad ser merecedora de la distinción recibida por la Universidad de Huelva, una posibilidad que «una jugadora de bádminton como yo nunca se había planteado».

Esta responsabilidad, sin embargo, la asume «con muchísimo orgullo, porque esta universidad se construyó con el esfuerzo y el trabajo de muchísima gente; y por suerte soy una persona que asume las responsabilidades con alegría, porque son también una muestra de confianza».

Confianza como la que ha tenido ella en toda su trayectoria, cuando inició un camino que nunca imaginó tal y como está siendo, pero que «volvería a coger una y mil veces». Y aunque en el mismo ha habido momentos amargos, con la distancia como, «posiblemente, el mayor peaje que he tenido que pagar a lo largo de estos años», lo considera «un precio asumible», teniendo en cuenta todo lo conseguido.

Lo más importante, ha recalcado una y otra vez, lo que va más allá de lo deportivo: el saberse querida, respetada y admirada, sabiendo que «mi caso ha servido y servirá como ejemplo para romper barreras».

«Hay cosas que valen mucho más que los títulos, y el caso de hoy es un nuevo ejemplo, porque dudo que haya un reconocimiento más solemne», ha agradecido.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación